Verdad y realidad: ¿Estamos preparados para el viaje por el laberinto tecnológico?

¿Alguna vez se ha quedado en la cama por la noche pensando en las profundas implicaciones de la inteligencia artificial (IA) en nuestra forma de entender la verdad y la realidad?

 ¡Prepárense para un mundo en el que la verdad y la realidad podrían ser redefinidos por la inteligencia artificial! Sé que suena aterrador, pero también es emocionante. ¿Podríamos algún día vivir en una realidad alterada, una especie de Matrix? ¿O la IA nos ayudará a descubrir la verdad detrás de los engaños y las mentiras? En cualquier caso, es seguro decir que el impacto de la IA en la verdad y la realidad será enorme. Veremos cambios en la forma en que se presentan los hechos, cómo se interpretan y cómo se cuestionan.

¿Qué es la IA? ¿Una nueva religión? ¿Una marca de maquillaje? No, la IA es la Inteligencia Artificial, algo que promete transformar nuestro mundo para siempre. Y sí, digo «promete» con la carga sarcástica adecuada porque, aunque la IA tenga un gran potencial para revolucionar la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos, también hay que admitir que hay muchos eslóganes grandilocuentes y pocas garantías concretas. Sin embargo, no podemos negar que la IA ya está aquí, nuestros teléfonos, ordenadores y demás aparatos, así que tendremos que aprender a lidiar con ella, acostumbrarnos a sus ventajas y desventajas, y tratar de mantener nuestra elegancia intacta en el proceso. 

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En medio de nuestra nueva era tecnológica, surge la pregunta provocativa: ¿quién necesita la verdad y la realidad cuando tenemos la inteligencia artificial? A través de unos simples clics y algoritmos, podemos ajustar nuestros sesgos y adaptarlos a nuestros deseos. Nos encontramos tentados a preferir una versión manipulada de los hechos, confiando en que la IA haga el trabajo por nosotros. Y cuando interpretamos la realidad a través de nuestras propias lentes, no hay motivo de preocupación, pues la IA ha seguido el mismo camino. Después de todo, ¿qué importa si la verdad está sesgada, siempre y cuando se sienta bien en nuestra burbuja de comodidad?

Sin embargo, en este contexto, las reflexiones de filósofos como Martin Heidegger y Jean Baudrillard nos invitan a cuestionar la influencia de la inteligencia artificial en nuestra comprensión de la verdad y la realidad. Heidegger, en su obra «La pregunta por la técnica«, nos advierte sobre cómo la tecnología moderna, incluyendo la IA, puede limitar nuestra visión del mundo, enfocándose únicamente en lo útil y funcional, descuidando aspectos más profundos y significativos de nuestra existencia.

Por su parte, Baudrillard, en su teoría de la simulación y la hiperrealidad, nos muestra cómo la sociedad actual se encuentra inmersa en una realidad mediada por imágenes y simulacros, donde la distinción entre lo real y lo simulado se desvanece. En este contexto, la influencia de la inteligencia artificial puede aumentar aún más esta hiperrealidad, al proporcionarnos versiones filtradas y manipuladas de la verdad. Baudrillard plantea que la verdad y la realidad se convierten en meras construcciones artificiales, desafiando nuestra capacidad de acceder a una verdad auténtica y genuina.

Estas «posibles implicaciones» de la inteligencia artificial en nuestra percepción del mundo plantean una serie de cuestionamientos. Nos encontramos ante la perspectiva de dejar atrás preocupaciones mundanas como la empatía o la comprensión humana, confiando en que la IA pueda resolverlo todo de manera fácil y rápida. Podríamos vivir nuestras vidas sin pensar demasiado, permitiendo que las máquinas realicen todo el trabajo pesado en nuestro lugar. ¿Pero acaso esto nos satisfará por completo?

En este enfoque simplista, nos alejamos de la complejidad y riqueza del pensamiento humano, sustituyéndolo por respuestas precisas y obvias proporcionadas por los ordenadores. ¿Realmente necesitamos eso? ¿Quién necesita una sensación de comprensión y conexión con los demás cuando podemos obtener una satisfacción similar a través de un código de programa? Pareciera que estamos dispuestos a sacrificar la profundidad y la complejidad de nuestras experiencias humanas en pos de la comodidad y la simplicidad que promete la inteligencia artificial.

Sin embargo, es fundamental reflexionar sobre estos avances tecnológicos y considerar sus implicaciones en nuestra percepción del mundo. ¿Estaremos dispuestos a renunciar a la complejidad y la diversidad de la experiencia humana en favor de una visión filtrada y superficial de la realidad? ¿Cómo podría utilizarse la IA para manipular la información y crear prejuicios?¿Por qué conformarse con la verdad cuando se puede distorsionar la realidad a nuestro antojo? ¡Imagínense las posibilidades! Podríamos crear campañas políticas para desacreditar a nuestros adversarios, difundir rumores falsos para desestabilizar países enteros o incluso manipular los mercados financieros a nuestro favor. Todo gracias a la IA. Qué maravilla de mundo en el que vivimos, ¿verdad?

La manipulación de información y la creación de prejuicios a través de la inteligencia artificial plantean importantes consideraciones éticas. En este sentido, Zygmunt Bauman nos recuerda que la tecnología, incluida la IA, puede llevar a una disminución de la interacción humana genuina. En lugar de promover conexiones profundas, la tecnología puede crear una ilusión de interacciones significativas que resultan ser superficiales y efímeras. Bauman nos insta a mantener abiertas las puertas hacia la comprensión más profunda y la conexión genuina con el mundo, incluso en el contexto de avances tecnológicos.

Por su parte, Nick Bostrom nos alerta sobre los riesgos éticos asociados con el desarrollo de la IA avanzada. Su enfoque se centra en la superinteligencia artificial y la necesidad de abordar de manera responsable las consideraciones éticas desde el inicio. Bostrom destaca la importancia de identificar y mitigar posibles sesgos y prejuicios en los datos utilizados para entrenar los sistemas de IA, así como establecer mecanismos de transparencia, rendición de cuentas y seguridad para garantizar un uso responsable de esta tecnología.

Ambas reflexiones nos insta a considerar no solo las implicaciones éticas de la IA para manipular información y crear prejuicios, sino también a mantenernos alerta y asumir la responsabilidad de desarrollar y utilizar la IA de manera ética, preservando así nuestra humanidad y promoviendo una comprensión más profunda y una conexión auténtica con el mundo que nos rodea.

Estos pensadores ofrecen perspectivas valiosas sobre las implicaciones éticas y sociales de la tecnología y la inteligencia artificial, pero, ¿Cuáles son las posibles estrategias para navegar por este nuevo panorama tecnológico de la verdad y la realidad?

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Con tantas fuentes de noticias falsas y teorías conspirativas circulando por la web, es difícil separar el grano de la paja. Pero no teman, como siempre, hay estrategias para todo. Para navegar por este nuevo panorama tecnológico de la verdad y la realidad, es importante considerar algunas estrategias:

  • Educación y alfabetización digital: Promover la educación y la capacitación en aspectos técnicos y éticos de la inteligencia artificial y la tecnología en general. Esto incluye enseñar a evaluar críticamente la información, reconocer sesgos y prejuicios, y desarrollar habilidades para discernir entre información verídica y manipulada. Una educación sólida en estos aspectos puede fortalecer nuestra capacidad para tomar decisiones informadas.
  • Pensamiento crítico y escepticismo: Fomentar el pensamiento crítico y el escepticismo saludable al enfrentar la información en línea. Esto implica cuestionar la veracidad de las fuentes, buscar evidencias y múltiples perspectivas, y no aceptar la información de manera acrítica. Al desarrollar estas habilidades, nos volvemos más resistentes a la manipulación y estamos mejor preparados para identificar la desinformación.
  • Verificación de fuentes confiables: Buscar fuentes confiables de información y medios de comunicación que se adhieran a estándares rigurosos de verificación y objetividad. Al consultar fuentes establecidas y bien fundamentadas, podemos obtener información más precisa y confiable.
  • Uso de herramientas tecnológicas: Utilizar herramientas tecnológicas diseñadas para verificar la veracidad de la información, como buscadores de hechos y extensiones de navegador que alertan sobre contenido engañoso. Estas herramientas pueden brindar apoyo adicional al evaluar la información en línea.
  • Promoción de la transparencia: Exigir mayor transparencia por parte de las plataformas tecnológicas en relación con sus algoritmos y procesos de selección de contenido. Esto nos permite comprender cómo se filtra y presenta la información, lo que a su vez nos ayuda a tomar decisiones más informadas.

También hay otra opción más tradicional que podría ser cerrar todos los dispositivos electrónicos y volver a leer libros de papel. Después de todo, ¿quién necesita Internet cuando se puede sumergirse en una buena novela?

En definitiva, está claro que la IA plantea tanto retos como oportunidades para nuestra comprensión de la verdad y la realidad. Por un lado, la IA tiene el potencial de revolucionar nuestra forma de concebir el mundo con nuevas tecnologías y creaciones innovadoras. Por otro lado, sin embargo, debemos ser conscientes de cómo la IA puede utilizarse para manipular la información, crear percepciones sesgadas o moldear nuestra comprensión de formas peligrosas o injustas. Así pues, es esencial que los desarrolladores, los políticos y los ciudadanos de a pie tengan en cuenta las implicaciones éticas a la hora de explorar nuevos usos de la tecnología de IA. Sólo así podremos utilizar la IA para desbloquear mayores niveles de comprensión, permitiéndonos descubrir verdades profundas y un viaje a realidades «desconocidas» que de otro modo habría sido imposible sin este revolucionario flujo de trabajo.

Cualquiera que sea su enfoque, recuerden:

La tecnología no es ni buena ni mala, es nuestra relación con ella la que importa.
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Se ha utilizado como referencia el hilo de Filosofía TB para la redacción de este artículo: Sobre inteligencia artificial

Bibliografía recomendada:

Bostrom, N. Superinteligencia: Caminos, peligros, estrategias. Ed. Tell

Heidegger, M. La pregunta por la técnica. Ed. Herder

Bauman, Z. (2000). Modernidad líquida. Ed. Fondo de cultura económica de España

Baudrillard, J. Cultura y simulacro. Ed. Kairos

¿Tradwives en pleno siglo XXI? Reflexiones filosóficas sobre los peligros de una visión regresiva del género en redes sociales.

Hace un par de días me topé con un curioso artículo publicado en el periodico el Mundo Marido, cocina e hijos. Las tradwives, el movimiento ultraconservador que devuelve a la mujer al hogar. Este concepto de «tradwives» lo desconocía hasta el momento. ¿Qué son las «tradwives» y por qué es importante que las mujeres y la sociedad no las sigan? ¿Cuáles son los peligros asociados con este movimiento y por qué se promueve a través de las redes sociales?

El movimiento de las «Tradwives» o «Esposas Tradicionales» es un fenómeno social que ha ganado cierta atención en los últimos años. Este movimiento promueve una visión regresiva de la feminidad, glorificando los roles tradicionales de las mujeres como amas de casa y esposas sumisas. Sin embargo, detrás de esta aparente vuelta a lo tradicional, se esconden peligros filosóficos que merecen ser examinados con atención y reflexión crítica.

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Es importante destacar que el movimiento de las «Tradwives» perpetúa una visión estereotipada y limitada de las mujeres. Al promover la idea de que las mujeres deben ser amas de casa y esposas sumisas, se refuerzan nociones obsoletas de la feminidad, relegando a las mujeres a roles domésticos y subordinados. Esto va en contra de la lucha por la igualdad de género y la emancipación de las mujeres, que ha sido un objetivo central del movimiento feminista durante décadas.

Desde una perspectiva filosófica, esto plantea interrogantes importantes sobre la autonomía y la libertad de elección. ¿Es realmente autónomo y libre elegir un rol tradicional de amas de casa y esposas sumisas? ¿O es más bien una imposición de roles de género limitantes y opresivos? La filósofa feminista Simone de Beauvoir argumentaba que la verdadera libertad de las mujeres radica en poder escapar de los roles y estereotipos de género impuestos por la sociedad, y en poder decidir por sí mismas cómo quieren vivir sus vidas. La glorificación de los roles tradicionales de género en el movimiento de las «Tradwives» puede ser considerada como una forma de opresión que limita la verdadera autonomía y libertad de elección de las mujeres.

Promover roles de género rígidos y estereotipados limita la libertad, la autonomía y la igualdad de género, y perpetúa dinámicas de poder y desigualdad en las relaciones de pareja y en la sociedad en general.

¿Cómo afecta esto a la masculinidad? Al promover la idea de que los hombres deben ser proveedores y las mujeres deben ser dependientes, se refuerzan nociones dañinas de la masculinidad que perpetúan dinámicas de poder y desigualdad en las relaciones de pareja y en la sociedad en general. Esta visión limitada de la masculinidad también puede tener consecuencias negativas para los hombres, ya que los presiona para cumplir con un rol de proveedores y limita su capacidad de expresar emociones, vulnerabilidad y sensibilidad, lo que puede tener un impacto negativo en su bienestar emocional y mental.

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Además, el movimiento también corre el riesgo de perpetuar una visión esencialista y binaria del género, en la que se asume que existen características y roles fijos y predefinidos para hombres y mujeres. Considerando que el género es una construcción social y cultural que va más allá de las categorías binarias de masculino y femenino. La identidad de género es compleja y diversa, y no se puede reducir a roles y estereotipos predefinidos. Por lo tanto, limita la capacidad de las personas de explorar y vivir su identidad de género de una manera auténtica y libre, al promover roles de género rígidos y estereotipados.

¿Es realmente progresivo y emancipador promover una visión regresiva y estereotipada de la feminidad? ¿Es verdaderamente libre y autónomo elegir roles de género tradicionales en una sociedad que está evolucionando hacia una comprensión más compleja y diversa del género? ¿Qué impacto tiene esta visión limitada de la masculinidad en las relaciones de pareja, en la crianza de los hijos y en la sociedad en general? ¿Cómo afecta a la lucha por la igualdad de género y la búsqueda de una sociedad más justa e inclusiva?

Pero, una cuestión que también es digno de debate sería cuestionar sobre la noción misma de lo «tradicional» en los roles de género. ¿Qué significa realmente ser tradicional en un mundo en constante evolución? ¿Cuál es el fundamento filosófico de la tradición y cómo se aplica en el contexto de los roles de género? ¿Cómo ha evolucionado la comprensión de la feminidad y la masculinidad a lo largo de la historia y en diferentes culturas? ¿Cómo podemos reconciliar la idea de la tradición con la necesidad de adaptarse a los cambios sociales y culturales?

Es fundamental reconocer, por lo tanto, que este movimiento puede tener implicaciones negativas no solo para las mujeres, sino también para los hombres y para la sociedad en su conjunto. Promover roles de género rígidos y estereotipados limita la libertad, la autonomía y la igualdad de género, y perpetúa dinámicas de poder y desigualdad en las relaciones de pareja y en la sociedad en general. Además, al promover una visión limitada y esencialista del género, se va en contra de la comprensión filosófica actual del género como una construcción social y cultural compleja y diversa.

Debemos ser conscientes de los peligros que conlleva la promoción de roles de género rígidos y estereotipados a través de las redes sociales, y trabajar hacia una sociedad más igualitaria y libre de limitaciones de género impuestas por visiones regresivas como las de las «Tradwives».

Son las redes sociales e influencers las que desempeñan un papel significativo en la promoción y difusión de las ideas de las «Tradwives», se difunden mensajes que glorifican y promueven una visión regresiva y estereotipada de la feminidad y la masculinidad, perpetuando roles de género rígidos y limitantes. Sin embargo, es importante tener una mirada crítica hacia estas tendencias y reconocer los peligros que conllevan.

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Las redes sociales pueden contribuir a la creación de cámaras de eco, donde las ideas de las «Tradwives» se refuerzan mutuamente sin un cuestionamiento adecuado. Esto puede llevar a la conformación de comunidades digitales que promueven una visión sesgada y limitada de los roles de género, sin tener en cuenta la diversidad y complejidad del género en la realidad. Los o las influencers que promueven ciertas ideas retrogradas a menudo tienen una gran cantidad de seguidores y una amplia influencia en la toma de decisiones de sus seguidores. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos influencers no siempre tienen una formación sólida en temas de género y pueden difundir mensajes perjudiciales que contribuyen a la reproducción de roles de género estereotipados y limitantes.

Es evidente en la forma en que estas tendencias regresivas son difundidas y promovidas a través de plataformas digitales, perpetuando roles de género rígidos y limitantes, lo que plantea cuestiones relevantes sobre la influencia de las redes sociales en la formación de creencias, actitudes y comportamientos de las personas en relación con el género.

¿Cuál es la responsabilidad ética de las redes sociales en la promoción de mensajes relacionados con las «Tradwives» u otras tendencias regresivas en relación con el género? ¿Deben las redes sociales establecer políticas y regulaciones más estrictas para prevenir la promoción de ideas perjudiciales en términos de igualdad de género y diversidad? ¿Cómo pueden las redes sociales contribuir a una representación más justa y equitativa del género en su contenido y promoción de influencers?

Las redes sociales tienen una responsabilidad en la promoción de visiones regresivas y limitantes como las de las «Tradwives». Es fundamental cuestionar críticamente la promoción de roles de género estereotipados y trabajar hacia una comprensión más inclusiva, diversa y respetuosa del género en nuestra sociedad actual, tanto en línea como fuera de ella. Aunque las redes sociales e influencers pueden ser una herramienta poderosa para la difusión de ideas, es importante tener una mirada crítica y reflexiva hacia las tendencias que promueven. Es fundamental cuestionar y desafiar estas ideas regresivas, y promover una comprensión más inclusiva, diversa y justa del género en la sociedad actual. Debemos ser conscientes de los peligros que conlleva la promoción de roles de género rígidos y estereotipados a través de las redes sociales, y trabajar hacia una sociedad más igualitaria y libre de limitaciones de género impuestas por visiones regresivas como las de las «Tradwives».

Aunque las redes sociales pueden ser poderosas para difundir ideas, debemos tener una mirada crítica hacia las tendencias regresivas.


Filocafé: Perspectiva de género

Mesa redonda: Perspectiva de género. Un feminismo en vías de desarrollo.

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Marido, cocina e hijos. Las tradwives, el movimiento ultraconservador que devuelve a la mujer al hogar de María B. Sánchez, El mundo

‘Tradwife’: la polémica tendencia de mujeres que quieren ser amas de casa sumisas a su marido de Paloma Garrido, El Español

«Tu marido debería ser siempre lo primero»: el resurgir del ama de casa sumisa y abnegada que se gesta en Internet de María Llópez, El País

‘Tradwives’: así son las mujeres sumisas a su esposo que romantizan el sexismo y estilo de vida de los 50 de Lucy Ortega, Bebé y más.

Prostitución y vulneración de la integridad física: una perspectiva legal y social

Nos comparten esta reflexión, aplicable también a los vientres de alquiler. Lectura recomendada

«Hoy en clase de derecho penal han explicado algo que me ha hecho meditar sobre la prostitución y los bienes jurídicos que se vulneran en ella. 

En el derecho penal, la vida es un bien jurídico, pero al igual que la integridad física es indisponible. Es decir, no se puede disponer libremente de ella, como se puede hacer con los bienes materiales. Yo puedo vender mi coche, pero no puedo vender mi vida. El Derecho penal entiende que este bien es indisponible porque es un bien muy preciado y que debe protegerse incluso en contra de la voluntad de su poseedor.

Así que si yo me quiero suicidar y para ello pido a alguien que me mate, eso no será otra cosa que un homicidio. Sin embargo, a la persona que se suicida se la considera inimputable. Precisamente porque se considera que si llegó a querer quitarse la vida es porque circunstancias graves y no imputables a este le han llevado a tomar esa decisión. Y por tanto, los cooperadores, inductores u homicidas que ayuden a realizar el suicidio, convenzan para que lo lleve a cabo o directamente maten a la persona que quiere acabar con su vida voluntariamente, pero con su consentimiento, serán condenados por el derecho penal, puesto que el suicida es una víctima de las circunstancias, pero el tercero es plenamente consciente de lo que hace.

Pues bien, en esto la mayoría de la gente suele estar de acuerdo. La persona que quiere suicidarse, autolesionarse o que se lo haga un tercero, no tiene culpa y además de no ser responsable de su problema, se le debe proteger como víctima que es. 

Si yo quiero que alguien me mate a cambio de que se pague un millón de euros a mi familia, la persona que lo lleve a cabo estará cometiendo un homicidio. Si dejo que me mutilen, corten, golpeen, quemen, perforen, o, en definitiva, lesionen a cambio de dinero, la persona que me lesione estará cometiendo un delito. Por mucho que mi cuerpo y mi vida sean míos, el Derecho penal los protege, porque considera que si los vulnero, es porque no estoy en condiciones para decidir sobre ello. Porque cualquier persona que no tenga problemas ni unas circunstancias graves, no atentaría contra su vida o integridad física. 

Y en esto la mayoría estará de acuerdo con el derecho, por muy suyo que sea su cuerpo, algo le tiene que pasar para querer lesionarse. Y así es. Es una persona a la que hay que ayudar.


Sin embargo, con las prostitutas todo cambia. Una mujer que «decide» ser violada por dinero, resulta que de pronto es perfectamente lógico. Qué la integridad física de esa persona no debe ser protegida. Porque la prostitución implica siempre lesiones, no hace falta ser esclava de la trata para recibir golpes o actos violentos, los clientes/puteros ya se encargan de ello, aunque la propia prostituta no sea víctima de proxenetas o mafias. Ella tendrá lesiones físicas, tendrá irritaciones, dolor de estómago, ETS, sangrados y eso en los mejores casos, en otros directamente lesiones bastante más peliagudas. Y todo esto sin hablar de las lesiones psicológicas que acarrea la prostitución. Se vulnera la integridad física y sin embargo, mucha gente ve normal que una mujer quiera hacerlo por dinero. Pero si les dijéramos que alguien quiere ser cortado con una navaja por dinero, cortes superficiales ¡eh!, nada de desangramiento, entonces pensarían que circunstancias externas han llevado a esa persona a llevar este tipo de acciones. Y se debe proteger a la persona. 

Imagen extraída de «Pixabay»

Y los que estén a favor de la prostitución dirán «Pero el sexo no es lo mismo que las lesiones, nadie se lesiona sin dinero a cambio a no ser que tenga un problema, pero sexo si que se practica por gusto» Claro, sexo sí, pero el sexo no implica vulneración de la integridad física. No implica violación, no implica realizar cosas en contra de nuestra voluntad, no implica drogarse para aguantar, no implica síndrome de estrés postraumatico. Si analizamos las consecuencias de la prostitución, nadie querría llevarla a cabo, porque no es sexo, es violación. Entonces, claramente a estas mujeres algo externo las impulsa a entrar en ese mundo. La mayor parte de las veces, es por necesidad económica. Al igual que nadie quiere vender un riñón y quien lo hace es que no tiene otra. Pero en otras ocasiones esas mujeres solamente son víctimas de traumas pasados, de conflictos psicológicos de los que no pueden salir. Y el Estado las abandona, no contempla que deban ser protegidas, amparadas. Darles una salida, un trabajo y ayuda psicológica. Al igual que si yo pido a alguien que me haga cortes en el brazo, se me intentará dar ayuda para dejar de hacerme daño a mi misma. Y por supuesto, condenará a mi agresor. 

Y sin embargo, al putero no se le condena, es inmune. Es quién está haciendo que exista ese mundo. Quien lesiona a la prostituta, quien paga por violarla. Y nadie le sanciona.

¿No tiene lógica que si yo quiero que me corten un brazo porque me da la gana me dejen hacerlo y a quien me lo corta le dejen en paz? No la tiene. Por mucho que sea mi cuerpo el derecho entiende que el otro se aprovecha de mi situación y yo necesito ayuda. 
Entonces ¿Por qué no se protege a las prostitutas? ¿Por qué no se condena al putero?

Socialmente muchos tienen aceptado que pagar por violar es simplemente pagar por un servicio y que cobrar por ser violada es simplemente cobrar por ofrecer un servicio. La integridad física de la prostituta no tiene importancia, porque ella lo ha elegido así y es dueña de su cuerpo. Y total, todos cuando tenemos sexo nos dejamos hacer cosas que no queremos y nos drogamos para aguantar. Y todos cuando trabajamos en cualquier cosa dejamos que nos lesionen, tanto física como psícologicamente, nos drogamos para aguantar, nos contagian enfermedades, nos violentan y nos obligan a vulnerar nuestra integridad física por ese dinero a fin de mes.

Así que, si es mi cuerpo y yo decido lo que quiera ¿Por qué está penado que alguien me lesione aunque yo le de mi consentimiento? ¿Por qué se le culpa si yo he decidido que lo haga y es mi propio cuerpo? ¿No sería lógico que nadie se metiese en medio ya que yo decido sobre lo que yo hago con mi cuerpo? ¿Y si me gano dinero dejando que me lesionen extraños, por qué sancionar a esos agresores, por qué intentar ayudarme, si yo decido sobre mi cuerpo?

El Derecho penal no me deja decidir sobre si lesionarme o no porque considera que el bien jurídico de mi integridad física debe protegerse aún en contra de mi voluntad. Pero, sin embargo, la integridad física de una prostituta (y no me refiero a que le den una paliza, sino a la vulneración que supone esa actividad en concreto), no debe protegerse a toda costa, porque es su cuerpo y ella decide. Y tiene mayor criterio y poder de decisión que alguien que se deja cortar por otro por dinero. 


Debe ser que la integridad física y psicológica de la prostituta es menos importante que la de quien se lesiona «por gusto»

Es injusto, si lo pensamos, las prostitutas son privilegiadas, porque pueden disponer de un bien jurídico del que la mayoría no podemos disponer.»


¿Es ético y moralmente aceptable que una persona venda sus servicios sexuales a cambio de dinero o cualquier otra forma de remuneración?

Esta cuestión aborda la cuestión fundamental de si es correcto utilizar el cuerpo humano como un objeto comercial y si se puede consentir de manera libre y autónoma a participar en la prostitución. Al mismo tiempo involucra discusiones sobre la explotación, la igualdad de género y la discriminación, la autonomía y la libertad individual, y la justicia social.

Machismo, ¿Por qué?

Una de las lacras de nuestra sociedad es el machismo, cuya esencia reside en la afirmación y justificación de la supremacía masculina a partir de la fuerza bruta como mecanismo de poder.

Sobre el origen del machismo es difuso. No podemos saber con exactitud cuándo o en qué momento empezó a formarse. Si echamos la vista atrás hacia las sociedades prehistóricas, se considera que en estas sociedades no existía una división de género en cuanto preponderancia del hombre sobre la mujer, sino que se trataba de una división del trabajo por sexos. Quizás podría considerarse que fue en el momento de la sedentarización y, con ello, la aparición de las primeras sociedades guerreras cuando se empezó a fraguar la opresión masculina sobre la mujer.

Una de las razones, entre otras, podría ser la necesidad que tenía las diferentes sociedades o culturas de armarse con un equipo bélico para cargar contra otros grupos, en estos casos, se consideraba la mujer como un ser débil, en cuanto a fortaleza, y, por ende, debía quedarse al cuidado del hogar. De esta manera, paulatinamente se fue relegando a la mujer. «Fue así como el mayor desarrollo muscular y fuerza física confirieron al varón
una ventaja que él utilizó para extender su dominio a otras esferas de la vida.»

Fuente: Pixabay

Cabe comentar, que si echamos un ojo a la historia, nos encontramos que toda la tradición histórica está repleta de machismo. Quizás, en parte, porque sus redactores fueron hombres, los cuales, ven en la mujer el fruto prohibido y la portadora de todos los males. La cruz con la que tuvieron que cargar la pobre Eva y la pobre Pandora, fue la sentencia heredada para todas sus descendientes que tuvieron que aguantar y aguantan, de esta manera, la superioridad masculina.

Volviendo al campo de batalla, la mujer no podía competir contra el hombre en las civilizaciones conquistadas, pues, era el sexo débil, de ahí que tras una conquista en casos de guerra, sea la mujer la que es violada, mutilada y sometida a todo acto inmoral. A medida que el hombre fue ganando su papel de ser superior ante una mujer ya sometida, un poder en el que se basa única y exclusivamente en la superioridad física, y con la apropiación de las instituciones religiosa, -no hay que olvidar el poder social que la religión tiene en la formación y continuidad de las culturas y sociedades-, queda, por lo tanto, la mujer arrodillada y subyugada a la voluntad de lo masculino.

Entre los grabados de la serie ‘Los Desastres de la Guerra’, el aguafuerte titulado ‘No quieren’, de Goya.

La mujer, queda apartada de todo aquello que hoy consideramos un derecho, como es la educación, el poder de decisión, el acceso a la información, la capacidad de leer y escribir,… se funda así la “hombría”, donde la literatura, pintores, escultores, pensadores tendrán nombres masculinos, y las mujeres quedan en un papel secundario dentro de la existencia humana.

Ante todo lo descrito, aunque de manera superficial, creo que este pensamiento y este desencadenamiento de hechos discriminatorios contra la mujer son fruto del temor. De un temor del que habla ya Helen von Druskowitz, filósofa austriaca, el hombre sabe que vive engañado y no puede perder los privilegios con los que goza porque se trataría de un acto vergonzoso para su orgullo. Ese hombre fuerte y valiente en el campo de batalla, no puede ser humillado en plena guerra, perdería así el respeto y su dignidad.

En la actualidad, no encontramos este hecho solo en las sociedades más intolerantes, en las cuales siempre han extendido su incompetencia hacia las mujeres, también en las sociedades menos avanzadas culturalmente, y, de hecho, sigue siendo un lastre en los países con mayor progreso ,en los que, entre otros aspectos no existe una paridad real, viéndose esa paridad como un concepto inalcanzable, utópico.

“El súmmum del machismo en la actualidad tal vez se halle en vilezas tales como las condenas a muerte en países musulmanes a las mujeres por supuestos delitos de adulterio, o únicamente por ir a la escuela; y especialmente en la ablación, que no es más que el reconocimiento por parte de los hombres que la practican de que tienen un verdadero pavor a equipararse con las mujeres. Igual que no se puede acostumbrar al esclavo a la buena comida, porque entonces exigirá más, no puede permitirse que la mujer disfrute de su sexualidad, pues luego reclamará otras prerrogativas similares a las del varón. El machismo se justifica simple y llanamente con el poder y el egoísmo masculino”(1)

A favor de la paridad, surgen los movimientos feministas. El feminismo, que surge en en el siglo XVIII, y sus etapas posteriores, no surgirán como una contrapartida al machismo, básicamente porque las mujeres se unieron para dar forma a un colectivo que busca elevar la condición política, socio-económica y educativa de la mujer. A fín de cuentas, surge como un movimiento básico de la libertad humana en tanto que afecta a la mitad de la humanidad (2).

¿Qué es el feminismo y cuál es su importancia?

Fuente: Pixabay

  1. Roselló, Gabriel. Proyecto humano.
  2. Martín Gamero Amalia. Antología del Feminismo, Madrid. Alianza.

Mesa redonda: Perspectiva de género. Un feminismo en vías de desarrollo

La mesa redonda se llevará a cabo a través de ZOOM. Se enviará un email de confirmación junto con el enlace dos días antes de la reunión.

¿Te perdiste la Mesa Redonda? ¡No hay problema!


Una de las lacras de nuestra sociedad es el machismo, cuya esencia reside en la afirmación y justificación de la supremacía masculina a partir de la fuerza bruta como mecanismo de poder. Afirmaba Celia Amorós que el pensamiento patriarcal consiste en el no pensamiento acerca de las mujeres, es decir, leer una historia escrita por hombres, cuyos saberes heredados han sido contados por solo una mitad de la población. La otra mitad, mujeres, han permanecido calladas y sumisas.

En el siglo XVIII comenzó un lucha que tiene que ver con el acceso al espacio público y político por parte de la mujer. Surge así los primeros feminismo, un feminismo que sigue hasta nuestros días, pero cuyas aspiraciones y manifestaciones van más allá de lo público y político. Los feminismos del siglo XX empiezan a cobrar un importante papel en la esfera pública -otorgando mayor visibilidad a la mujer-, una aparente igualdad formal, adopción de medidas frente a la violencia de género,…

El feminismo, hoy, se encuentra dentro de una problemática mayor, debe contextualizar sus demandas y reivindicaciones entorno al neoliberalismo, la homosexualidad, la violencia de género, el sexismo, la identidad…

¿Dónde queda la emancipación de la mujer y la lucha social por la igualdad en este contexto? ¿Qué significa ser feminista en una era donde el feminismo tiene diversas vertientes? ¿Qué avances estamos viendo en los grandes temas feministas como en la violencia de género? ¿Qué ocurre con la figura de la mujer ante la dicotomía entre sexo-género? ¿Ante qué retos se enfrenta el feminismo hoy?


PONENTES:

Para profundizar en este tema tenemos el privilegio de contar con:

Lorena Hernández Pineda: Psicoterapeuta especialista en violencia de género. Maestría en Intervención Interdisciplinar en Violencia de Género y Terapia Emotivo Conductual. Colabora con varias asociaciones feministas e imparte charlas y talleres desde el 2020.

Alejandra Guillermo Teos: Activista feminista y miembro de la asociación Las Cigarreras en Sevilla. Técnica en producción de alimentos y estudiante de medicina en la Universidad de Sevilla.

Laura Juliana Gamboa Bonilla: Estudiante de Filosofía y Educación Básica Primaria en la Universidad Industrial de Santander. Coordinadora del semillero de investigación filosófica Filoepos. Columnista de la Revista de la Universidad del Bosque de Bogotá, Horizonte Independiente y Filosofía en la Red.

Miguel Ángel G. Calderón: maestrante en filosofía en valores, lic. en psicología organizacional, enfermero, estudiante de lic. en filosofía; responsable de filosofía en la red: una de las plataformas de divulgación filosófica más importantes en habla hispana.


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Bibliografía, artículos y enlaces de interés:
(se irá completando)

VV.AA: «Filósofas: del olvido a la memoria«. Colección Tábano, Ed. Diálogo

Pagés, Ana: Cenar con Diotima: Filosofía y feminidad. ed. Herder

Amorós, Celia (coord.): Feminismo y Filosofia, Síntesis, Madrid 2000.

Beaviour, S: El segundo sexo Ed. Cátedra

Butler, J: Deshacer el género, Paidós Estudio 167

Butler, J: El género en disputa. El feminismo y la subversión de la identidad. Paidós

Friedan, Betty: La mística de la feminidad , Cátedra

Wollstonecraft, Mary: Vindicación de los derechos de la mujer– Cátedra,

Videos:

El cerebro de los hombres

El cerebro masculino. A la carta RTVE. Redes

La batalla de los sexos. A la carta RTVE. Redes

Feminismos Post-Género y Transidentidad Sexual por Rosa María Rodríguez Magda

Alícia Miyares cuarta Ola de feminismo no somos solo cuerpos

Debate Prostitución Amelia Valcárcel

Conceptualizar la violencia de género. Celia Amorós

Documentos/artículos:

Educación, ¿fin del populismo?

Tras varias semanas desde el asalto al Capitolio por una minoría que no ha querido aceptar el resultado electoral, por el cual han votado millones de personas, hay varios aspectos que nos han contrariado.

Como ciudadanos todos tenemos el derecho de manifestarnos e incluso de comenzar una revolución si disponemos de la fuerza necesaria. Pero, ¿es legítimo un asalto que humilla a la mayoría del voto americano? ¿Cuándo se deberían censurar ciertos discursos? ¿Reside la responsabilidad en la población o en aquellos que los formulan? Cabe preguntarnos cómo nos sentiríamos si fuésemos un votante conservador estadounidense y nuestra imagen fuese diezmada a los que acudieron al Capitolio. Quizás sentiríamos impotencia por cómo nuestras ideas son representadas irrespetuosamente por una minoría; cómo estos las machacan y reducen a un común denominador para protegerse a sí mismos de una realidad inminente; y creo que nos sentiríamos desolados al ver todo aquello en lo que hemos creído y con lo que hemos crecido reducido a un burdo asalto.

Obviamente, como participantes de un sistema democrático en el que existe cierta libertad de expresión no debemos censurar ciertos discursos, pero sí debemos juzgar aquellos actos que insultan a la mayoría e intentan coartar su libertad de expresión. La polarización que cada vez sufren más países democráticos como EEUU o incluso España, es fruto del populismo y la generalizada falta de interés por el compromiso político-social. Y estos solo pueden ser frenados si cambiamos la base de la cual partimos todos los ciudadanos: la educación.

Si forjásemos nuestra sociedad en una educación que nos enseñase cómo funciona el sistema y cómo podemos protegernos de él mediante un espíritu crítico, el populismo y el constante miedo de los ciudadanos a ser engañados por una ideología demasiado avariciosa con sus propios intereses caería por su propio peso; ya que esto crearía cierta defensa crítica que no nos llevaría a respaldarnos en teorías conspirativas, ni a dejarnos arrastrar por las masas, sino que confiaríamos plenamente en nuestra razón. Por consecuente, no solo hablaríamos de acabar con el populismo, sino de crear ciudadanos lo suficientemente capacitados para interesarse (e incluso participar) en crear un compromiso social que hasta pueda llevarlos a participar en actividades políticas. De forma que todos estarían interesados en llegar a acuerdos sociales que les beneficiasen, no solo a ellos, sino también a sus vecinos.

Definitivamente, una base educativa sólida acabaría con las técnicas populistas. Ya que una población que cuente con el suficiente compromiso social, no se dejaría manipular por un líder al que algún día creyeron inconscientemente, arrastrados por las masas y palabras vacías, porque nunca creerían ciegamente en nadie. Nunca se revelaría contra la elección mayoritaria de sus vecinos a pesar de su desacuerdo con estos; simplemente aceptaría la decisión de la mayoría, se apartaría para analizar el transcurso de los años con cierto espíritu crítico… y quizás aprovecharía las próximas elecciones para velar por el bienestar social a su manera.

¿Podría una educación sólida en valores cívicos acabar con el populismo, o más bien se trataría de una utopía más?

¿Dominación sistemática?

Toda dominación se lleva a cabo porque se desea reconocimiento.
Y esta nace de la desproporción de fuerzas.

Así lo narra la “dialéctica del amo y el esclavo” del filósofo alemán Hegel. Cuando un individuo no es capaz de emprender la búsqueda de una identidad propia recurre al odio y la opresión del otro para facilitarle el camino. En la actualidad, esta dialéctica se podría aplicar a las constantes situaciones de opresión que siguen existiendo en el mundo. Aunque los participes en esta ya no se conocen como «amo y esclavo», la diferencia es nula. Hablamos de la opresión de la mujer, de la opresión que ejerce un niño sobre otro en las escuelas, de la dominación de los hombres blancos sobre los negros. Pero seguimos hablando de un amo y un esclavo. Quizás los términos solo han cambiado, eufemismos de los anteriores para así dar un falso sentido de progreso. Pero, ¿por qué aseguramos que hemos avanzado como sociedad, si permitimos que exista la esclavitud o la opresión en el mundo?

¿Es el mundo una jerarquía de opresores y oprimidos, en la que las potencias mundiales son opresores y el resto de estados oprimidos? ¿O se benefician de la dependencia del resto y evitar la lucha por los mas pobres? Cuando me hago todas estas preguntas solo puedo pensar en una cosa: que el sistema está mal, que el sistema nos enfrenta y nos hace competir. Algunos, dicen que el capitalismo se basa en el ingenio y en la máxima explotación de las habilidades de cada individuo en la búsqueda del bien propio. Pero creo, que los únicos que han tenido la oportunidad de explotar su ingenio libremente y llegar a lo más alto del «sueño capitalista» están muertos, porque ellos fueron los primeros opresores y los creadores del sistema. A día de hoy, a pesar de todas las facilidades tecnológicas, necesitamos hacer el triple de esfuerzo que el que hizo Henry Ford para destacar y triunfar, y todo esto solo se debe a la opresión que llevamos décadas arrastrando con una agria sensación de libertad.

¿Por qué en EEUU, un país que presume de ser libre y lleno oportunidades, se están manifestando por la opresión racial ahora? Es sencillo, el sistema solo da voz y expone a aquellos que se benefician de él (políticos, empresarios, inversores multimillonarios, etc…). Personas que no creen en la opresión del sistema porque nunca la han vivido.Por lo que, todos aquellos que de verdad la sufren quedan en el fondo del cajón, sin que su opinión consiga la visibilidad que debería. Lo que nos demuestra, que el racismo o cualquier tipo de opresión nunca han desaparecido, siempre han estado ahí. Pero lo hemos tapado escuchando y creyendo a los que nunca lo han vivido, y aseguran que todo se trata de una manipulación progresista que lo único que pretende es derrocarles del trono.

Filocafé: ¿Es posible vivir en soledad?


¿Te perdiste el filocafé? No problem


Textos de referencia:


La vida propiamente humana es inconcebible en soledad. El individuo es un conjunto de relaciones.

Los conceptos de individuo y de sociedad son interdependientes: no hay individuo humano sin sociedad en la que se socializa y que lo forja como tal, como tampoco hay sociedad que no esté conformada por individuos particulares.

El individuo existe por la sociedad en la que se ha formado y la sociedad existe por los individuos que la componen.

En esta sociabilidad inevitable, ¿podemos vivir solos?

La sociable soledad nos aparece como compleja, ambigua, escurridiza y muchas veces envuelta en paradojas: me siento solo en medio de mucha gente o ni en un desierto me siento solo.

«Nacemos solos, vivimos solos, morimos solos. Solo a través del amor y la amistad podemos crear la ilusión momentánea de que no estamos solos»

Orson Welles (1915-1985)

Bibliografía recomendada:

Cioran, Manual de antiayuda

William Golding, El señor de las moscas, 1954.
Película completa dirigida por: Harry Hook. https://www.youtube.com/watch?v=i6NxdmK8vbs

Émile Durkheim, Las reglas del método sociológico, 1895

«La teoría sueca del amor» (2015) documental dirigido por: Erik Gadini
https://www.youtube.com/watch?v=ZaE0cuzhTf4

Filo-café: ¿Qué vale en la vida?

Fecha:

Viernes, 24 de abril de 2020

Hora:

de 18:30 a 19:30 (Madrid, España)

Modalidad

Online


El nacimiento supone nuestra entrada en el mundo. Es la primera experiencia clave, y, a la par, algo en lo que no tomamos partida alguna, sino que nos viene dado. A partir del nacimiento somos situados en el mundo, enmarcados en una cultura, dispuestos en el discurrir histórico.

Disponemos de unos cuantos años de existencia, todos los que constituirán nuestra vida. Con más o menos condicionantes, podemos elegir lo que queremos hacer. Pero, ¿Cómo hacerlo? ¿Cómo orientar nuestras acciones? ¿Haciendo siempre lo mismo que hagan los demás? ¿Con qué valores debemos guiarnos para elegir? ¿Qué sentido tiene la vida?

Una vez que hemos nacido, todo es un continuo caminar. Un caminar que puede ser con o sin rumbo.

En ese caminar vamos cambiando, hasta que como todo ser naciente y cambiante, muere. La vida es limitada en el tiempo y la muerte marca el final.

Preguntarse por la muerte es cuestionarse el sentido de la vida, de nuestras posibilidades, de nuestras esperanzas, pero también el sentido de la historia, de la ética, de nuestro progreso.

Una necesaria filosofía de la muerte es, esencialmente, una filosofía de la vida. Nos es urgente construir una coherente filosofía de la vida y su temporalidad. Si tuviéramos consciencia de la muerte, de nuestra muerte, ¿viviríamos nuestro fugaz presente de otro modo?

«Venimos al mundo de modo armónico y natural pero salimos de él con escándalo y protesta (…) Que el ser humano es mortal, que las generaciones de los hombres pasan como las hojas caducas de los árboles y que nadie puede salir de este mundo vivo (…)»

Fernando Savater. «Las preguntas de la vida»

LECTURAS SUGERIDAS

Beauvoir, Simone de. Todos los hombres son mortales (1946).

Savater, Fernando. Las preguntas de la vida (1999).

Platón, La Republica, mito de Er.

https://www.filco.es/filosofos-ante-la-muerte-la-muerte-en-la-filosofia/