Cuarta Filípica: El Dominio del Miedo

Relaciones Internacionales

I. Introducción: De la Razón Burocrática a la Ley de la Selva

Si vis pacem, para bellum. Permíteme la licencia del latinajo que, lejos de invocar al demonio, evoca una contradicción que lleva rigiendo las relaciones internacionales desde que se fundaron las sociedades.

No sé si alguna vez te has dado cuenta de que cuando miras una estrella y la ves brillar en el firmamento, no estás mirando esa estrella, sino el recuerdo de lo que queda de ella. Porque la distancia que hay entre la emisión de la luz y la recepción que tiene tu ojo hace que, en muchas ocasiones, esa estrella hace tiempo que se apagase.

Algo muy similar a lo que ocurre con nuestro compañero Vegecio, que fue el que escribió Si vis pacem, para bellum. Esa famosa frase que se le atribuye a César erróneamente, es, en realidad, el eco de una verdad histórica que ya no existe.

Dicho esto, y antes de entrar en materia, te pido recuerdes lo visto en la anterior Filípica: desmantelamos al Leviatán Burocrático que nos asfixia con reglamentos. Hoy tienes que enfrentarte al Leviatán Primigenio: el sistema mundial regido por la ausencia de Ley y el dogma del miedo.

Tras ver cómo el Sofisma de la Complejidad fomenta la Pereza Existencial en casa, debemos preguntarnos: ¿Es la anarquía internacional un destino fatal, o es el resultado de un Gran Sofisma que nos obliga a renunciar a la Horizontalidad?

El paradigma dominante de la política global es el Realismo Político. Este es, en esencia, la aplicación del Determinismo Estructural a la esfera internacional, y debes rechazarlo.

II. El Gran Sofisma Global: La Inevitabilidad del Conflicto

El Realismo, fundado por pensadores como Morgenthau, postula que la naturaleza humana es egoísta y que los Estados se comportarán siempre bajo la lógica de la lucha de poder. En la arena internacional, la ausencia de un gobierno central (anarquía) convierte el miedo y la fuerza en la única ley.

Te tengo que decir que en el caso de Vegecio, debemos ser claros con la realidad de su tiempo. Si bien voy a seguir dando la turra con el Imperio Romano, porque considero que es un referente ineludible para nuestra historia, nuestra filosofía, nuestra cultura y nuestra política, te pido mirar al contexto:

Vegecio, con su tratado para la guerra (De Re Militari), no invocaba una regla de oro de la conquista, sino que señalaba la ineficiencia y la corrupción. El problema que él veía era la falta de disciplina y la falta de capacidad de un imperio que ya se había partido en dos. El Leviatán se pudría desde dentro.

  • El Falso Dilema Geopolítico: Este paradigma nos impone un Falso Dilema brutal: «O vives bajo la perpetua amenaza de la guerra O te sometes a la hegemonía de un poder superior». No se concibe una tercera vía de cooperación basada en la Ley Racional.
  • El Fatalismo de la Pereza: Esta tesis es un poderoso inductor de la Pereza Existencial. El ciudadano, al creer que el conflicto es un destino ineludible (el Determinismo Estructural en acción), renuncia a exigir soluciones éticas. delegas la Responsabilidad Radical en el Estado, permitiendo que la Razón Instrumental (la fuerza militar y económica) actúe sin contrapeso ético.

III. La Perversión de la Provisión: La Guerra como Justificación del Estado

Hay que ver, por ejemplo, cómo esta lógica de conflicto es autorreplicante y se manifiesta históricamente. Pero en vez de estar hablando de historia por una vez, te voy a hablar de algo que acaba de ocurrir.

La autorización que le ha dado Estados Unidos a Corea del Sur para que pueda volver a desarrollar submarinos con propulsión nuclear se hace bajo la premisa de que China se está militarizando. También se le ha dado permiso para aumentar el gasto militar a Japón. Además, nos consta que Corea del Norte no solo tiene una bomba atómica, sino que también está intentando trabajar en esos submarinos de propulsión nuclear. Hazte a la idea: ese contexto es tener el arma de proyección marítima más importante.

La justificación de este rearme sigue siendo la frase aquella de Vegecio de Si vis pacem, para bellum. Y es que la remilitarización de Japón y la inversión en submarinos nucleares a Corea del Sur se hace bajo el contexto donde las potencias orientales —las que están en auge económico— son las que están marcando la pauta sobre los posibles puntos de tensión bélicos.

¿Por qué estoy haciendo tanto hincapié en estas exportaciones? Pues muy sencillo, porque la realidad es que el único benefactor de la guerra es el Estado, algo que no digo yo sino que me apoyo en un pensador contemporáneo, como es el gran profesor Miguel Ancho Bastos.

En esta lectura, nos damos cuenta de que, en el plano internacional de la Realpolitik, todo se moverá para que todo se mantenga, aunque se cambie todo para no cambiar nada. La forma de justificar el sueldo que tienen los cargos públicos es recordando continuamente que la guerra está en las puertas.

Esto también se puede ver a nivel histórico en casos como, por ejemplo, la Segunda Guerra Púnica, donde Fabio Máximo se aprovechó de la situación para socavar el Poder Popular e intentar ser dictador de Roma. El conflicto, en manos de la Verticalidad, siempre es una herramienta de acumulación de poder.

IV. La Horizontalidad como Desafío: Ley Racional vs. Fuerza Bruta

La única respuesta a este Dominio del Miedo es la defensa de la Horizontalidad Virtuosa en la esfera global.

  • El Humanismo como Ley: Si bien hemos hablado del humanismo como ley, como señala Hannah Arendt en esa lectura que hace del juicio de Núremberg, o la cooperación del riesgo como señalan Camus y Sartre, aquí es donde quería hacer otra clase de historia y hacer una reflexión respecto a la lectura.

Y esta vez, mi amigo lector, si eres español, por favor, ten la benevolencia de ver lo que planteo desde una perspectiva neutral y sin sesgos.

La Nación y la internacionalización de los conflictos están igual de unidos que los dos cantos de una moneda. El 20 de noviembre que se recuerda como la fecha en la que Franco murió, tiene otras efemérides que se deben tener en cuenta: la efeméride del 20 de noviembre del 36, el fusilamiento sumario de José Antonio Primo de Rivera en el contexto de los primeros años de la Guerra Civil.

La Segunda República fue advenediza porque se constituyó sobre unas elecciones locales y la huida del monarca. Esta situación demuestra que Arendt tiene razón: la paz no es la ausencia de guerra, sino el marco fuerte y rígido de la Ley y la Justicia.

En el momento en que los «proto-revolucionarios» decidieron «tomar el cielo con las manos,» abrieron la caja de Pandora… El conflicto interno (la Verticalidad fratricida) surgió de la anulación de la Ley Racional que debía haber protegido a la minoría.

Al hilo de esto y la guerra, tenemos la contraparte de lo que se aportó en 1975 como fue el modelo de la Transición, que es el ejemplo de salir de un régimen autoritario a uno democrático con plenas garantías. La máxima de «de la ley a la ley» se convierte en la simiente para constituir naciones fuertes estructuralmente hablando.

Más allá de eso, algo que también hay que destacar es lo que simbolizaron los Juicios de Núremberg. Se entendió que a la guerra, que permitía el «todo vale», hacía falta ponerle normas.

Entonces, si nos damos cuenta de que la guerra como individuos no nos interesa y huimos sistemáticamente de la violencia, ¿por qué permitimos que la ejerzan contra nosotros estas estructuras nacionales e internacionales?

V. La Globalización en el Sofisma: La Incoherencia de la Verticalidad

ves la paradoja: una globalización que busca quitar fronteras, ¿por qué se sigue armando y preparando un eventual conflicto? ¿Por qué se busca recuperar el orgullo nacional, si se crean figuras supranacionales que hablan y dictan cómo tienen que trabajar los estados, colocando más losas en los hombros cansados de sus ciudadanos?

Observa el derecho internacional: el propio reconocimiento de una nación depende de que la reconozcan sus pares. Hemos llegado al punto en el que una población no puede decir que tiene patria si otras naciones deciden que no lo es —caso de esto es Kosovo, Palestina o el Sáhara—. eres la Razón, y debes exigir el porqué.

La Verticalidad global te intenta señalar que el problema es la economía, que hay intereses económicos de personas malvadas que están detrás de todo. Pero ¿y si las empresas solo quieren sobrevivir y los que realmente están buscando mantenerse y lucrarse del conflicto son los que tú votas?


VI. Conclusión: El Despertar de la Razón Global

El Leviatán Burocrático y el Leviatán Global te han vendido la mentira de que la anarquía es inevitable para justificar su propia existencia y su sueldo. no eres un peón en un juego sin reglas; eres la Razón y la Responsabilidad Radical.

Debes exigir que el Leviatán Burocrático y el Leviatán Global se sometan a la Horizontalidad de la ética. La Razón Instrumental solo es moral si sirve al Humanismo y a tu dignidad, no a la acumulación de poder del cargo público.

En la próxima entrega (Filípica V), llevaremos la crítica a la escala histórica más amplia: el Auge y Caída de Imperios, para ver cómo la renuncia a la Horizontalidad ha sido siempre el preludio al colapso de las grandes Verticalidades.


Bibliografia.

Arendt, H. (1974). Los orígenes del totalitarismo. Taurus.

Bastos, M. A. (2018). Capitalismo: Curso de introducción. Unión Editorial.

Hobbes, T. (2017). Leviatán: La materia, forma y poder de un estado eclesiástico y civil. Alianza Editorial. (Obra original publicada en 1651).

Juliá, S. (2007). Vida y tiempo de Manuel Azaña (1880-1940). Taurus.

López Rodó, L. (1990). La larga marcha hacia la monarquía. Plaza & Janés.

Morgenthau, H. J. (1986). Política entre las naciones: La lucha por el poder y la paz. Grupo Editor Latinoamericano. (Obra original publicada en 1948).

Preston, P. (2011). El holocausto español: Odio y exterminio en la Guerra Civil y después. Debate.

Vegecio, F. (2005). Epitome de la institución militar. Cátedra. (Obra original publicada en el siglo IV d.C.).

Waltz, K. N. (2015). Teoría de la política internacional. Prometeo Libros. (Obra original publicada en 1979).

Segunda Filípica

La Horizontalidad Traicionada:
Sistemas de Gobierno

Prefacio: La Herencia de la Indolencia

En nuestra primera Filípica, establecimos que la tiranía (Verticalidad) no opera solo por la fuerza, sino a través de la coerción intelectual. Diseccionamos los tres sofismas esenciales (Falso Dilema, Ad Hominem y Ad Populum) y demostramos cómo su uso constante induce la Pereza Existencial en el individuo. El resultado es que el ciudadano, al ser convencido de la inutilidad de la Crítica Racional, entrega su autonomía y se rinde al dogma impuesto.

La presente Filípica aborda la siguiente pregunta:

¿Qué sistemas de gobierno están diseñados para institucionalizar esa Pereza Intelectual?

I. Introducción: El Eje de la Fundación y la Voz de Demóstenes

Memoria cansada regresa a este tu paladín que en estos tiempos contemporáneos tiene la ardua tarea de colocar la luz de la sabiduría en el corazón de sus congéneres.

¿Sabes de donde vinieron las Filípicas? Pues si en Roma nos enseñaron Política, fue en Grecia donde nos enseñaron Libertad, concretamente el maestro Demóstenes, que fue el último libre de su tiempo. Fue él quien escribió de puño y letra cartas al tirano macedonio Filipo, cuyo nombre por siempre quedará ligado al sabio que pecó de imponer a los demás un pensamiento que solo su hijo pudo ejecutar.

De ahí, nos desplazaremos al tiempo donde el mito de Roma encontró su génesis y te pido mi buen acompañante que hagas el ejercicio conmigo. Había un Augur y dos muchachos [Rómulo y Remo] que se encontraban en medio de la nada, afanados en resolver quién estaba destinado para fundar la ciudad.

¿Sabes lo primero que hicieron esos dos muchachos? Trazar un eje de coordenadas. Un eje que les diría cuál sería el designio divino. Ese eje, ese principio ordenador, esa búsqueda de la Verticalidad divina para legitimar la fundación, es la misma pulsión que te rige hoy.

El problema no es buscar un eje, sino cómo se traza. La Horizontalidad (la Razón de Demóstenes) nos permite trazar un eje de crítica; la Verticalidad (la coerción de Filipo) nos impone un eje de dogma. La Horizontalidad es traicionada cuando los sistemas de gobierno se confunden, y es hora de desmantelar esa confusión.

II. El Eje Fundacional: Platón, Aristóteles y la Búsqueda de la Voluntad

No pretendo venir a contar algo nuevo, sino a devolverte el recuerdo de algo que olvidamos.

Los maestros Platón y Aristóteles en sus obras República y Política respectivamente, nos enseñaron grandes cosas. Platón nos dibuja un camino cíclico como la vida misma, que contempla puntos de virtud de gobierno y puntos de auténtica catástrofe.

Aristóteles, entendiendo el camino trazado por su maestro, intenta equilibrar esa balanza con unos contrapesos que mantengan los ejes en estabilidad.

La cuestión aquí no es parar la manija y vivir en un éxtasis virtuoso, sino hacer que la sociedad tenga la misma vida y voluntad que cada uno de sus individuos por separado.

A. El Peligro Antiguo: La Demagogia como Precursora de la Tiranía

Antes de avanzar en el tiempo, permíteme retenerte un momento más. Y es que en la Grecia Clásica, la Demagogia era peligrosa y catalogada como una forma de gobierno que precedía a la tiranía.

Los griegos entendían que sólo cuando una persona es capaz de crear una influencia lo suficientemente grande como para desenfocar la Razón de los demás aparecen grietas en el puente de la libertad.

III. El Eje del Presente: El Puente a la Soberanía Moderna

El puente entre milenios, que estamos recorriendo en estas Filípicas, tiene un sentido pesadamente inevitable y es hacia ese amanecer que tan solo tú y yo podremos contemplar pleno, si acaso atendemos al deber histórico y generacional que nuestros antepasados nos ponen sobre nuestros hombros.

Pero debo decir que todo esto no es bello ni sencillo y que nuevamente debo afilar mi pluma, a los artífices del sistema que a día de hoy rige el mundo.

El primero y más vilipendiado de los que me refiero tiene gran parte de culpa por su falta de fe en la dignidad de sus coetáneos. Por crear las entretelas del teatro en el que ahora todos bailan. No es otro que Maquiavelo con su obra El Príncipe. Él creó las estrategias y mecanismos más claros a la hora de contraponer el poder y la decisión de uno frente a la libertad de los demás.

He de decir que no veo a Maquiavelo como el villano que a priori se pueda pensar, sino como el pobre hombre que nunca pensó que la dignidad humana estuviera por encima de un buen gobierno. Y a él le preguntaría: ¿De qué sirve gobernar con puño de hierro sobre un yermo sin vida?

Los otros dos artífices son Locke y Rousseau.

Locke, con su Segundo Tratado sobre el Gobierno Civil, y Rousseau, con El Contrato Social, ambos adelantados a su época, y por qué no decirlo, a la nuestra, nos enseñan el valor de la dignidad humana, y nos regalan la formalización y racionalización de los mayores dones que jamás hayamos podido encontrar: Libertad e Igualdad.

Pero lo cierto es que los siguientes pensadores intentaron modular y achicar sus ideas, poniendo puertas al campo o directamente, como la Escuela de Frankfurt, quemar sus bases hasta que solo pudieran tener cáscaras vacías a las que llamar ciudadanos, y que trágicamente sean estos los que con paso gris pusieran el telón de acero de la pereza sobre sus conciencias.

La crítica fundamental, y la verdad que me urge exponer no es otra que ¿por qué hemos llegado a esto?, y es que a Locke y Rousseau les preguntaría: ¿Por qué no bajaron sus ideas a la plumbea realidad? Porque, si bien creo que son una referencia, siento que quedaron cojos y faltos de crítica a la hora de llevar a la práctica la forma de llevar a cabo sus principios.

IV. El Barro y la Tragedia: La Demagogia como Democracia Representativa

Y es que aquí es donde está el barro y la refriega, el conflicto y la tragedia. Os prometí hablar de los sistemas de gobierno y lo prometido es deuda hoy voy a ir a los grises, a esa diferencia mortal entre Demagogia y Democracia.

Y antes, tengo que pedir que pactemos, que pactemos como haría el maestro Aristóteles. Que de aquí en adelante, en confianza, Demagogia para nosotros sea Democracia Representativa, y Democracia sea Democracia Real y Participativa.

En este punto, Locke y Rousseau pecaron en exceso al confiar la salvaguarda de la libertad y la igualdad de todos, a los hombros estrechos de representantes, que, abrumados o corrompidos, no estaban a la altura de las circunstancias.

Pondré ante la luz y el taquígrafo la subversiva monstruosidad de la Demagogia. Porque cuando alguien lanza sus discursos en los que habla de emoción, quita la profundidad intelectual y asegura al resto que todo lo que hace es por su bien. Incluso cuando presenta, a sabiendas, su cargo a disposición de los demás que, ya empequeñecidos, prefieren seguir entre la multitud.

Cuando la Responsabilidad Radical se transmite y se reduce a una papeleta hasta la próxima elección, es ahí cuando la libertad muere.

V. La Ingeniería de la Pseudo-Horizontalidad: El Engaño de la Asamblea

La Demagogia no solo fomenta la Pereza Existencial en la urna, sino que produce contraejemplos aún más insidiosos. El peligro más grande es cuando la Verticalidad se viste con la toga de la Horizontalidad. Es el acto de ingeniería social que explota el deseo genuino de participación para imponer una nueva tiranía.

A. La Tiranía del Consenso y la Paradoja de la Minoría

El defecto fatal de la Pseudo-Horizontalidad es que confunde la voz de la mayoría con la voz de todos. El resultado es una tiranía del consenso tan destructiva para la libertad como la tiranía monárquica.

Una democracia real debe siempre dar voz, cauce y contrapesos a la minoría. Paradójicamente, el mecanismo donde la minoría encuentra a menudo mayores contrapesos para influir en el rumbo de la sociedad es en las sociedades mercantiles. En el derecho de sociedades, existen estructuras de poder que garantizan a la minoría derechos de veto, de información y la capacidad de impugnar acuerdos. Este rigor jurídico es un estándar de protección que la mayoría de los sistemas políticos ha fallado en replicar para proteger el valor de la Razón.

B. El Patrón del Siglo XX/XXI: La Verticalidad Vestida de Pueblo

Desde el Jacobinismo hasta el presente, la historia nos muestra que los movimientos que más prometen participación son los que terminan imponiendo la mayor Verticalidad. Esto no es una crítica a la asamblea, que como institución debe estar presente en todas nuestras reflexiones y buscar siempre que sea necesario su implementación, el problema es cómo se compone esa asamblea, y esto nuevamente es otro aviso mayúsculo jamás pienses que el candidato perfecto de un órgano asambleario tiene que tener nada más determinante que dos herramientas ética y filosofía, cuando hay un demagogo y el resto de los presentes no tienen esa acidez mental, entonces y solo entonces la asamblea o el círculo se convierte en un Politburó de facto.

  • La Herencia Clásica (Robespierre): El Terror de Robespierre demostró el peligro más puro.
  • El Soviet Coercitivo: En la Unión Soviética, el Soviet (Asamblea) y el Politburó eran la cúspide de esta Pseudo-Horizontalidad.
  • El Caudillismo Asambleario (Bolivariano): En las Asambleas Bolivarianas, la exaltación del sentimiento convierte el debate en un acto de fe.
  • El Círculo Reciente: En estructuras como los Círculos de Podemos, la promesa de Horizontalidad se encontró con la dura realidad de la Ingeniería Social.

VI. Conclusión: La Arquitectura de la Responsabilidad y el Amanecer

La solución ciertamente la desconozco, pues no soy un iluminado ni un visionario. Sin embargo, sí que creo tener cierto ojo en el futuro, y creo genuinamente —y esto es más un deseo racional que una certeza emotiva— que el camino hacia el amanecer que merecemos se construye sobre la ética y la filosofía.

El puente hacia el futuro se puede tender si a nuestras generaciones venideras les damos un papel y un boli y les decimos aquello de «Sapere Aude« (Atrévete a saber).

Y le añadimos, esta sí, de mi cosecha personal, un «Veritas Et Audatia» (Verdad y Audacia).

Pues solo con esas herramientas —la Crítica Racional y la Valentía Existencial— el puente será robusto y duradero. La Horizontalidad Virtuosa es el individuo éticamente armado.

En la próxima entrega (Filípica 4), escalaremos esta crítica a la Verticalidad Supranacional, analizando la Política Europea Contemporánea y la burocracia, para ver si el Leviatán continental también ha renunciado a la Razón.

Apéndice: Referencias Bibliográficas e Históricas

Autor/FuenteObra RelevanteConcepto Vinculado
AristótelesPolíticaEquilibrio de poderes, búsqueda de la politeia.
DemóstenesFilípicasOrigen del género retórico, lucha por la libertad contra la coerción.
Locke, JohnSegundo Tratado sobre el Gobierno CivilSoberanía de la Ley, consentimiento de los gobernados, libertad e igualdad.
Maquiavelo, NicolásEl PríncipeRazón Instrumental, Verticalidad cruda, eficacia sobre dignidad.
PlatónLa RepúblicaCiclo de regímenes, desconfianza de la democracia, Verticalidad de la Razón Pura.
Popper, KarlLa Sociedad Abierta y sus EnemigosCrítica Racional y Falsación (base de la Horizontalidad).
Rousseau, Jean-JacquesEl Contrato SocialVoluntad General, soberanía popular, Horizontalidad pervertible.
Historia ClásicaMito de Rómulo y RemoBúsqueda del Eje y el principio ordenador.
Historia ModernaEl Terror Jacobino (Robespierre)Tiranía del consenso, anulación de la minoría.
Historia ContemporáneaEscuela de Frankfurt, Soviet, Populismos Bolivarianos, Círculos de PodemosIngeniería social, pseudo-Horizontalidad y el telón de acero de la pereza.

Filocafé: Neoliberalismo y la construcción del sujeto


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¿Elección o imposición?

Vivimos en una sociedad donde la palabra libertad aparece constantemente: Libertad de elección, de consumo, de pensamiento. Pero, ¿Somos realmente dueños de nuestras decisiones? ¿O nuestras elecciones están condicionadas por fuerzas invisibles que nos moldean y administran sin que lo notemos?

El neoliberalismo no es solo un modelo económico, sino también una forma de organizar la vida, de definir qué significa ser un individuo y de establecer las reglas del juego en la sociedad. Nos promete autonomía, pero al mismo tiempo nos somete a un sistema de control basado en la política del marketing, el consumo y la gestión de la existencia. ¿Realmente somo libres o simplemente seguimos un guion preestablecido?

En este espacio que Arjephilo brinda para la reflexión y el diálogo, se busca un entendimiento más profundo sobre el neoliberalismo en la construcción de nuestra subjetividad y qué alternativas tenemos para repensarnos fuera de sus lógicas de poder con un invitado especial, Cristian Giambrone, de Pensar Liberado.

No es necesario ser un experto en filosofía para participar; solo se necesita el deseo de aprender, debatir y, por supuesto, dejarse llevar por el viento del logos


Cristian Giambrone, profesor de filosofía, interesado en cuestiones socioecómicas y políticas, especialmente en la desigualdad estructural de la economía de mercado. Autor y editor de Pensar Liberado, un espacio de formación y divulgación filosófica que busca estimular el pensamiento crítico y reflexivo entorno a cuestiones sociales, políticas, antropológicas y científicas, ya sea a traves de cursos de formación o RRSS.
Próximo Curso Online: El precio del Neoliberalismo


El espejismo del crecimiento económico por Wilmer Torres

Neoliberalismo sexual: El mito de la libre elección de Ana de Miguel ed. Cátedra

Breve historia del neoliberlaismo de David Harvey Ed. Akal

Silencio reflexivo y subjetividad resistente al neoliberalismo de Juliana Berrío- Escudero y Mauricio Bedoya-Hernández 

Recomendaciones para ayudarnos a comprender el régimen neoliberal de Floren Aoiz


Apología al No

El hombre libre es aquel que no teme decir ‘No’.


El “No” es mucho más que una simple negación; es una afirmación enmascarada, una declaración contundente de existencia, identidad y límites. EN un mundo obsesionado por el “Sí”, con la afirmación constante y la búsqueda interminable de aprobación, el “No” se erige como un acto de resistencia, un baluarte de la autonomía y una forma profunda de pensamiento crítico. Decir “No” es un ejercicio de libertad. Cada vez que lo pronunciamos, trazamos una línea que protege nuestro espacio interior y establece una barrera ante las imposiciones externas. Es, en esencia, la forma más pura de declarar que tenemos una voluntad propia y que no estamos dispuestos a diluirnos en el flujo de lo esperado.

La filosofía misma nació de una negación. Los primeros pensadores se atrevieron a rechazar las explicaciones dogmáticas y las creencias cómodas de su tiempo, apostando por la incertidumbre y la duda. De hecho, el mismoRené Descartes llegó a su célebre “Pienso, luego existo” tras negar todo lo que pudiera ser falso, esto quiere decir que muchos de esos noes en la historia del pensamiento humano ha sido una pequeña, o grande, chispa de renovación. Se puede considerar que, lejos de destruir, el «No» abre la puerta a nuevas formas de entender el mundo, a preguntas que antes no nos atrevíamos a formular. Es, por tanto,un acto profundamente creativo, un motor de transformación que impulsa tanto al individuo como a la sociedad hacia territorios inexplorados.

Sin embargo, el «No» no solo tiene un valor intelectual o filosófico. ¿Qué nos sugiere la negación dentro del ámbito ético?  Se puede considerar de que se trata de una herramienta esencial para delimitar lo que no estamos dispuestos a tolerar como individuos y como humanidad. Decir «No» a la violencia, a la injusticia o a la discriminación no es solo un acto de rechazo, sino una afirmación de principios que define quiénes somos. Pero esta negación no debe ser impulsiva ni sistemática; requiere reflexión, convicción y responsabilidad. Un «No» vacío puede ser destructivo, mientras que un «No» bien pensado, es una forma de defender la integridad y la dignidad.

Tambien lo encontramos en el plano personal, la negación tiene una dimensión profundamente íntima. Aprender a decir «No» es aprender a cuidar de nosotros mismos. Es el acto mediante el cual protegemos nuestra energía, establecemos límites saludables y nos negamos a aceptar demandas que nos agotan o relaciones que nos destruyen. El «No» es, en este sentido, un gesto de amor propio, una forma de recordarnos que no somos infinitos ni omnipotentes, y que proteger nuestra esencia es tan importante como compartirla. Como afirmó Rainer Maria Rilke, «la soledad es el lugar donde se encuentra la verdad» en Cartas a un joven poeta. Y muchas veces, el «No» es el primer paso hacia esa soledad necesaria, hacia ese encuentro con nuestra voz más auténtica.

Si el «No» es tan poderoso, tan esencial para nuestra libertad, creatividad y dignidad, cabe preguntarse: ¿por qué nos cuesta tanto decirlo? ¿Es el miedo al conflicto, a la soledad o al rechazo lo que nos paraliza? ¿Cuántas veces aceptamos algo por inercia, traicionando nuestra esencia en el proceso? ¿Qué nos dice esto sobre nuestra sociedad, que premia el «Sí» como un símbolo de cooperación, pero castiga el «No» como un acto de disidencia?

El «No» no es, como podría parecer, un símbolo de negatividad, sino de posibilidad. Es el cimiento sobre el que construimos nuestras decisiones, nuestras convicciones y nuestra identidad. Es el acto de resistencia que desafía la inercia del conformismo, la semilla del pensamiento crítico y la frontera que protege nuestra humanidad. Defender el «No» es defender la libertad, la creatividad y la autenticidad. En un mundo que idolatra el «Sí», que premia la complacencia y castiga la disidencia, el «No» es un acto revolucionario. ¿Cuántos «Noes» valientes están pendientes en tu vida? ¿Cuántos «Noes» necesitas pronunciar para ser quien realmente eres?


Nota: Este texto surgió a partir de una conversación en la que se demostró -o se intentó demostrar- la importancia de saber decir «No», especialmente a una persona que afirma «no saber cómo hacerlo o que nunca dice no». Como ejemplo, se utilizó la figura del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, entre otros. Si a él se le hubiera dicho «No» en lugar de llevar a cabo los ataques a Palestina, es posible que hubiera acatado esa orden. Este ejemplo ilustra cómo el «No» puede ser un acto de resistencia y una herramienta para evitar decisiones destructivas. Si todos tuviéramos la capacidad de decir «No» de manera firme y reflexiva, podríamos evitar muchas de las injusticias y daños que surgen cuando se cede ante presiones externas o la complacencia. El «No» es, en última instancia, un acto de responsabilidad que, si se emplea con convicción, puede prevenir la perpetuación de abusos y opresiones.

La zona gris de la humanidad

A lo largo de los siglos, la humanidad ha oscilado entre el bien y el mal, la guerra y la paz, la libertad y el control. Estos conceptos no son solo parte de nuestra historia, sino de nuestra esencia. Los actos de violencia y opresión contrastan con nuestros ideales de justicia y convivencia, y nos empujan a reflexionar sobre nuestra naturaleza, nuestras elecciones y las estructuras que nos moldean. 

El mal, en sus múltiples formas, nos confronta con las facetas más oscuras de nuestra condición. Actos como la tortura, el genocidio o la esclavitud, aunque formalmente condenados hoy, no son solo una herencia del pasado: persisten en el presente, revelando que el mal no es un anacronismo, sino una realidad. Lo vemos en muchos de los conflictos armados que están ahora mismo sobre la palestra, mensajes en RRSS, entre otros…

Hannah Arendt, al observar el juicio del nazi Adolf Eichmann, describió el mal como «banal», encarnado no en un monstruo, sino en un hombre corriente que renunció a pensar y obedeció órdenes. Esto pone en duda la idea de que el mal solo reside en intenciones malignas, sugiriendo que, muchas veces, las circunstancias y la falta de reflexión son los verdaderos catalizadores del daño. 

Si aceptamos esta perspectiva, surge una pregunta esencial: ¿cuánta responsabilidad tiene un individuo que actúa bajo presión o en un sistema que fomenta el mal? ¿Es la obediencia ciega tan peligrosa como el odio deliberado? 

Ilustración de un taller de FpN sobre ¿Qué es el mal? (12-14 años)

Experimentos como el de Stanley Milgram refuerzan esta idea: personas comunes, en situaciones controladas, son capaces de causar sufrimiento grave simplemente porque una figura de autoridad se lo pide. Este fenómeno plantea una cuestión inquietante: ¿cómo evitamos que las estructuras sociales nos conviertan en agentes de daño? 

Esto nos lleva a tratar otro tema, el bien y el mal, como algo que está más allá de lo maniqueo.

La filosofía ha intentado desentrañar esta dualidad. Desde la visión de Hobbes, quien veía al ser humano como egoísta por naturaleza, hasta Rousseau, que lo consideraba bondadoso hasta que la propiedad y la sociedad lo corrompían, las perspectivas son diversas. Sartre, por su parte, negó una naturaleza fija, afirmando que somos lo que hacemos con nuestra libertad. 

La literatura también ha explorado estas tensiones. En “El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde”, Stevenson muestra cómo el mal puede ser una parte latente de nuestra identidad, lista para emerger cuando las circunstancias lo permiten. Si nuestras acciones no siempre obedecen a intenciones claras, ¿qué nos define: ¿lo que hacemos, lo que deseamos o lo que intentamos evitar?  ¿Es posible que el mal sea, en cierto sentido, necesario para comprender y valorar el bien? ¿O deberíamos aspirar a eliminarlo completamente, si eso fuera posible? 

He mencionado la palabra libertad, una de las más evocadoras y manipulables del lenguaje humano. Su capacidad para inspirar, movilizar y justificar acciones de todo tipo la ha convertido en un concepto poderoso, pero también ambiguo. Aunque a primera vista parece ser un ideal universal, su significado cambia según quien la emplee y el contexto en el que se invoque. Históricamente, ha sido la bandera de ideologías y movimientos opuestos: fascistas, comunistas, dictadores y revolucionarios han encontrado en ella un símbolo adaptable para sus causas, ya sea para justificar una guerra, promover un genocidio o defender derechos fundamentales. Esta versatilidad no solo refleja su atractivo retórico, sino también su capacidad para ser tergiversada y servir a intereses particulares.

En esencia, la libertad es un concepto positivo. Sin embargo, cuando se utiliza como herramienta discursiva, puede convertirse en un arma para legitimar actos de opresión y violencia. Esto nos enfrenta a una paradoja esencial: ¿es la libertad un fin en sí mismo o un medio para alcanzar otros objetivos? En muchos casos, la libertad pierde su sentido original y deja de ser una condición para la convivencia y la autorrealización, transformándose en un pretexto para dividir, destruir y dominar.

Esta omnipresencia contribuye a banalizar su valor y a desviar la atención de cuestiones esenciales: ¿para qué sirve la libertad y a quién beneficia realmente? Cuando tanto opresores como oprimidos la reclaman como bandera, se hace evidente la necesidad de cuestionar su uso, su contexto y su autenticidad.

La libertad auténtica no puede ser la simple ausencia de restricciones ni la capacidad de imponer la propia voluntad sobre otros. Su significado más profundo radica en el equilibrio entre derechos y responsabilidades. Si el ejercicio de la libertad de unos implica la opresión o el sufrimiento de otros, deja de ser una verdadera libertad en el sentido ético y humano. Este equilibrio exige una reflexión mucho más profunda, ya que no se trata solo de defender la libertad como un principio abstracto, sino de considerar sus implicaciones y límites en nuestras relaciones, sociedades y sistemas.

En fin, la filosofía contemporánea, lejos de quedarse en preguntas sin respuesta, puede ofrecernos herramientas para enfrentar estos desafíos. Como sugiere Foucault en “La hermenéutica del sujeto”, debemos volver al gnothi seauton (conócete a ti mismo) para reflexionar sobre cómo vivir éticamente en un mundo lleno de sombras. Esta mirada introspectiva nos invita a construir una vida más consciente, basada en la bondad, la convivencia y el respeto por las libertades. 

Al final, somos seres complejos, grises, atrapados entre luces y sombras, no todo es blanco o negro. Pero la cuestión es, ¿es esta «zona gris» una excusa para la inacción o una oportunidad para elegir el bien a pesar de nuestras imperfecciones?  Porque, aunque el camino sea difícil, el objetivo es claro: construir un futuro donde el bien prevalezca, donde la paz supere a la guerra, y donde la libertad no sea un privilegio, sino un derecho inalienable. 


El texto fue escrito a partir de algunas de las ideas de las introducciones de los filocafés: ¿Hay personas completamente malas? (partes 1 y 2), Diálogos sobre guerra y paz, y Libertad y control.


Calista


Calista. El misterio del yo y de la libertad

Calista, una niña curiosa de Epistemoria, realiza viajes extraordinarios por nuestro planeta en busca de respuestas a preguntas fundamentales sobre la humanidad.…


Calista. El misterio de la verdad

¿Cómo puedes saber que algo es verdad?Con esta pregunta, el Mayor en los Jardines de la Reflexión siembra en Calista una duda…


Les animo a compartir anécdotas y experiencias derivadas de la interacción con el libro. ¿Cómo ha influido la historia en la forma en que los niños y niñas abordan su vida diaria y las elecciones que hacen? ¿Qué preguntas han surgido? ¿Cómo ha ido la experiencia? ¿Han encendido sus mentes con nuevas preguntas? ¿Habéis realizado alguna de las actividades sugeridas en el libro o habéis creado vuestras propias prácticas inspiradas en la travesía de Calista? ¿Qué dinámica habéis empleado para explorar los conceptos filosóficos?

Puedes contármelo enviándome un correo a: info@arjekids.com o rellenando esta ficha de contacto.

¡Gracias por ser parte de esta maravillosa travesía!


Enlaces de interés:

Lectura de un fragmento de “Calista y el misterio del yo” por Marisol Hernández para el Colectivo Lectores del Desierto

Reseña: “Calista. El misterio del yo y de la libertad” por Marisol Hernández del Real, facilitadora y formadora de FPN

Short YOUTUBE Sociedad de Filosofía en Abierto: Recomendación: Calista. El misterio del yo y de la libertad

Reseña: Acozado Cinéfilo de Francisco Huertas. Profesor de Filosofía

Red Española de Filosofía (REF): Nuevo libro ilustrado de Filosofía para Niños.

Opiniones en AmazonCalista. El misterio del yo y de la libertad.

Short Youtube Sociedad de Filosofía de la Provincia de AlicanteRecomendación: Calista. El misterio del yo y de la libertad

Recomendación de Celso Luján: Calista, Ester Guirao


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«Lo que tu quieras» Wonder Ponder (7-11 años)

El anterior taller sobre «LIBERTAD» dirigido a niños y niñas de entre 7 y 11 años proporcionó una base sólida para este taller de Filosofía Visual. Un taller en el que se centró en las tarjetas de Filosofía visual de Wonder Ponder basadas en el tema «Lo que tú quieras« y «Mundo cruel«.

Las tarjetas desafiaron a los niños y niñas a discutir sobre las elecciones y las consecuencias de nuestras acciones. Se habló de la libertad y la responsabilidad, desde diversas preguntas y analizando varias situaciones y planteamientos -como veremos más adelante-. A través del humor, la intriga, el rigor y el cuidado se diseñaron propias plantillas de Filosofía Visual al estilo Wonderponder.


(cuando aparece un + es la facilitadora la que interviene, el son los y las participantes)

Actividad de inicio:
Para introducir el tema de la libertad, inicialmente se propuso una actividad en la que debían representar una figura de Acrosport utilizando hojas de papel. En primer lugar, debían realizar esta actividad sin hablar, es decir, tenían que decidir qué figura hacer, llegar a un acuerdo sobre la figura que iban a realizar (resolver un conflicto) y organizar la ejecución de la misma sin pronunciar una palabra, manteniendo completo silencio.

Después debían hacer lo mismo pero en esta ocasión hablando.

En la primera ocasión tardaron cerca de 6 minutos en realizarla, en la segunda ocasión cerca de 1 minuto.

+¿Qué diferencias habéis notado? ¿Qué habéis sentido?

– Bueno, está claro, ¿no? A ver, sin el uso de la palabra todo es más difícil. En mi caso, no me conseguía poner de acuerdo con Marc, para la figura. Pero con gestos lo hemos solucionado.

-Claro, hemos cogido esa figura. Primero hemos hecho «piedra, papel, tijera» para ver cual de las dos figuras ganaba. Pero después, ella ha querido votar por una figura y hemos hecho la que democráticamente ha tenido más votos. Pero claro todo con gestos, y por eso hemos durado más en hacerla.

– A mi no me ha gustado la primera vez, porque ha costado mucho ponerse de acuerdo. Pero lo hemos conseguido.

-Claro, sin poder hablar no se pueden resolver conflictos fácilmente. Es como cuando mucha gente grita o se pelea de golpe, cómo se va a poner paz si no se escuchan entre ellos.

El problema de la guerra es que no hay diálogo. Solo hay misiles y muerte, solo hay violencia. Es esto lo que ocurre, no hay diálogo porque el arma tiene más poder que la palabra.

11 años


Hablamos de la necesidad de la democracia para alcanzar acuerdos y promover el bien común. Estos acuerdos deben estar en sintonía con el interés general. Se resalta en varias ocasiones que sin el diálogo, las personas no podrían coexistir pacíficamente. La falta de diálogo no solo podría desencadenar conflictos armados, sino que también tendría un impacto negativo en las relaciones interpersonales, ya que:

-No pueden hablar igual las personas que no hablan entre ellas. No pueden ser amigas. Además sin hablar también tardarían mucho más tiempo en hacer las cosas, como nos ha pasado antes.

-Pero hablando también nos pelearíamos. Por ejemplo cuando jugamos al futbol, alguien dice que es falta y otro que no. Entonces al final acabamos gritando y nadie escucha a nadie y acabamos peleando.

+ ¿Es importante el diálogo para la libertad?

Todos somos libres, pero a veces tenemos unas condiciones. Las condiciones las pone el diálogo.

Se establece que las condiciones que pone el diálogo para la libertad es un diálogo democrático, en el que nuestra libertad se encuentra condicionada por la cultura y las normas sociales:
-Si no reímos porque Marc viene al taller con un vestido rosa y un lazo es porque, aunque digamos que podemos vestir como queramos no es lo habitual. En cambio si Lorena viene así, nos da igual, porque estamos acostumbrados a ver a las niñas con vestidos. En Escocía van los chicos con faldas de cuadros y nadie se ríe.

-Pero, eso está cambiando. Poco a poco vamos mejorando.

Tras hacer un repaso al concepto de Libertad. Nos vamos a hablar de normas. Lo que nos lleva a contar una adaptación del Mito del anillo de Giges de Platón.

Según la leyenda, Giges era un pastor que trabajaba para el rey de Lidia. Hubo un día una gran tormenta y un gran terremoto que abrió la tierra justo donde Giges estaba dando de comer a sus borregos. Se quedó fascinado y se adentró en la tierra por donde esta se había abierto.

Encontró en la tierra un anillo de oro y lo agarró. Entonces pasó el tiempo y Giges tuvo que ir a una reunión de todos los pastores de la región. Antes de ir, se puso el anillo.

Durante la reunión, por aburrimiento, le dio vuelta al anillo, y de inmediato se volvió invisible. Todos los otros pastores empezaron a hablar sobre él como si no estuviera allí con ellos.

Giges se sorprendió mucho y le dio otra vuelta al anillo. En ese instante, volvió a aparecer. Ahora entendió que ese anillo le había dado el poder de la invisibilidad. Empezó a preguntarse qué debería hacer con su nuevo poder.

+ Si tuvieras un anillo que te diera el poder de la invisibilidad, ¿qué harías?
Esto fue bastante interesante.

Me iría al parlamento alemán a vigilar todo lo que dicen, lo grabaría todo en vídeo. Así si dicen algo malo o mienten puede conocerlo toda la población.

-Yo lo usaría para coger todos los libros de mates y deberes y exámenes de mi profesor, para que nunca más nos mande más cosas. Porque todos de mi clase estamos hartos de tanto trabajo en matemáticas.

-Yo no me haría invisible. Yo se lo daría a mis padres, para que lo guardaran y nadie pudiera hacer cosas con él.

-Yo cogería todas las armas del mundo y los misiles y todo. Lo escondería en mi «keller» (sótano) y así no hay más guerra ni violencia.

Yo cojo el anillo y se lo regalo a mi mamá. A ella le gustan los anillos. Pero le diría que es mágico y que puede hacer cosas muy buenas con él. Entonces ella seguro que ayudaría a la gente que no tiene casa. Por ejemplo, cuando un ladrón roba, ella cogería el dinero que ha robado el ladrón y se lo daría a la gente que necesita dinero para vivir.

+¿Y ninguno iría a coger de la juguetería un juguete que siempre ha querido pero que nunca ha podido tener?

-Bueno, es que eso no está bien. Es decir, no está bien coger un juguete así. Porque y si es el único juguete y otro niño ha estado ahorrando mucho para conseguirlo y luego va otro niño y lo roba porque él también lo quiere. No es justo para el niño que ha estado ahorrando. Yo eso no lo haría.

-Bueno, yo lo haría si hay muchos juguetes iguales. Claro si hay cientos, pues puede ser que sí que coja uno, pero yo pagaría el dinero que he ahorrado para ese juguete y si me falta le diría a la chica de la tienda: «Lo siento, me lo he llevado de manera invisible, pero aquí te dejo la parte del dinero que he ahorrado, para él juguete. Otro día si tengo más dinero te lo traigo.

-Yo sí que lo cogería. Pero para un rato, juego con él y lo devuelvo.

¿Qué pensáis? A mi me llamó mucho la atención que solo pensaran en usar el anillo para hacer el bien.

Iniciamos el el proceso de «Filosofía Visual» de WonderPonder para que finalmente, los niños y niñas pudieran crear sus propias tarjetas de Wonderponder.

Tarjetas utilizadas para la sesión de: «Mundo cruel» y «Lo que tu quieras»

Preguntas trabajadas con algunas de las respuestas:

+Si una persona pudiera robar sin que nadie se enterara y no lo hiciera, ¿sería tonta o buena?

Sería buenas. Robar está mal. ¿Por qué hay que robar? Si es un regalo. El regalo no lo necesitas. Pero si robas porque pasas hambre o tu familia es muy pobre y hay que hacerlo para vivir, pues entonces sí que lo haría. (Robo por necesidad)

-Yo sería buena. No robaría y si luego vienen a mi casa y ven lo que he robado. No está bien robar.

Claro, no está bien robar, pero si estás pasando hambre y tu vida corre peligro, pues se puede robar. Sería tonta si no lo hago. Pero coger algo que no necesito, sería buena. No sería justo, alguien lo puede necesitar más que yo.

No sé. Es que robar no está bien. Imagínate que a la que le roban es a ti, ¿Sería buena o tonta la persona que no lo ha hecho?

+ ¿Puede todo el mundo hacer lo que le da la gana al mismo tiempo?

– El problema es que el hombre está despertando al niño. No se puede dormir y tocar eso que hace mucho ruido al mismo tiempo. El hombre tiene que parar porque hace ruido y con eso no se puede dormir.

-Pero entonces no es justo para el hombre. ¿Por qué tiene que dejar de tocar porque el niño tenga que dormir?

-Porque dormir es importante, sino después está cansado y no puede pensar bien al día siguiente para ir al colegio.

-Entonces se debe hacer un horario. Por ejemplo de 5 a 7 para tocar eso y de 7 a 12 para dormir. Así nadie molesta a nadie.

-Yo pienso que no. Porque si todos hacemos lo que queramos al mismo tiempo, al final nadie hace nada. Por ejemplo si yo quiero saltar donde estás tu sentada y tú no te quieres levantar ni yo salto ni tu te sientas, porque estaría intentando quitarte del sitio.

+ ¿Te parece cruel la escena? ¿Por qué?

-Un niño en un jaula no tiene que estar. Está triste.

-Sí, pero también están triste el resto de animales. Mira las caras.

-Es que no son libres. Solo en libertad se puede ser feliz. Además no se puede ser feliz en jaulas tan pequeñas. Si fuesen grandes y se pudiera correr, jugar, hacer otras cosas. Pero mira, es que son muy pequeñas. Casi no caben.

– Es gracioso. Porque claro, nosotros tenemos en jaulas a los animales porque pensamos que somos mejores que ellos. Pero si viene un extraterrestre que es mejor que nosotros y nos enjaula no estaría bien, cuando es lo mismo. ¿no? Entonces sí que me parece cruel. Deben estar todos sueltos.

+ ¿Deberían los niños poder entrar a todos los sitios?

-Por supuesto que no. Hay películas de miedo en el cine para mayores de 18 años, que los niños no deben de ver porque después les da miedo. En cambio hay películas de 18 años que no pasa nada y tampoco pueden ver. En ese caso sí que deberían entrar. ¿Pero entonces quién decide qué pueden ver y que no? Pues los adultos que les encanta poner normas y reglas a todo.

-Claro, a veces los adultos se olvidan que ellos también fueron niños. Entonces, ¿por qué ponen tantas reglas a los niños?

-Es que, es normal. Porque son los adultos los que tienen que cuidar de los niños. Si pudieramos entrar a todos los sitios. Muchos niños podríamos morir. Por ejemplo en un parque de atracciones. Hay atracciones que son peligrosas para los niños porque no cabemos bien, y podemos salir volando y morir.


CREADORES DE TARJETAS

Una vez que los niños y las niñas se han quedado con la idea de las tarjetas de Filosofía Visual de «Wonderponder» se les proponen que sean ellos y ellas los que puedan crear sus propias tarjetas. Cosas que deben tener en cuanta:

  • Tema libre
  • Por un parte un dibujo
  • Por otra parte preguntas que inviten a la reflexión y al diálogo.

Veamos algunos ejemplos:

Pensar sobre los elefantes y su cautiverio.
¿Está justificado el maltrato animal? ¿Está bien el uso de animales en los circos? ¿Deben ser los animales puro espectáculo?
Con esta imagen, las preguntas y la explicación. Nos invita a reflexionar sobre los derechos de los animales, con un enfoque especial en los elefantes. Estos majestuosos seres se encuentran en peligro de extinción y, lamentablemente, el ser humano los utiliza para su propio entretenimiento, tratándolos como una posesión en lugar de respetar su lugar en la naturaleza. Es fundamental recordar que los animales no nos pertenecen.

Pensar sobre la basura en los océanos
¿Debemos cuidar los océanos? ¿Somos propietarios de los mares? ¿Se vive mejor en aguas contaminadas?
Con esta imagen, las preguntas y la explicación. Nos invita a pensar que tirar basura al mar es un acto egoísta y destructivo que pone en peligro nuestro precioso ecosistema marino. Cada pieza de basura que arrojamos al mar tiene un impacto devastador en la vida marina, desde aves hasta peces y mamíferos marinos. Además, esta contaminación afecta a la calidad del agua y contribuye al cambio climático.

Pensar sobre el mal.
¿Qué nos impulsa a cometer acciones perjudiciales contra los demás? ¿La maldad puede despojarnos de nuestra humanidad? ¿Cómo definimos la noción de ‘el otro’?
Con esta imagen, las preguntas y la explicación. Nos invita a reflexionar sobre la maldad y la diversidad de pensamientos y culturas. Se trata de una imagen impactante y cruda, que revela aspectos negativos de la naturaleza humana. Nos lleva a cuestionar nuestro papel en la sociedad y nuestra responsabilidad como seres humanos.

Gracias a estas tarjetas y las preguntas que las acompañan, tuvimos la oportunidad de reflexionar brevemente acerca de la guerra y sus causas, sobre los fenómenos naturales, sobre nuestras responsabilidades, y sobre la libertad de movimiento. Estas tarjetas nos incitan a contemplar lo que es esencialmente humano, es decir, todo aquello que nos afecta y que nos rodea.


Como actividad de cierre:
+¿Con qué concepto os quedáis después de todo lo trabajado?

-Me quedo con todo.

-Con las tarjetas que hemos creado.

-Con todo lo que hemos aprendido y pensado hoy.

– No me quedo con algo, me quedo con todo. Porque me he podido expresar y me he sentido escuchado.
– No sé, me quedo con el concepto de Libertad. Porque es lo que nos hará libres si la conocemos, aunque con condiciones.

– Me quedo con todo.

-Me ha gustado todo. El anillo me ha gustado mucho, pero también me ha gusto mucho dibujar las tarjetas. Me ha gustado todo.


Estos talleres se llevan a cabo en colaboración con ESPACIO ESPIRAL

El ambientador del coche o cómo hacer filosofía con hijo de 8 años.

¿Se puede hacer filosofía con tu hijo al cambiar el ambientador del coche? ¿Es posible explorar temas filosóficos incluso en situaciones que tradicionalmente no se consideran filosóficas? ¿Qué puede tener de filosófico el poner un ambientador en el coche?

(Diálogo entre mi hijo Martín 8 años -9 años en noviembre- y una servidora)

+ Sube al coche, anda.
– Ufff… ¡Qué olor! ¡Quiero que el coche huela a libertad no a ambientador!

Cuando un niño hace un deseo indirecto de que algo huela a libertad, ¿qué podría suceder?

Pueden ocurrir varias respuestas en la interacción con un adulto. Por un lado, el adulto podría simplemente comentar: ‘El ambientador es nuevo y huele bien’. Por otro lado, podría optar por no prestar atención o ignorar la petición.

Sin embargo, si te encuentras con un adulto que se deja llevar por el viento del logos, es probable que desee profundizar en la raíz de esa solicitud. Es decir, podría iniciar un proceso filosófico e indagar -gracias a la escucha activa, claro.

Vamos a demostrar cómo la filosofía no está restringida a temas abstractos, y que se pueden explorar cuestiones filosóficas incluso en situaciones aparentemente mundanas.

¿Qué aspectos filosóficos pueden surgir al colocar un ambientador en el coche?»

Veamos como sucede este proceso:


+¿Cómo huele la libertad?

Huele a algo así como a naturaleza. Un olor sin modificar, porque la naturaleza no se modifica y la libertad tampoco.

+¿Lo que es modificado no es libre?

– Claro que no es libre, la naturaleza no elige ser modificada. Tú has elegido modificar el olor del coche. Tenia un olor a naturaleza y libre, ya no es natural.

+¿Puede entonces ser la naturaleza libre?

– Sí, hasta que es modificada. Todo lo que ocurre en ella es libertad. Por eso solo quien quiere ser libre debe ir a la naturaleza. Pero sin modificarla y sin reglas.

+¿No hay reglas en la naturaleza?

– No, las reglas las ponemos nosotros. Los padres y los mayores sobre todo. Aunque, en la naturaleza no haya reglas, sí que hay reglas. Porque una persona tiene que pensar qué es bueno o malo para la naturaleza, pero no porque la naturaleza tenga una regla que diga qué es bueno o malo. Sino soy yo mismo, el que dice qué es bueno y qué es malo. El que pone la regla. Pero si pongo la regla deja de ser natural y, por lo tanto, deja de ser libre.

+No entiendo, explícate.

– Menos mal que eres mayor que yo… Yo no voy a tirar basura o hacer un fuego en la naturaleza porque haya una regla que ponga no hacer eso. Sino porque sé que no es bueno para la naturaleza. Porque si lo hago rompo su libertad, al matarla. No tiene que haber un cartel que lo diga, porque si lo dice estoy modificando la naturaleza al poner el cartel. Solo mi cabeza debe pensar que no hay que hacer porque es malo.

+ Entonces, me estas diciendo que la libertad huele a lo que no es modificado ni a lo que tiene reglas. ¿cierto?

-Así es. No hay nada más libre que la naturaleza. Puede hacer lo que quiera. El problema es cuando alguien o algo no quiere que sea libre y la corta. Como poniendo ese ambientador que huele fatal y que podrías quitar, además seguro que contamina. Fin de la conversación. Déjame ya.


El proceso filosófico en este diálogo se puede identificar de la siguiente manera:

  1. Identificación del problema/tema central: El diálogo comienza con la pregunta «¿Cómo huele la libertad?», lo que plantea el tema central de la libertad y su relación con la naturaleza. Se ha de tratar de identificar el tema o concepto central que ha surgido durante la conversación. Puede ser una pregunta específica, un dilema moral, un concepto abstracto, etc. En este caso ya está claro cual es el tema. Empezamos por lo tanto estimular el pensamiento reflexivo y crítico en el niño
  2. Estimulación del pensamiento reflexivo y crítico: A lo largo del diálogo, se estimula el pensamiento reflexivo y crítico a medida que el niño explora la naturaleza de la libertad, la modificación, las reglas y la relación entre el ser humano y la naturaleza.
  3. Exploración de diferentes perspectivas: El niño considera diferentes perspectivas y argumentos relacionados con el tema central, se basa en el ejemplo para apoyarse en su idea. Explora cómo las ideas se interconectan y pueden evaluar argumentos opuestos o complementarios. Esto se refleja cuando el niño explica la idea de libertad, modificación, reglas y su relación con la naturaleza desde diversas perspectivas.
  4. Resumen y reflexión: El diálogo concluye con un resumen de las ideas principales, donde se llega a la conclusión de que la libertad se relaciona con lo no modificado y lo no reglamentado, especialmente en el contexto de la naturaleza.

En este caso, nos encontramos ante un diálogo entre un hijo y una madre. Por lo tanto, no se aplican las reglas formales de la misma manera que en una sesión de Filosofía para Niños en un entorno educativo.

Sin embargo, el diálogo entre la madre y el hijo sigue una estructura natural de intercambio de ideas y exploración del tema de la libertad y la naturaleza. No obstante, se puede identificar una dinámica en la que la madre y el hijo exploran diferentes perspectivas de manera informal. Por ejemplo, cuando el hijo plantea preguntas y la madre responde o cuando la madre cuestiona las ideas del hijo y busca una explicación más clara. Aunque no se rigen por reglas formales, están involucrados en una conversación reflexiva y de exploración de ideas, lo que es beneficioso para el desarrollo del pensamiento crítico del niño.

Es posible hacer filosofía en el día a día, incluso al cambiar el ambientador del coche, se demuestra, por lo tanto, que la filosofía no se limita a discusiones académicas abstractas, sino que puede aplicarse a situaciones cotidianas y a la reflexión sobre aspectos comunes de la vida.

En este contexto del diálogo, entre mi hijo y yo sobre el ambientador del coche, la reflexión sobre la libertad y la modificación puede considerarse un ejercicio filosófico en la vida cotidiana -aunque ha sido un diálogo breve y tiene muchos aspectos que se podrían comentar-. A través de esta conversación, estamos explorando conceptos filosóficos, como la libertad, la modificación y la naturaleza, en un contexto familiar y práctico.

Este tipo de discusión puede ayudar a los niños y a las personas en general a desarrollar habilidades de pensamiento crítico, análisis y argumentación, lo que es fundamental en la filosofía. Además, muestra cómo la filosofía puede ser relevante y aplicable en diversas situaciones de la vida real, fomentando la reflexión y el cuestionamiento de las ideas en el día a día.



Libertad, ¿Podemos hacer lo que nos apetezca?. Taller 7-11 años

(Cuando aparece «-«es diálogo de los niños/as, cuando aparece «+» es intervención de la facilitadora)

Las puertas del Club de las Mentes Inquietas cerraron para dar inicio al taller sobre «LIBERTAD»

+ Tenéis 5 minutos para hacer lo que queráis, relajaros, correr, saltar, lo que os de la gana.

Salieron a la calle, gritaron; otros se acostaron en el suelo a descansar, y otra se quedó simplemente observando lo que hacían el resto de compañeros. Al minuto y medio, me senté en el círculo. En menos de 40 segundos, todos los participantes del taller se vinieron a sentar y permanecieron en silencio. Dejé que pasaran los 5 minutos.

+ ¿Qué ha ocurrido?

-Pues, hemos gritado en la calle.
-Hemos hecho lo que hemos querido.
-Yo me he relajado.
-Yo no he hecho nada, no quería hacer nada.

+Y, ¿Por qué lo habéis hecho eso?

– Pues porque tú nos has has dicho que podíamos hacer lo que quisiéramos durante 5 minutos.

+Sí, es cierto. Y, ¿Por qué me habéis hecho caso? Es más, os dije durante 5 minutos, y habéis estado cerca de 2 minutos. Cuando me he sentado, os habéis sentado y habéis permanecido en silencio hasta que han llegado los 5 minutos. ¿Qué pensáis sobre lo que acaba de suceder?


LIBERTAD, ¿Podemos hacer lo que nos apetezca?

Introducimos el tema del que vamos a trabajar en el taller con la situación anteriormente descrita. La siguiente actividad fue observar «La casa de la REALGANA» de WonderPonder de la caja «Lo que tú quieras«.

De la observación extrajeron lo siguiente:

  • Todo lo que ocurre en esta casa no tiene sentido. Es todo un un desorden.
  • Me encantaría vivir en un lugar así, hacer lo que uno quiera.

Primera controversia:

  • Yo no quiero vivir en un lugar así, no me dejarían en paz. No se podría hacer nada.
  • A mi no me gustaría vivir en ese edificio.

Fue curioso cómo, basándose en el concepto «Realgana», se alegraron al imaginarse vivir en tal casa. Pero poco a poco se dieron cuenta de que hacer lo que a uno le da la gana no puede ser bueno para uno mismo. De ahí que sintieran la necesidad de que en ese lugar deberían haber unas reglas. Al menos si ellos querían vivir en esa casa.

En grupos, debían establecer unas normas. Las normas deberían ser aceptadas por todo el equipo y antes de ponerla, debían de ponerlas en común.

Discusión 1:
-Prohibido animales (haciendo referencia a un león).
-Pero las personas somos animales, no podemos poner esa norma.
-Entonces, prohibido animales no humanos.
-Yo no estoy acuerdo, un perro se puede tener, o un gato. Estos animales sí que pueden estar en la casa. un león no, no vamos a poner a un león en una casa. El león debe estar fuera, libre.
-Entonces no es justo para el perro. El perro también debe estar fuera, libre.
-Sí, pero es un perro domesticado, no es un lobo.
– Entonces, ¿Qué pongo?
-Pon prohibido animales no humanos. Los domesticados, ya veremos. Podemos hacer una casa en el jardín para ellos.

Discusión 2:
-Prohibido Pipi Langstrumpf.
– ¿Por qué? Si es un niña pelirroja, eso es racismo.
– Sí, pero es no real. No pueden haber cosas imaginadas en la realidad.
– Pero es que si es imaginado, está en tu cabeza, no en la realidad. Y aquí es una niña pelirroja que puede estar disfrazada. ¿Prohibimos disfrazarse?
-No, ¿ qué pasa entonces en carnaval o en Halloween?
– Pues no ponemos nada de eso. Cada persona puede vestirse como quiera y disfrazarse cuando quiera. Además cualquier persona puede estar en la casa, da igual si es pelirroja. No hay que poner una norma de eso. Porque realmente da igual

Discusión 3:
– No se puede hacer lo que te dé la «Realgana».
+¿Qué quieres decir con esa regla?
-Pues, que si ponemos solo esa regla, no hace falta poner ninguna regla más.
+¿Por qué?
-Pues muy fácil, todos somos personas, y todos nos debemos respetar, entonces si hacemos lo que nos da la gana, está claro que no respetamos a nadie ni a nada, que todo nos da igual. Entonces siempre estaremos solos y no tendríamos amigos ni nada. Sino fíjate en esta casa, ¿De verdad se puede ser feliz en esta casa? Es imposible.
-Poniendo esa norma, todos pueden ser felices porque tendríamos en cuenta a la otra persona y a los otros animales.


Todos queremos ser libres. Imaginad a alguien que te dijera: «No quiero ser libre, no quiero elegir ni decidir nada…. prefiero no tener que elegir» ¿Qué le contestarías?

Siempre hay que elegir.
+¿Qué cosas habéis elegido últimamente? ¿Lo habéis elegido libremente?
-Yo he elegido la ropa que me quería poner hoy.
-Yo he elegido que quería queso en los macarrones, pero no he elegido comer macarrones. Mi madre me ha obligado a comer los macarrones, aunque es mi comida favorita y no me importa comérmelos. Por eso, yo lo único que he elegido ha sido el queso.
-Yo he elegido muchas cosas, por ejemplo qué juguete quiero, qué libro quiero leer,…

El hombre está condenado a ser libre

Jean-Paul Sartre

Según Sartre, la libertad radica en nuestra capacidad de decidir entre distintas opciones, y por ende, nuestra existencia como seres humanos se caracteriza por un hecho fundamental: la necesidad de elegir.

Quien no puede ejercer esta capacidad se encuentra en un estado de esclavitud. En la antigüedad, la esclavitud representaba precisamente lo contrario a la libertad. Ser libre significaba tener la capacidad de actuar de manera autónoma, de tomar decisiones por cuenta propia.

Pero hay sitios donde no se puede elegir. Por ejemplo, países en los que la mujer no puede hacer nada. ¿Son esclavas?
+Es cierto que en algunas partes del mundo, las mujeres no tienen la oportunidad de elegir lo que quieren hacer en sus vidas. Alguien les dice qué hacer todo el tiempo y no pueden decidir por sí mismas. Esto no es justo, porque todos deberían tener la misma oportunidad de elegir lo que quieren hacer. Por eso, mucha gente luchamos para que las mujeres tengan los mismos derechos que los hombres en todo el mundo, para que puedan ser libres y tomar sus propias decisiones. Es importante que todos tengan igualdad de oportunidades.
-Son esclavas, porque no pueden elegir. A veces tampoco pueden elegir con quién se quieren casar.
(se introduce el concepto de matrimonio concertado, no todos conocen qué significa)

El tema se va complicando para algunos de los niños, por lo tanto, pasamos a hablar de los obstáculos de la libertad. De esta manera, establecemos un diagrama para explicar los obstáculos de la libertad. Esto se ilustra mediante ejemplos.

¿Sabríais decir a qué tipo de obstáculo hicieron referencia?

– No tirarnos pedos o eructos mientras comemos y estamos con más personas.
– Una persona en silla de ruedas no puede hacer una carrera sin sus piernas reales, pero sí con unas cosas que se ponen en las piernas para hacer como si fueran piernas. O un persona con autismo no puede hacer muchas cosas por sí mismo.
– Hay personas que no comen cerdo porque su religión no se lo permite.
– En muchos sitios del mundo los niños no pueden jugar, solo pueden trabajar si no quieren morir de hambre.
-Ir con ropa por la calle. En invierno es necesaria porque hace frío, pero ¿en verano?


¿Cuántos tipos de libertad existen? ¿Existe solo uno?

Nos vamos a la parte artística. A través del arte y la representación,, intentaremos deducir los distintos tipos de libertad que podemos observar.

Dos mujeres corriendo en la playa, Picasso 1922

-Podemos decir todo lo que queramos. No importa si estás encerrado, siempre puede hablar.
+ Ya tenemos un tipo: LIBERTAD DE EXPRESIÓN
-Si te ponen un fixo en la boca, puedes pensar.
+Ajá! tenemos por lo tanto también LIBERTAD DE PENSAMIENTO

– Las chicas pueden correr. El pájaro aunque puede cantar no puede salir de su jaula.
+Por lo tanto, es LIBERTAD DE MOVIMIENTO.
– Pero nosotros no tenemos libertad de movimiento. Por ejemplo si quiero ir a España, hay que buscar un hotel, pagar gasolina, comprar comida,… Todo eso cuesta dinero.
-Sí, pero puedes ir a España sin que nadie te lo prohiba. El pájaro de la jaula no podría ir.

LIBERTAD DE ELECCIÓN. Se puede elegir qué quieres. Como has dicho de Spiderman. La libertad es un gran poder con una gran responsabilidad. Decidamos lo que decidamos debemos asumir las consecuencias sean buenas o malas.


El taller está llegando a su fin, los niños y niñas están completamente involucrados en el tema, por lo que se les propone una última actividad creativa y reflexiva antes de finalizar el taller. A partir del material proporcionado, deben representar la libertad y explicar las razones por las cuales han elegido esa representación como su idea de libertad.

Como actividad de cierre:
+¿Con qué concepto os quedáis después de todo lo trabajado? ¿Por qué?
– Yo me quedo con Felicidad. Para poder ser feliz, hay que ser libre.
– Libertad, porque es el tema del taller y porque no quiero ser esclavo de nadie.
– Ha faltado nombrar la LIBERTAD DE SEGUNDOS.
+¿La libertad de segundos?
– Sí, los segundos que tenemos de libertad de hacer lo que te de la gana antes de que te vean tus padres. Entonces yo me quedo con esa libertad. Como los segundos que hemos tenido para hacer lo que queríamos al principio.
– Yo me quedo con todo, porque todo está relacionado.
– Normas, porque son necesarias para que no haya desorden y se pueda vivir en paz.

«Yo he dibujado la no libertad. Un hombre tiene mucho más poder que el resto y es el jefe de todos. Por eso, este es el más grande. Lo que no sabe el hombre grande, es que el resto de personas si se unen pueden hacer una montaña gigante más grande y alta que él. Le pueden vencer y dejar de ser esclavos para poder ser libres»

Estos talleres se llevan a cabo en colaboración con ESPACIO ESPIRAL


Material complementario utilizado:
«Voltaire»: Aprendiz de Filosofía, ed. Alfaguara.
Lo que tu quieras. WonderPonder

Material utilizado para la sesión

¿Puede un robot ser nuestro mejor amigo/a? (Grupo 6-9 años)

Siguiendo el tema y la tarea de la sesión anterior: ¿Cómo sé que no soy un robot? Hablamos sobre los robots que tenemos en casa y la función que hacen. A partir de la conocida «Alexa» surge todo un diálogo cargado de muchos conceptos e ideas:

Imagen extraída de «Pixabay»
  • ¿Qué hace alexa?

– Con ella puedo hacer de todo y hace todo lo que yo le mando. Por ejemplo si le digo «Dime la hora» me la dice o «dime el tiempo» y me dice que tiempo va a hacer y en qué momento lloverá. También hace muchas cosas como ayudarte a cocinar u otras cosas. Pero solo si se lo mando yo o alguien de mi familia.

-¿Te puede hacer los deberes?

-Sí, te puede decir todas las soluciones.

+¿Y es bueno que te diga todas las soluciones a todas tus tareas?

-Pues no, porque no aprendes.

-Si no aprendes de mayor puedes vivir en la calle, porque no sabes nada y no puedes trabajar en ningún sitio si no sabes nada. Podría pasarte todo eso y peor cosas en el futuro si no aprendes.

-Claro, no aprendes matemáticas, ni a leer si le dices que te lea los libros. Lo único que aprenderías es a hablar porque para decirle las cosas tienes que hablar. Y si te toca vivir en la calle por no aprender nadie te va a querer, porque eres pobre.

  • Si viéramos un robot humano por la calle sin casa, ¿nos lo llevaríamos a casa?

-Claro, un robot humano, te puede ayudar a muchas cosas. Por ejemplo a limpiar, cocinar, puede jugar contigo cuando tus padres no pueden porque no tienen tiempo o cuando un amigo o amiga no puede.

-Yo también me lo llevaría a casa, porque seguro que me divierto mucho, haría todo lo que le mandase.

+¿Te llevarías a una persona de la calle?

-No, porque una persona gasta mucho. Tienes que alimentarla por mucho tiempo darle comida, agua, un lugar para dormir, ropa limpia y nueva,… incluso pagarle cosas para que pueda buscar trabajo.

-Esa persona puede ser mala y robártelo todo. En cambo un robot, si hace cosas malas pues lo desenchufas o le quitas la batería, a la persona no puedes quitarle ninguna batería ni desenchufarlo.

-El robot puede hacer todo lo que tu quieras pero la persona no. En futuro y cuando seas abuelete, la persona no podrá ayudarte porque será mayor y estará apunto de morir, pero el robot, aunque tu seas mayor, te podrá ayudar porque no se hace abuelete. Por eso es mejor un robot que una persona.

  • Imaginad que un día vuestro mejor amigo o amiga os dice que tiene un amigo/a nuevo/a. Resulta que es un robot. Cada día que pasa juega más y más con él y menos con los amigos/as humanos, hasta tal punto que el robot se convierte en su mejor amigo. ¿Qué le podríais decir? ¿Un robot podría ser mejor amigo que un humano? ¿Es divertido tener un amigo/a que siempre hiciera lo que tú quisieras?

– Le diría que también tiene que salir de su casa y jugar con los humanos. Porque con los humanos se puede divertir más, además que los humanos crecerán como mi amigo, irán a la misma clase y pueden vivir muchas aventuras juntos, pensar juegos nuevos e historias. Pueden ser libres.

-Le diría que jugar con un robot puede ser divertido pero jugar con un humano es mucho mejor, porque con un humano puedes darle un abrazo y lo sientes cálido y de verdad, si se lo das a un robot estará frío a no ser que lo hayas usado mucho tiempo y esté caliente, pero el abrazo no es de verdad, porque el robot no tiene sentimientos. No puedes sentir lo mismo.

-También si juegas a luchar o haces boxeo, por ejemplo. Con un humano si recibe so das un golpe es más flojo y puede no hacer daño. Pero si es un robot, te haces muchísimo más daño, es como si se lo dieses a una pared.

-Un robot no puede ser mejor amigo, porque el robot no decide de quién ser amigo porque está programado, el humano si que puede elegir quién quiere que sea su mejor amigo y elegir si quiere ser mejor amigo de otra persona. El ser humano puede ser libre de elegir quien quiere que sea su mejor amigo y de quién quiere ser amigo.

-No puede ser divertido que un robot siempre acabe haciendo lo que uno quiere porque al final te cansas. Solo estarías todo el día en el sofá jugando a la consola y el robot te haría la comida y te lo haría todo.

-Y si lo hace todo, puedes acabar gordo, sin fuerza en los brazos ni piernas y no llevar una vida saludable. El ejercicio es muy importante.

-Podríamos acabar como en la película de «Wall-E» gordos y sin relacionarnos con otros humanos, por culpa de un robot.

  • ¿Puede un robot ser nuestro mejor amigo?
Nosotros si podemos elegir si queremos a un robot como mejor amigo, pero no puede ser porque para serlo tenemos que ser los dos mejores amigos. Un robot nunca podría elegir si serlo o no. En cambio una persona sí, porque elige si quiere o no ser amigo nuestro. Solo cuando se pueden elegir las cosas se hacen de verdad y queriendo. (9 años)
No, porque al robot lo han comprado para que sea nuestro amigo y él no puede ser nuestro mejor amigo porque no sería un amigo real. No podemos comprar a los amigos ni obligarles a ser amigos de nosotros. Solo una persona o un perro puede ser nuestro mejor amigo.  (7 años)