Jugando con las palabras. Taller

Jugar proviene del latín iocāri ‘hacer algo con alegría’. A su vez proviene de iocus ‘broma’

Palabra del latín parabola tomada del griego antiguo παραβολή (parabolḗ) ‘comparación, alegoría’


Las palabras expresan ideas. Alguien puede escribir una palabra en un trozo de papel y después destruir el papel o borrar la palabra. Pero eso no significa que haya destruido la palabra. Solo se ha destruido la versión impresa de la palabra, los pequeños símbolos negros que estaban en el trozo de papel.

Las palabras son las porciones significativas más pequeñas de lenguaje. Combinamos letras para formar palabras pero las letras no tienen, en sí mismas, significado (excepto aquellas letras como, por ejemplo, «y» y «o», que actúan como palabras). Cuando combinamos palabras formarnos frases. Puesto que cada palabra tiene un significado, o un conjunto de significados, cuando formamos frases, seleccionamos las palabras que expresan el sentido que queremos expresar.

Por lo general, nunca pensarnos en este proceso. Nos limitamos a hablar o escribir frases, comunicando lo que queremos decir. Pero de vez en cuando decimos algo que no queremos decir, y esto nos da la oportunidad de volver atrás y repensar las palabras que hemos usado y cómo las hemos puesto juntas. A menudo nos damos cuenta de que hemos elegido la palabra equivocada o de que hemos unido las palabras de una forma que no comunica lo que pensamos. Cuando aprendemos a escribir, tenemos otra oportunidad más para transmitir lo que queremos decir y para expresarlo de una forma más clara.

Las palabras no tienen por qué decirse en voz alta. Se pueden decir silenciosamente para nosotros mismos. Este es un tipo de pensamiento, aunque puede no ser el único. Algunos niños son grandes pensadores verbales, mientras que otros prefieren pensar a través de dibujos o imágenes. Con frecuencia los niños se sienten fascinados por las palabras. También puede ser fascinante escuchar a una persona hablar en una lengua que no es la nuestra.

Los niños que crecen en hogares o comunidades bilingües tienen la maravillosa oportunidad de aprender a expresarse en más de una lengua, mientras que al mismo tiempo desarrollan la habilidad de traducir de una lengua a otra. El hecho de que dos palabras que suenan diferentes puedan referirse al mismo concepto puede ser muy impresionante para un niño pequeño.

Una comunidad de investigación permite a los niños aprender los diferentes estilos de pensar prestando especial atención a las formas en que piensan sus amigos.

Sesión 1: El mundo de las palabras. Los nombres de las cosas o las cosas y sus nombres.

Sesión 2: Las imágenes en palabras. La palabra muda.

Sesión 3: Construyamos un cuento.

Sesión 4: Leamos poemas. Interpretamos.

Sesión 5: Yo soy el cuento.

Sesión 6: El juego de las palabras.

Puedes descargarte el cuadernillo que se seguirán en las sesiones aquí:

Referencias bibliográficas:

Marqués Redolá, C, Marina, J.A ,García Moriyón F., Valores sociales y cívicos: 1º primara, Ed. SM

Marqués Redolá, C, Marina, J.A ,García Moriyón F., Valores sociales y cívicos: 2º primaria, Ed. SM

Marqués Redolá, C, Marina, J.A ,García Moriyón F., Valores sociales y cívicos: 3º primaria, Ed. SM

Sharp, A.H, Splitter, L.J. Manual para acompañar hospital de muñecas, Ed. La torre, Coord. García Moriyón, F.

Nomen, J El niño filósofo. Ed. Arpa

Ruiz, J.C El arte de pensar para niños. Ed. El toro mítico

¿Qué nos hace ser diferentes?

Grupo: 5 -7 años

Un tema clave, la igualdad, pero no visto desde el punto de la moral, sino desde el aspecto biológico

La pregunta parecía ser muy sencilla: ¿Somos todos iguales?

+ No, no somos iguales, aunque nos parezcamos no somos iguales. -Dice N

– Pero si tenemos dos ojos, dos orejas, dos piernas,… Yo creo que sí podemos ser iguales, ¿qué es lo que te lleva a pensar que no podemos ser iguales? –

+ Pues, es muy fácil, que aunque tengamos todo eso igual, cada uno tiene una forma diferente de ver el mundo y una personalidad. Cada uno estamos compuestos de diferentes cosas, por ejemplo: Mi madre dice que si yo tengo un virus o una bacteria, no tiene que afectar por igual a mi hermana. Eso es porque no somos iguales. -Dice N

– Entiendo que haces referencia a nuestra composición, pero algo tendremos en común los unos y los otros, aparte de ese aspecto, ¿no? A ver, ¿Qué opinas M?

– Que si.

– ¿Qué sí? ¿Puedes explicarlo?

– Todos somos personas, y eso es común. – dice M

A partir de ese tema se trataron algunos otros aspectos, hasta que llegamos a una de las partes más interesantes, que quedó un poco en el aire, y que seguro será tocado en otro momento. El tema del pensamiento, la imaginación y los sueños.

– Tenemos en común el pensamiento, pero no la imaginación- dice N

– ¡Ey! Espera, ¿imaginación? ¿Qué es eso de la imaginación?

– ¿En serio no sabes qué es la imaginación? – Pregunta N

– mmm… No, no lo sé. ¿Vosotros lo sabéis?

– La imaginación son como imágenes que tienes en tu cerebro -Dice A

– Como los sueños que tenemos en la cama, que salen monstruos – Dice P (haciendo referencia a la pesadilla que había tenido esa misma noche)

– La imaginación es distinta a todos, cada uno puede imaginar cosas diferentes. Por ejemplo en el dibujo que has hecho cada uno hemos imaginado una cosa diferente: M una oreja, M un caballito de mar, Yo un 3, P un Pulpo y N otro caballito de mar. Aunque podamos imaginar, no quiere decir que seamos iguales, cada uno tiene una imaginación diferente -Dice N

-Entonces ellas son iguales porque han imaginado un caballito de mar, ¿no? Pero mira, tengo una idea. Pensad todos en una casa, y quiero que la imaginéis en vuestra cabecita, y la describáis.

Puesto que les daba algo de vergüenza comentar cómo era la casa que habían imaginado, decido que tienen 2 minutos para dibujarla. Finalmente la dibujan a lo que llegamos a la siguiente conclusión:

– Todos tenemos pensamiento y eso nos hace ser iguales, pero lo que nos hace ser diferentes es: las cosas que pensamos.

La propia imaginación, nos hace ser diferentes. Como vimos al final del taller, partiendo de un concepto tan simple como «Casa», cada uno tenía una idea totalmente diferente de ella, ninguna de las casas era igual. Cada una tenía un detalle diferente, un color, una anchura, una altura,…

Por lo tanto, cabe preguntarse, ¿Qué nos hace ser diferentes?

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