Machismo, ¿Por qué?

Una de las lacras de nuestra sociedad es el machismo, cuya esencia reside en la afirmación y justificación de la supremacía masculina a partir de la fuerza bruta como mecanismo de poder.

Sobre el origen del machismo es difuso. No podemos saber con exactitud cuándo o en qué momento empezó a formarse. Si echamos la vista atrás hacia las sociedades prehistóricas, se considera que en estas sociedades no existía una división de género en cuanto preponderancia del hombre sobre la mujer, sino que se trataba de una división del trabajo por sexos. Quizás podría considerarse que fue en el momento de la sedentarización y, con ello, la aparición de las primeras sociedades guerreras cuando se empezó a fraguar la opresión masculina sobre la mujer.

Una de las razones, entre otras, podría ser la necesidad que tenía las diferentes sociedades o culturas de armarse con un equipo bélico para cargar contra otros grupos, en estos casos, se consideraba la mujer como un ser débil, en cuanto a fortaleza, y, por ende, debía quedarse al cuidado del hogar. De esta manera, paulatinamente se fue relegando a la mujer. «Fue así como el mayor desarrollo muscular y fuerza física confirieron al varón
una ventaja que él utilizó para extender su dominio a otras esferas de la vida.»

Fuente: Pixabay

Cabe comentar, que si echamos un ojo a la historia, nos encontramos que toda la tradición histórica está repleta de machismo. Quizás, en parte, porque sus redactores fueron hombres, los cuales, ven en la mujer el fruto prohibido y la portadora de todos los males. La cruz con la que tuvieron que cargar la pobre Eva y la pobre Pandora, fue la sentencia heredada para todas sus descendientes que tuvieron que aguantar y aguantan, de esta manera, la superioridad masculina.

Volviendo al campo de batalla, la mujer no podía competir contra el hombre en las civilizaciones conquistadas, pues, era el sexo débil, de ahí que tras una conquista en casos de guerra, sea la mujer la que es violada, mutilada y sometida a todo acto inmoral. A medida que el hombre fue ganando su papel de ser superior ante una mujer ya sometida, un poder en el que se basa única y exclusivamente en la superioridad física, y con la apropiación de las instituciones religiosa, -no hay que olvidar el poder social que la religión tiene en la formación y continuidad de las culturas y sociedades-, queda, por lo tanto, la mujer arrodillada y subyugada a la voluntad de lo masculino.

Entre los grabados de la serie ‘Los Desastres de la Guerra’, el aguafuerte titulado ‘No quieren’, de Goya.

La mujer, queda apartada de todo aquello que hoy consideramos un derecho, como es la educación, el poder de decisión, el acceso a la información, la capacidad de leer y escribir,… se funda así la “hombría”, donde la literatura, pintores, escultores, pensadores tendrán nombres masculinos, y las mujeres quedan en un papel secundario dentro de la existencia humana.

Ante todo lo descrito, aunque de manera superficial, creo que este pensamiento y este desencadenamiento de hechos discriminatorios contra la mujer son fruto del temor. De un temor del que habla ya Helen von Druskowitz, filósofa austriaca, el hombre sabe que vive engañado y no puede perder los privilegios con los que goza porque se trataría de un acto vergonzoso para su orgullo. Ese hombre fuerte y valiente en el campo de batalla, no puede ser humillado en plena guerra, perdería así el respeto y su dignidad.

En la actualidad, no encontramos este hecho solo en las sociedades más intolerantes, en las cuales siempre han extendido su incompetencia hacia las mujeres, también en las sociedades menos avanzadas culturalmente, y, de hecho, sigue siendo un lastre en los países con mayor progreso ,en los que, entre otros aspectos no existe una paridad real, viéndose esa paridad como un concepto inalcanzable, utópico.

“El súmmum del machismo en la actualidad tal vez se halle en vilezas tales como las condenas a muerte en países musulmanes a las mujeres por supuestos delitos de adulterio, o únicamente por ir a la escuela; y especialmente en la ablación, que no es más que el reconocimiento por parte de los hombres que la practican de que tienen un verdadero pavor a equipararse con las mujeres. Igual que no se puede acostumbrar al esclavo a la buena comida, porque entonces exigirá más, no puede permitirse que la mujer disfrute de su sexualidad, pues luego reclamará otras prerrogativas similares a las del varón. El machismo se justifica simple y llanamente con el poder y el egoísmo masculino”(1)

A favor de la paridad, surgen los movimientos feministas. El feminismo, que surge en en el siglo XVIII, y sus etapas posteriores, no surgirán como una contrapartida al machismo, básicamente porque las mujeres se unieron para dar forma a un colectivo que busca elevar la condición política, socio-económica y educativa de la mujer. A fín de cuentas, surge como un movimiento básico de la libertad humana en tanto que afecta a la mitad de la humanidad (2).

¿Qué es el feminismo y cuál es su importancia?

Fuente: Pixabay

  1. Roselló, Gabriel. Proyecto humano.
  2. Martín Gamero Amalia. Antología del Feminismo, Madrid. Alianza.

El miedo(so) que estoy gobernando. El poder del miedo

Marcos Represas (www.marcosrepresas.site/)

El miedo es quizás uno de los temas menos tratados en la filosofía. Y esto se puede justificar ya que los filósofos le han dado demasiada preponderancia al problema de la razón, a lo racional, a la racionalidad.

Por supuesto, el miedo pareciera no encajar en el problema de la razón por estar tan cercano a las emociones. Sin embargo, ¡esto no es cierto!

HOY ESTAMOS LLENOS DE MIEDOS, FOBIA A LA SOLEDAD, MIEDO AL FRACASO, MIEDO A TODO

Hay filósofos como. Epicuro, que han clasificado los miedos más importantes como los siguientes: miedo al dolor, miedo al fracaso, miedo a los dioses y miedo a la muerte.

Incluso, pensadores como Hobbes en su texto: Leviatán, o La materia, forma y poder de un estado eclesiástico y civil, afirma que el Estado se constituye precisamente por el ejercicio del miedo.

El tema central de la película, Divergente, es nada más y nada menos que el miedo. En cómo el miedo es el motor de la conducta. Incluso del pensamiento divergente, es decir el proceso de la inteligencia de generar nuevas ideas para resolver problemas con muchas soluciones. 

Quédate conmigo y verás qué dice Epicuro, la filosofía epicúrea y Thomas Hobbes y su Estado-Leviatán, sobre el miedo.

¿QUÉ PASÓ CON DIVERGENTE 4?

Todos vimos la película, Divergente: es la historia de cómo la personaje principal, la hermosa Tris, hace un viaje del héroe para salir de Abnegación e ir hacia Osadía. En medio de esto, va a enterarse de una conspiración biopolítica de la facción de Erudicción para hacerse del Estado de Chicago.

Es una lástima, vimos Divergente, Insurgente y Leal, y  nos quedamos sin la cuarta película.Yo, particularmente, no sé donde la pasaron, donde la dieron, en qué cine pasó o en dónde verla porque no está colgada en ningún lado.

Las críticas fueron demasiado fuertes y le adjudicaron demasiado su parecido con, Juegos del Hambre, con la hermosa Katniss Everdeen.

En el viaje del héroe que está haciendo, Tris, ella tiene que superarse a sí misma y el motor de esta superación es nada más y nada menos que el miedo.

¿QUIERES SER PARTE DE LA FILOSOFÍA DE LOS EPICUREOS? EPICURO DA RESPUESTAS

Para este filósofo, el placer y el dolor son el fundamento que atraviesan todos nuestros deseos quizás, el mayor miedo -y Epicuro se da cuenta de esto rápidamente- es el miedo a la muerte.

Nos enseña cómo el miedo nos encadena a pensamientos falsos, a representaciones falsas, como por ejemplo, el miedo al dolor físico, porque este miedo proviene más de la representación que de su realidad efectiva.

El miedo a la muerte viene obviamente por varias razones pero la principal es por la desaparición del yo. ¿Qué entiende Epicuro y su filosofía por la muerte? Pues, sencillamente, la privación de toda sensación: no sentimos nada al morir, es decir, no sentimos nada cuando estamos muertos.

De hecho, en una carta a Meneseo, Epicuro, va a decirle: ¡Acostúmbrate a pensar que la muerte no es nada para nosotros! Porque todo bien y todo mal reside en la sensación y la muerte es la privación de sentir.

La solución de Epicuro a Meneseo es muy interesante, porque le va a enseñar que, mientras somos la muerte no está presente, y cuando la muerte se presenta ya no somos. Por lo tanto, ¿en qué nos afecta la muerte? En nada.

THOMAS HOBBES: EL ESTADO DEBE USAR EL MIEDO

La publicación del Leviatán de Hobbes, se evidenció, al igual que en el libro El Príncipe de Maquiavelo, que el miedo es demasiado preponderante para el ejercicio del poder, porque la conformación, la conservación de la política, del Estado, se va a dar por generar miedo a sus habitantes.

¿Qué es lo que entiende, Hobbes, por él miedo? Pues, va a decirnos el miedo es una aversión al objeto, y como el miedo es parte de la naturaleza humana el dolor puede ser causado por estas sensaciones de la condición humana, por ejemplo, hambre,  sed, frío… Es decir, el miedo a no satisfacer los deseos que son necesarios y naturales.

Si el motor del Estado es el miedo, para Hobbes, ¿por qué nosotros querríamos hacer un contrato social con el Estado desde su nacimiento? Y me pregunto esto porque al hacerlo, estaríamos renunciamos a nuestra libertad individual.

La respuesta que nos da Hobbes es muy contundente: ese contrato se va a dar Estado-población por el miedo, porque la gente tiene miedo a morir y el Estado les puede garantizar la seguridad. Entonces en la medida que el estado pueda garantizar y proteger a su población, estaría garantizando y protegiendo ese contrato, no sólo por el miedo de la población a morir sino que además se le impone a través del miedo a que pueden perder ese contrato.

Como vemos ahora con la imposición en algunos países de la vacuna. Jurídicamente se argumenta que la salud pública está por encima de la libertad individual de escoger si vacunarse o no. El Estado decide biopolíticamente.

Por cierto, todo lo contrario a la Paz Perpetua de Kant.

MIEDO A TODO

Hay un gran problema en la contemporaneidad, porque estamos en el absoluto desconocimiento de cómo los discursos de verdades que ha producido el poder nos afecta en este mundo que nos satura con la búsqueda de la seguridad.

Hoy, el miedo es un gran fundamento y un motor social, porque el miedo nos clasifica nos tipifican los organiza, además nos ubica en un lugar muy específico y ubica también en un lugar muy específico a lo que hay que temer, a lo que hay que tenerle miedo.

Ante aquello que nos da miedo quedamos esclavizados sin voluntad mi posibilidad de decisión. Quedamos sujetos a la verdad producida por el poder sujetando nuestra subjetividad, es decir, nuestra forma de pensar, sentir y actuar. El miedo destruye la autonomía del ser y de ser.

Síntesis: ¿Es posible vivir en soledad?

Tras una breve introducción en la que se hizo un pequeño repaso de la historia sobre el concepto de soledad, se lanzó la siguiente cuestión para dar pie al filocafé: ¿Qué es la soledad?

Ideas:

  • Darse cuenta que uno mismo está solo en sus decisiones. En ese estar solo uno se da cuenta de sí mismo. Por otro lado, hay una visión más social, con respecto a la soledad, hace mención a no haber un acceso al otro, causa de las instituciones, tecnologías,… que dificultan entrar en los demás, dando herramientas para estar cada vez más solo.

La tecnología nos acerca por un lado y nos mantiene lejos por otro. Acerca lo que está lejos y te aleja de lo que está cerca.

  • La soledad como una posición voluntaria. Querer estar solos, una decisión libre.
  • Es una necesidad que hay que buscar si queremos sentirnos vivos. Es fácil seguir al rebaño y salir de ese rebaño conlleva el pago de una precio social.

Vivir en sociedad es duro e incómodo y, a veces, desagradable. Elegir la soledad, es un acto de madurez y amor propio, de aspirar a una conciencia más elevada.

Tras estas aportaciones surge una nueva cuestión: ¿Puede el ser humano realizar su existencia estando solo? // ¿es posible que estando en sociedad podamos encontrar la soledad?

Se habló sobre las grandes metrópolis como Madrid, Londres, Nueva York,… ciudades llenas de individuos zombies donde es difícil de empatizar. La masa como sinónimo de comportamiento irracional.
Surge de esta manera el concepto de individualismo.

¿Cómo quedará una sociedad constituida sobre principios individualistas?
«Vivir una vida para sí, sin que haya un otro es una vida de desprecio. Hay una necesidad de un otro para que la vida tenga valor».

Uno de los participantes lanzó la siguiente cuestión: ¿Se puede hablar de soledad cuando no estamos solos?
Surge así el concepto de autenticidad en el ser más que de soledad. Concepto defendido por uno de los participantes. En él hace mención, que desde que el universo desde que fue creado está repleto de sustancias, lo que hace que no podamos estar solos, por lo que, más que hablar de soledad se debería hablar de autenticidad del ser. Esa autenticidad es un apoyo en sí mismo del individuo.

REFLEXIÓN ACERCA DE LA DIMENSIÓN SOCIAL:
Aristóteles en su Política, afirma que el hombre que vive asilado o es un dios o es un bruto, porque vivir con los demás es algo inseparable de la condición humana. Por ende, para Aristóteles, el ser humano es un ser social por naturaleza.
Pero más allá de la posible inclinación natural a vivir en sociedad, resulta evidente que el ser humano desarrolla su vida y configura su identidad junto con otros seres humanos.
¿Vivimos en sociedad porque nos realizamos o porque no tenemos más remedios?
– ¿Es posible ser humano sin esa relación con los demás?
– ¿Cómo configura nuestra identidad la existencia del otro?
– ¿Cómo surge la vida en sociedad y la propia sociedad?

Por un lado, se criticó la sociedad actual en la que en la actual sociedad indivudalista, autómata, que se vive en la cotidianidad, no se tiene momento para pensar en sí mismo. Puedes estar acompañado y sentirte solos. Hay una necesidad de estar solo con uno mismo.

Por otro lado, la defensa de que la identidad personal del individuo se forma con la interacción social de cómo los demás nos perciben y como nos percibimos nosotros en ellos. Por lo tanto, nuestra identidad depende de la existencia del otro.

¿Se pierde el hábito de la virtud sino estamos en relación con otros individuos?
Pregunta que surge tras hacer mención a la pelicula «Naufrago» y al libro y película «El señor de las moscas». Destacando el rol de la amistad como algo esencial para vivir en sociedad y dividiendo tres tipos de amistad:

  1. Amistad por utilidad
  2. Amistad por placer
  3. La amistad virtuosa, la verdadera. Esta solo se logra en sociedad. Pero como la define Fromm: No existe una sociedad como tal sino más bien se trata de individuos aislados y atomizados.

Para que funcione la idea de Aristóteles, se necesitaría una educación en virtudes. En la sociedad actual, prima la economía y no las personas.

¿Podemos hablar de sociedad? Considerando que no existe una sociedad como tal, sino un compendio de individuos atomizados, solos, con una gran carga de desesperanza y soledad. ¿Qué pasa con la solidaridad con los demás?
Surge una fuerte crítica a las instituciones, considerando que cuando una relación social se institucionaliza se convierte en relaciones comerciales, de convivencia y dejan de llenarnos interiormente, haciendo que estemos vacíos.

¿Es la sociedad un conglomerado de individuos o es la sociedad como algo natural del hombre?
Una cuestión que surge a partir de hablar del aspecto cultural, tras una definición sobre cultura extraída por una de las participantes de un diccionario de Filosofía.

Para terminar, surge una nueva cuestión ¿Nos podemos realizar siendo hombre masa?
Un proceso de individuación en sociedad es necesario. El miedo a al libertad de la que habla Erich Fromm, es el miedo al hecho de ser libres, lo cual es un gran compromiso, pues requiere salir de la sociedad, y la sociedad te señalará con el dedo por individualista. Es necesario distinguirse del rebaño. Se debe dejar de ser hombre/mujer masa (concepto Orteguiano) y sobresalir haciendo un trabajo sobre sí mismo.

Para estar en soledad debemos estar muy despiertos, el propio sistema pone muy difícil el pensamiento lúcido, el autoconocimiento, el trabajo interior, el tomar consciencia de quienes somos,… y, por otra parte, nos da miedo la soledad porque esto puede implicar escucharnos y, a veces, nos es incómodo.

¿Dominación sistemática?

Toda dominación se lleva a cabo porque se desea reconocimiento.
Y esta nace de la desproporción de fuerzas.

Así lo narra la “dialéctica del amo y el esclavo” del filósofo alemán Hegel. Cuando un individuo no es capaz de emprender la búsqueda de una identidad propia recurre al odio y la opresión del otro para facilitarle el camino. En la actualidad, esta dialéctica se podría aplicar a las constantes situaciones de opresión que siguen existiendo en el mundo. Aunque los participes en esta ya no se conocen como «amo y esclavo», la diferencia es nula. Hablamos de la opresión de la mujer, de la opresión que ejerce un niño sobre otro en las escuelas, de la dominación de los hombres blancos sobre los negros. Pero seguimos hablando de un amo y un esclavo. Quizás los términos solo han cambiado, eufemismos de los anteriores para así dar un falso sentido de progreso. Pero, ¿por qué aseguramos que hemos avanzado como sociedad, si permitimos que exista la esclavitud o la opresión en el mundo?

¿Es el mundo una jerarquía de opresores y oprimidos, en la que las potencias mundiales son opresores y el resto de estados oprimidos? ¿O se benefician de la dependencia del resto y evitar la lucha por los mas pobres? Cuando me hago todas estas preguntas solo puedo pensar en una cosa: que el sistema está mal, que el sistema nos enfrenta y nos hace competir. Algunos, dicen que el capitalismo se basa en el ingenio y en la máxima explotación de las habilidades de cada individuo en la búsqueda del bien propio. Pero creo, que los únicos que han tenido la oportunidad de explotar su ingenio libremente y llegar a lo más alto del «sueño capitalista» están muertos, porque ellos fueron los primeros opresores y los creadores del sistema. A día de hoy, a pesar de todas las facilidades tecnológicas, necesitamos hacer el triple de esfuerzo que el que hizo Henry Ford para destacar y triunfar, y todo esto solo se debe a la opresión que llevamos décadas arrastrando con una agria sensación de libertad.

¿Por qué en EEUU, un país que presume de ser libre y lleno oportunidades, se están manifestando por la opresión racial ahora? Es sencillo, el sistema solo da voz y expone a aquellos que se benefician de él (políticos, empresarios, inversores multimillonarios, etc…). Personas que no creen en la opresión del sistema porque nunca la han vivido.Por lo que, todos aquellos que de verdad la sufren quedan en el fondo del cajón, sin que su opinión consiga la visibilidad que debería. Lo que nos demuestra, que el racismo o cualquier tipo de opresión nunca han desaparecido, siempre han estado ahí. Pero lo hemos tapado escuchando y creyendo a los que nunca lo han vivido, y aseguran que todo se trata de una manipulación progresista que lo único que pretende es derrocarles del trono.

Filocafé: ¿Es posible vivir en soledad?


¿Te perdiste el filocafé? No problem


Textos de referencia:


La vida propiamente humana es inconcebible en soledad. El individuo es un conjunto de relaciones.

Los conceptos de individuo y de sociedad son interdependientes: no hay individuo humano sin sociedad en la que se socializa y que lo forja como tal, como tampoco hay sociedad que no esté conformada por individuos particulares.

El individuo existe por la sociedad en la que se ha formado y la sociedad existe por los individuos que la componen.

En esta sociabilidad inevitable, ¿podemos vivir solos?

La sociable soledad nos aparece como compleja, ambigua, escurridiza y muchas veces envuelta en paradojas: me siento solo en medio de mucha gente o ni en un desierto me siento solo.

«Nacemos solos, vivimos solos, morimos solos. Solo a través del amor y la amistad podemos crear la ilusión momentánea de que no estamos solos»

Orson Welles (1915-1985)

Bibliografía recomendada:

Cioran, Manual de antiayuda

William Golding, El señor de las moscas, 1954.
Película completa dirigida por: Harry Hook. https://www.youtube.com/watch?v=i6NxdmK8vbs

Émile Durkheim, Las reglas del método sociológico, 1895

«La teoría sueca del amor» (2015) documental dirigido por: Erik Gadini
https://www.youtube.com/watch?v=ZaE0cuzhTf4

Filo-café: ¿Hay personas completamente malas? Parte 2

¿Te perdiste el filocafé? No problem


En el filo-café del próximo 22 de mayo se tratarán algunas de las cuestiones que se dejaron sin cerrar y otras que no se tocaron en el anterior filo-café del 8 de mayo. Se puede leer la síntesis o escuchar el audio en los siguientes enlaces:

SÍNTESIS: ¿Hay personas completamente malas? Parte 1.

Vídeo/audio

Información parte 1: Filo-café: ¿Hay personas completamente malas?


Bibliografía recomendada:

  • El paradigma de la atrocidad: una teoría del mal, Claudia Card
  • El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, R.L. Stevenson
  • Un estudio sobre la banalidad del mal, Hannah Arendt
  • Filosofía en la calle: FiloReto_4, Eduardo infante
  • La maldad. Raíces antropológicas, implicaciones filosóficas y efectos sociales, Enrique Bonete Perales
  • Nuestro lado oscuro, Elisabeth Rudinesco
  • Narciso y Goldmundo, Hermann Hesse
  • Justine o los infortunios de la virtud Juliette o las prosperidades del vicio, Marqués de Sade.
  • El hombre y el mundo, Rudolf Eucken.
  • Genealogía del psicoanálisis, Michel Henry.
  • El principio esperanza, Ernst Bloch
  • El libro bíblico de Jobs.
  • https://es.wikipedia.org/wiki/Experimento_de_Milgram
  • https://www.filco.es/entranas-mal/
  • https://elpais.com/elpais/2020/04/13/eps/1586788960_183643.html


Filo-café: ¿Hay personas completamente malas?

¿Te perdiste el Filocafé? No problem


Preguntarse si hay personas completamente malas es cuestionarse sobre el origen del mal moral.

Nos repugna, nos llena de rabia, nos entristece, nos resulta difícil de entender. Existe. El mal existe. Un fenómeno siempre presente en al historia de la humanidad, presente en muchas de las reflexiones de los más importantes autores y pensadores.

¿Qué se ha dicho sobre él a lo largo de la historia? ¿Debe la sociedad asumirlo de forma natural? ¿Qué lo provoca? ¿cómo combatirlo? ¿cómo lograr un mundo mejor si el mal está presente? ¿Por qué existe el mal?

Creo que el mal diabólico consiste en situar a los otros bajo una presión extrema o una coacción grave de horrible sufrimiento físico o muerte […] Por eso ese mal merece ser llamado diabólico. El diablo quiere compañía y es un corruptor de voluntades que planea la caída de los otros.

Caludia Card: El paradigma de la atrocidad: una teoría del mal.

PONENTE:

Para profundizar en este tema tenemos el privilegio de contar con:

Carlos Javier González Serrano: Director editorial y cultural. Asesor de comunicación. Asesor y crítico cultural. Gestor y consultor de equipos. Filosofía y literatura en televisión y radio. Docente universitario. Traductor, escritor y articulista en diversos medios nacionales e internacionales.
Licenciado en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid, Máster en Estudios Avanzados en Filosofía (UCM) y Máster en Psicología del Trabajo y de las Organizaciones y Gestión de Recursos Humanos (UCM). También ha cursado estudios de Derecho y Ciencias Políticas (UC3M) y de Psicología (UNED).
Presidente de la Sociedad de Estudios en Español sobre Schopenhauer. Secretario de la Sección Española de la Internationale Philipp Mainländer-Gesellschaft (IPMG). Director de Schopenhaueriana. Revista española de estudios sobre Schopenhauer. Gestor de El vuelo de la lechuza.

Twitter: @Aspirar_al_uno.


LECTURAS SUGERIDAS

Caudia Card, El paradigma de la atrocidad: una teoría del mal.

R. L. Stevenson, El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde

Hannah Arendt, Un estudio sobre la banalidad del mal

Eduardo Infante, Filosofía en la calle: FiloReto_4

Enrique Bonete Perales, La maldad. Raíces antropológicas, implicaciones filosóficas y efectos sociales

https://es.wikipedia.org/wiki/Experimento_de_Milgram

https://www.filco.es/entranas-mal/

Filo-café: ¿Qué vale en la vida?

Fecha:

Viernes, 24 de abril de 2020

Hora:

de 18:30 a 19:30 (Madrid, España)

Modalidad

Online


El nacimiento supone nuestra entrada en el mundo. Es la primera experiencia clave, y, a la par, algo en lo que no tomamos partida alguna, sino que nos viene dado. A partir del nacimiento somos situados en el mundo, enmarcados en una cultura, dispuestos en el discurrir histórico.

Disponemos de unos cuantos años de existencia, todos los que constituirán nuestra vida. Con más o menos condicionantes, podemos elegir lo que queremos hacer. Pero, ¿Cómo hacerlo? ¿Cómo orientar nuestras acciones? ¿Haciendo siempre lo mismo que hagan los demás? ¿Con qué valores debemos guiarnos para elegir? ¿Qué sentido tiene la vida?

Una vez que hemos nacido, todo es un continuo caminar. Un caminar que puede ser con o sin rumbo.

En ese caminar vamos cambiando, hasta que como todo ser naciente y cambiante, muere. La vida es limitada en el tiempo y la muerte marca el final.

Preguntarse por la muerte es cuestionarse el sentido de la vida, de nuestras posibilidades, de nuestras esperanzas, pero también el sentido de la historia, de la ética, de nuestro progreso.

Una necesaria filosofía de la muerte es, esencialmente, una filosofía de la vida. Nos es urgente construir una coherente filosofía de la vida y su temporalidad. Si tuviéramos consciencia de la muerte, de nuestra muerte, ¿viviríamos nuestro fugaz presente de otro modo?

«Venimos al mundo de modo armónico y natural pero salimos de él con escándalo y protesta (…) Que el ser humano es mortal, que las generaciones de los hombres pasan como las hojas caducas de los árboles y que nadie puede salir de este mundo vivo (…)»

Fernando Savater. «Las preguntas de la vida»

LECTURAS SUGERIDAS

Beauvoir, Simone de. Todos los hombres son mortales (1946).

Savater, Fernando. Las preguntas de la vida (1999).

Platón, La Republica, mito de Er.

https://www.filco.es/filosofos-ante-la-muerte-la-muerte-en-la-filosofia/


¿Nos gusta estar controlados?- Opiniones

Reflexión David:

«A modo casi utópico se me ocurre plantear: ¿y si le diéramos el mismo valor a la información, a nuestros datos, que al dinero? ¿Os imagináis llevando la contabilidad de nuestros datos de forma mensual, como si de gastos e ingresos se tratara?

Si le preguntamos a nuestros abuelos qué es la libertad, seguramente no la asocien a patrones de consumo o a sus gustos e intereses, y mucho menos al mundo digital. Pero la realidad es que hemos migrado de una forma bestial a un universo online, un mundo donde todo se reduce a datos. Y cuando toda nuestra vida se reduce a datos, ¿qué es lo verdaderamente valioso?

Estableciendo este marco, yo planteo: imagina la situación en la que estas navegando por internet y, buscando información que copiar en tu trabajo de clase, abres Wikipedia. En este momento salta un cartel bien grande en el que pone «para continuar navegando paga 0,50€, si continuas navegando por nuestra página lo interpretaremos como que estas de acuerdo.» ¿Cuántas personas pagarían?

Otro ejemplo: bajo este estado de alarma general, si el gobierno pasa a controlar nuestros teléfonos, ¿podemos interpretarlo como un impuesto? Necesario para salir de esta crisis, por supuesto, pero ¿no lo es al fin y al cabo?

¿Qué precio le hemos puesto a nuestra libertad? Piénsenlo»

Para concluir quiero decirte, sacando de esta pequeña redacción, que las personas hemos hecho que nuestra libertad valga cada vez menos, y no solo en el entorno digital. Sino que el concepto de valor en nuestra vida está tristemente empobrecido.


REFLEXIÓN DÉBORA:

Me quedé pensando en las medidas democráticas que pudiesen utilizarse para “vigilar/controlar/supervisar” durante la Pandemia y creo que si la sociedad es o está poco informada o es ignorante, no están capacitados para participar democráticamente, luego quien “vigile”, debiese tener una formación ética basada en la virtud, (poco frecuente hoy en día), donde “el ámbito político era el ámbito de lo propiamente humano, y la vida política- la forma de vida que tenía lugar dentro de la polis- era la vida verdaderamente humana”. Hoy queda reducida a la esfera del ejercicio del “poder”. Si el fin de la sociedad política no es el Bien Común, no veo cómo establecer un criterio objetivo, anclado en la “realidad”.