Machismo, ¿Por qué?

Una de las lacras de nuestra sociedad es el machismo, cuya esencia reside en la afirmación y justificación de la supremacía masculina a partir de la fuerza bruta como mecanismo de poder.

Sobre el origen del machismo es difuso. No podemos saber con exactitud cuándo o en qué momento empezó a formarse. Si echamos la vista atrás hacia las sociedades prehistóricas, se considera que en estas sociedades no existía una división de género en cuanto preponderancia del hombre sobre la mujer, sino que se trataba de una división del trabajo por sexos. Quizás podría considerarse que fue en el momento de la sedentarización y, con ello, la aparición de las primeras sociedades guerreras cuando se empezó a fraguar la opresión masculina sobre la mujer.

Una de las razones, entre otras, podría ser la necesidad que tenía las diferentes sociedades o culturas de armarse con un equipo bélico para cargar contra otros grupos, en estos casos, se consideraba la mujer como un ser débil, en cuanto a fortaleza, y, por ende, debía quedarse al cuidado del hogar. De esta manera, paulatinamente se fue relegando a la mujer. «Fue así como el mayor desarrollo muscular y fuerza física confirieron al varón
una ventaja que él utilizó para extender su dominio a otras esferas de la vida.»

Fuente: Pixabay

Cabe comentar, que si echamos un ojo a la historia, nos encontramos que toda la tradición histórica está repleta de machismo. Quizás, en parte, porque sus redactores fueron hombres, los cuales, ven en la mujer el fruto prohibido y la portadora de todos los males. La cruz con la que tuvieron que cargar la pobre Eva y la pobre Pandora, fue la sentencia heredada para todas sus descendientes que tuvieron que aguantar y aguantan, de esta manera, la superioridad masculina.

Volviendo al campo de batalla, la mujer no podía competir contra el hombre en las civilizaciones conquistadas, pues, era el sexo débil, de ahí que tras una conquista en casos de guerra, sea la mujer la que es violada, mutilada y sometida a todo acto inmoral. A medida que el hombre fue ganando su papel de ser superior ante una mujer ya sometida, un poder en el que se basa única y exclusivamente en la superioridad física, y con la apropiación de las instituciones religiosa, -no hay que olvidar el poder social que la religión tiene en la formación y continuidad de las culturas y sociedades-, queda, por lo tanto, la mujer arrodillada y subyugada a la voluntad de lo masculino.

Entre los grabados de la serie ‘Los Desastres de la Guerra’, el aguafuerte titulado ‘No quieren’, de Goya.

La mujer, queda apartada de todo aquello que hoy consideramos un derecho, como es la educación, el poder de decisión, el acceso a la información, la capacidad de leer y escribir,… se funda así la “hombría”, donde la literatura, pintores, escultores, pensadores tendrán nombres masculinos, y las mujeres quedan en un papel secundario dentro de la existencia humana.

Ante todo lo descrito, aunque de manera superficial, creo que este pensamiento y este desencadenamiento de hechos discriminatorios contra la mujer son fruto del temor. De un temor del que habla ya Helen von Druskowitz, filósofa austriaca, el hombre sabe que vive engañado y no puede perder los privilegios con los que goza porque se trataría de un acto vergonzoso para su orgullo. Ese hombre fuerte y valiente en el campo de batalla, no puede ser humillado en plena guerra, perdería así el respeto y su dignidad.

En la actualidad, no encontramos este hecho solo en las sociedades más intolerantes, en las cuales siempre han extendido su incompetencia hacia las mujeres, también en las sociedades menos avanzadas culturalmente, y, de hecho, sigue siendo un lastre en los países con mayor progreso ,en los que, entre otros aspectos no existe una paridad real, viéndose esa paridad como un concepto inalcanzable, utópico.

“El súmmum del machismo en la actualidad tal vez se halle en vilezas tales como las condenas a muerte en países musulmanes a las mujeres por supuestos delitos de adulterio, o únicamente por ir a la escuela; y especialmente en la ablación, que no es más que el reconocimiento por parte de los hombres que la practican de que tienen un verdadero pavor a equipararse con las mujeres. Igual que no se puede acostumbrar al esclavo a la buena comida, porque entonces exigirá más, no puede permitirse que la mujer disfrute de su sexualidad, pues luego reclamará otras prerrogativas similares a las del varón. El machismo se justifica simple y llanamente con el poder y el egoísmo masculino”(1)

A favor de la paridad, surgen los movimientos feministas. El feminismo, que surge en en el siglo XVIII, y sus etapas posteriores, no surgirán como una contrapartida al machismo, básicamente porque las mujeres se unieron para dar forma a un colectivo que busca elevar la condición política, socio-económica y educativa de la mujer. A fín de cuentas, surge como un movimiento básico de la libertad humana en tanto que afecta a la mitad de la humanidad (2).

¿Qué es el feminismo y cuál es su importancia?

Fuente: Pixabay

  1. Roselló, Gabriel. Proyecto humano.
  2. Martín Gamero Amalia. Antología del Feminismo, Madrid. Alianza.

Construyamos un cuento (3-6 años)

Seguimos con la dinámica del taller «Jugando con las palabras».

Antes de empezar la sesión es necesario hacer una recapitulación de lo que hemos trabajado hasta el momento. Es importante que los niños y niñas sigan la dinámica para que el objetivo último: La expresión y el valor de las palabras quede optimizado. De ahí que se le pida a los niños y niñas, con el material ya utilizado, hacer un resumen a esos compañeros/as que no han podido asistir a algunas de las sesiones.

En esta recapitulación volvemos a recuperar la definición de Palabra y su utilidad como ya vimos en: «: El mundo de las palabras. Los nombres de las cosas o las cosas y sus nombres«

  • Las palabras sirven para hablar y decir las cosas de nuestro pensamiento.
  • Las palabras no las podemos ver, pero sí las cosas.
  • Hay palabras que son iguales pero significan diferente
  • Son importantes para comunicarnos

El hecho de que sean importantes para comunicarnos, no quiere decir que sea la única vía de comunicación, porque como ya vimos en «Las imágenes en palabras. La palabra muda.» Se puede comunicar sin decir palabra.

  • Claro un semáforo rojo dice que tienes que parar. Es una imagen.
  • Esta cara está contenta pero no pone la palabra contenta
  • Está está loca, y no pone que está loca.

Una vez hecha la recapitulación y explicado sobre el tema del taller. Nos introducimos en la 3ª sesión del taller: «Construyamos un cuento».

Surge la primera cuestión: ¿Os he contado alguna vez el cuento del niño chino?
Nunca han escuchado el cuento del niño chino. Pero, espera, antes de hablar del cuento, necesitamos saber qué es un cuento. Estás son las cuestiones que nos invitaran a reflexionar y dialogar sobre el cuento.

Sobre estas preguntas: Cuando alguien dice sí, debe dar razones sobre esa respuesta, se le puede ayudar con ejemplo o con la participación de otros compañeros. Cuando alguien dice no, deberá pensar o crear un cuento que no tenga lo que se le pregunta.

l. ¿Tiene un cuento que tener un principio?

  • Sí, porque sino no sabemos cómo empieza la historia.
  • Sí, pero que no empiece por «Érase una vez…» que es muy pesado.
  • No, hay cuentos que empiezan sin tener principio. No sé cual. Por ejemplo: (ayudamos entre todos, cuesta mucho empezarlo) «La chica se fue con sus papas de viaje a casa de su tío a España» (en este cuento no decimos qué chica es, ni dónde vive, no se da información previa sobre ella)

2. ¿Es necesario que un cuento tenga un final?

  • Sí, porque sino no sabemos cuando acaba. Todos los cuentos tienen que tener un final.
  • No, pueden haber cuentos sin un final. Para que la niña o el niño piense sobre el final que quiera.

3. ¿Tiene un cuento que ser verdadero?

  • Por supuesto que no. Yo odio los unicornios, y los cuentos de unicornio no son verdaderos porque los unicornios no existen.
  • No, son verdaderos porque los animales no pueden hablar y en los cuentos hablan.

4. ¿Puede un cuento ser sobre animales?

  • Sí, por ejemplo los tres cerditos
  • Grufallo, también salen animales.
  • Sí, un cuento puede ser por cualquier cosa.

5. ¿Es posible que un cuento trate de cosas que no están vivas?

  • Por supuesto, es como antes. Los unicornios. Odio los unicornios, no me gustan, están muertos, bueno, no existen y hay muchos cuentos sobre unicornios.

6. ¿Puede haber un cuento sin palabras?

  • Sí, en la la otra clase se contó un cuento con imágenes.
  • Mi cuento de Grufallo no tiene palabras.
  • Yo también tengo cuentos sin palabras

7. ¿Puede haber un cuento sin pensamientos?

  • Eso es imposible, un cuento tiene que salir de la cabeza.
  • Claro, un cuento está primero en el pensamiento y después se escribe o se dibuja.

Después de todas las preguntas y las respuestas, lanzamos la última pregunta. ¿Qué convierte a un cuento en un cuento?

  • Pues que tiene que ser pensado.
  • Que puede tener imágenes o palabras.
  • Tiene que tener un principio, porque sino cuesta mucho de empezar.
  • Puede no tener final.
Imagen de Fantasía, Sueño y Astronauta. De uso gratuito. Licencia de Pixabay

Después de la parte «teórica» tocó llevar a la práctica lo que habían estando respondiendo. Y, por supuesto, contar el cuento de «El niño chino»

Para esta actividad, cada uno de los niños debían elegir un único objeto de la clase. A la hora de seleccionar el objeto debían preguntarse por qué ese objeto y no otro. Ese objeto era importarte para contar el cuento del niño chino. Una vez con el objeto en la mano y vuelto cada uno/a a su sitio. Cada uno de los niños y niñas deben introducir su objeto en el cuento, al mismo tiempo que siguen la historia. El cuento tiene que tener un principio, un nudo y un final. Ellos y ellas solo saben que tienen que ese objeto es necesario para meterlo en la historia, no que van a construir el cuento.

Comenzamos el cuento de «El niño chino», pero… ¿Cómo empieza el cuento? ¡NO ME ACUERDO!

¡CONSTRUYAMOS EL CUENTO!

Así quedó el cuento de «El niños chino»:

Hola me llamo el niño chino y me gusta jugar a la peonza, pero poniendo la tortuga de navidad encima, para que de vueltas, y vueltas, y vueltas, y vueltas, y vueltas, y vueltas,... así hasta 10 veces. 
Y cuando me aburro juego con el juguete del martillo, para golpear unas "eses". Y también me gusta jugar con las flores para construir. Por ejemplo, puedo construir un avión para volar a China, porque en China hay animales, chihuahuas, un tren, un mura grande,... también puedo construir un baño, una casa, un botón,...
Un día mientras con las piezas de flores construía un chihuahua. El perro quería ser de verdad y quería pasear y él se perdió. El niño chino no sabía que el chihuahua se había subido a la peonza y se había puesto a dar vueltas, y vueltas, y vueltas, y vueltas,... hasta que salió volando hasta Alemania. Donde se encontró con una peonza. Pero lo gracioso era que era la misma peonza con la que voló a Alemania, ¿Qué curioso no? ¿Cómo pudo ser?. 
De todas formas, el chihuahua ya no quiso volver. Allí dijo adiós directamente y este cuento del niño chino se ha acabado. 
¡FIN!

¿Os cuento el cuento de «El niño chino»?

  • (Por unanimidad. Leo el cuento)

¿Qué os ha parecido el cuento de «el niño chino»? ¿Cómo se ha creado el cuento?

  • Pues con nuestro pensamiento
  • Con nuestras palabras
  • Con nuestros objetos.

¿Qué se necesita para que un cuento sea cuento?

  • Tener pensamiento
  • Objetos que nos ayuden a pensar
  • Nada

Finalizamos la sesión como siempre: ¿Con qué os quedáis de la sesión de hoy?

  • Con el cuento del «El niño chino»
  • Con el final: «Adiós».
  • Con todo
  • Con los dados

Esta actividad fue seleccionada del «Manual para acompañar Hospital de Muñecas- Entendiendo mi mundo» de A. Sharp y L. Splitter. Capítulo 3 Idea Principal 7: ¿Qué es un cuento?

La insociable sociabilidad

¿Progresa la humanidad en la historia?
El punto de partida de la filosofía kantiana es la paradoja que Kant detecta en el pensamiento de Rousseau:

  1. Denuncia que el progreso científico, artístico y económico es un factor causante de la corrupción moral y política de la humanidad.
  2. Intenta explicar cómo es posible una mejora moral del ser humano mediante la educación y una política basada en la voluntad general.

Según Kant, la cuestión sobre el progreso de la humanidad no puede decidirse mediante la experiencia, pero hay acontecimientos que generan un sentimiento de simpatía y de entusiasmo en que gente que no se afectada por ellos. Estos sentimientos, sobre todo el de entusiasmo serían una señal equívoca de un progreso en el sentimiento moral de la humanidad.

Hay que contemplar la historia de la humanidad como si en ella hubiera algún tipo de finalidad o intención de la naturaleza. Supone que, pese a las intenciones particulares tanto a nivel individual como a nivel de un pueblo, sigue su curso, todo se contempla desde un punto cosmopolita o universal.

La visión cosmopolita implica adoptar una visión general de la especie humana, sin limitarse a regiones, culturas o países. Además, esta visión de la historia conlleva un desarrollo de la racionalidad de la
especie. Pues la razón, necesita de varias generaciones para crecer y fortalecerse.

forges

 

La semilla de la razón solo germina y crece mediante el antagonismo y la lucha en la historia de la humanidad. Esto, Kant, lo refleja en el oxímoron «insociable sociabilidad», o sea, el individuo, por su egoísmo, tiende a la insociabilidad, pero, por su necesidad, se ve obligado a vivir en sociedad y a respetar las leyes. Estas dos inclinaciones son inhertes del ser humano, donde se puede ver claramente la postura de:

  1. La tendencia humana a formar sociedades y así desarrollar sus capacidades como ser racional.
  2. La resistencia a entrar en contacto con los demás; el impulso al individualismo y a actuar de forma egoísta.

Así pues, los frutos de la cultura y de la sociedad, como el arte y las ciencias, pero también la política, se deben, precisamente, a esa tensión entre la insociabilidad y la disciplina derivada de la necesidad de la vida social.

La guerra y los conflictos, para Kant,  incorporan un aspecto positivo, puesto que las guerras y los conflictos estarían abocados a establecer necesariamente un orden pacífico y servirían a un plan oculto de la naturaleza o providencia para un progreso hacia lo mejor.

Finalmente, para Kant, entorno a la cuestión expuesta. Este progreso de la humanidad en la historia es un progreso legal o jurídico, pero no moral. El plan de la naturaleza para la historia en clave cosmopolita es el establecimiento de un Estado universal no despótico que permitiera el desarrollo de las capacidades de la especie humana y una situación de paz mundial.