Calista. El misterio de la verdad




¿Cómo puedes saber que algo es verdad?
Con esta pregunta, el Mayor en los Jardines de la Reflexión siembra en Calista una duda que le llevará a cuestionar todo lo que cree conocer. Desde Epistemoria, Calista nos invita a descubrir que la verdad no se encuentra: se construye al caminar, al dudar y al escuchar-tanto a los demás como a uno mismo.
Una historia filosófica que invita a jóvenes y adultos a explorar, a través de los ojos de Calista, el arte de preguntar, el valor de la incertidumbre y la belleza de las verdades que, como el sol, iluminan pero también pueden quemar. Para quienes creen que las respuestas son el final y para quienes saben que las preguntas son solo el principio

Calista, el misterio de la verdad” y “Calista: El misterio del yo y de la libertad no son un relato más en la estantería; son una invitación a embarcarse en un diálogo entre niños, niñas, familias y educadores. Estas obras van acompañadas de una guía práctica para fomentar el diálogo filosófico, ofreciendo recursos y propuestas que facilitan la reflexión compartida y el pensamiento crítico. Una experiencia filosófica diseñada para dejar una huella en las mentes y corazones de los más jóvenes, alentándolos a descubrir y afirmar su sentido de identidad y autonomía.

Les animo a compartir anécdotas y experiencias derivadas de la interacción con el libro. ¿Cómo ha influido la historia en la forma en que los niños y niñas abordan su vida diaria y las elecciones que hacen? ¿Qué preguntas han surgido? ¿Cómo ha ido la experiencia? ¿Han encendido sus mentes con nuevas preguntas? ¿Habéis realizado alguna de las actividades sugeridas en el libro o habéis creado vuestras propias prácticas inspiradas en la travesía de Calista? ¿Qué dinámica habéis empleado para explorar los conceptos filosóficos?

Puedes contármelo enviándome un correo a: info@arjekids.com o rellenando esta ficha de contacto.

¡Gracias por ser parte de esta maravillosa travesía!

Entre la sombra y la luz (Grupo 7-10 años)

Seguimos cuestionándonos la realidad al estilo Cartesiano. En primer lugar, se dudó de los conocimientos que nos aportan la Escuela y la Escuela misma (¿Para qué sirve la Escuela?), dudando así de los conocimientos que esta nos aporta y su utilidad. Después, dudamos sobre el estado onírico y la conciencia (¿Y si la vida es sueño?). Dudamos hasta de la propia vida (Pensamos la muerte). Para llegar a esta sesión: dudar de lo que percibimos a través de los sentidos.

El tema fue introducido preguntándonos por el mito. ¿Qué es un mito? ¿Conocéis algún mito? ¿Por qué se utilizan los mitos para explicar hechos de la realidad? (Se llevan a casa para leer una selección de mitos breves para leer y relacionarlo con la realidad y las explicaciones racionales)

– Un mito es como una historia que no es real.
– Es real cuando se cuenta, pero no se puede relacionar con la realidad. Por ejemplo el mito se explica para contar cosas que se desconocen.

– Claro, con el mito se resuelven las cosas que la ciencia no sabe, ¿no?
– En la actualidad no hay mitos porque sabemos muchas cosas y la ciencia y la tecnología, como Alexa, saben responder a las cosas que no sabemos.

El mito se utiliza para explicar de manera alegórica ciertos hechos, porque de esta manera se puede comunicar lo incomunicable como hace Platón, Filósofo griego (427-347 a.C). Introducimos el Mito de la Caverna.

A partir de la imagen, los niños y niñas deben ir interpretando el mito, sin previa explicación, deben ir dando ideas sobre lo que ven. Se van tapando cada una de las partes de la imagen, cuando está hecha la explicación pasamos a la siguiente parte. Así queda:

Imagen utilizada


1º Vemos unas personas sentadas viendo un jarrón, un pato y un árbol. Están apoyados en muro para que no les duela la espalda.

2º Vemos a una personas que están sujetando unos objetos. Los objetos son los mismos que aparecen en la pared. Son como las sombras de esos objetos.

3º El fuego, es lo que da la luz para que las imágenes puedan aparecer en la pared del fondo. El fuego es una luz artificial creada por las personas. Necesitamos el fuego para ver, porque nos da luz. También para estar calientes. Ahí dentro, no llega del todo la luz, los que están sentados no tienen calor, pasan frío porque están en la oscuridad. Tampoco pueden ver la luz del fuego.

4º Unas personas están intentando salir del lugar. Les parece aburrido lo que están viendo en el fondo y deciden irse. El primero de todos, como estaban en la oscuridad, se pone la mano en la cara para ver mejor. Como cuando estamos dormidos y se enciende de repente la luz. Nos hace daño la luz de golpe. Nuestros ojos deben adaptarse a la luz y a la oscuridad, por una cosa de la retina.

5. Están los mismos objetos que en la cueva. Pero esos objetos son más reales, no son creados por las personas, a no ser que el árbol si que haya sido plantado por un persona o se haya modificado el ADN de la semilla y la haya creado el hombre.

6. Las personas pueden ver las cosas mejor, porque hay más luz. El sol es una luz natural no creada ni inventada. Ilumina más que el fuego. Entonces, se puede ver el exterior mucho mejor.

7. Las personas que salen de la cueva, no quieren entrar de nuevo. Conocen la verdad, la realidad. Dentro solo hay oscuridad, frío y sombras. Fuera hay luz, calidez e imágenes claras.

No han estado muy lejos de la explicación original. La interpretación fue maravillosa. Surgieron muchas preguntas entorno a esta imagen y a este mito y su relación con la actualidad.

  • El mito de la caverna es como jugar al Minecraft. Tu puedes vivir en el juego y creértelo todo o puedes salir de él y vivir una vida real sin Zombies, ni brujas,…
  • El mito de la caverna es como la televisión. Tu puedes creerte todo lo que aparece en la televisión sin comprobar si lo que ocurre es verdad o mentira. Por ejemplo, que en la televisión digan que ha habido una invasión zombie. Tu puedes creérlo o no. Solo sabrás si es cierto si tú mismo sales a la calle a comprobarlo.
  • El mito de la caverna es como un cuadro. La persona que pinta ve la naturaleza y lo que hace es copiarla en el cuadro. El cuadro no es más real que la realidad.
  • El mito de la caverna es como una foto. Una foto enseña cómo es una persona o cómo es algo, pero no es la autentica realidad. Por ejemplo si en la foto se maquilla, no quiere decir que sea una persona real. La persona real es la que no se maquilla para la foto.

Pasamos a la siguiente parte del taller. Para ello trabajamos el mito de la caverna con una de las imágenes del Cuaderno visual de Filosofía para Niños de Wonderponder – Pellízcame.

Conclusiones tras ver la imagen:

  • A veces inventamos la realidad para parecer que sea todo mejor. Por ejemplo el rey, porque parece un rey, parece más bajito, más feo,… y, sin embargo, el pintor lo dibuja de una manera totalmente diferente para que parezca que tiene mucho poder.
  • Nosotros podemos decidir que consideramos verdad o no. El problema es cuando nuestros sentidos ven las cosas diferentes. -como cuando vemos espejismo en los días de calor y creemos ver agua en la carretera– A veces nuestros sentidos nos engañan, pero nuestra cabeza está entrenando para saber diferenciar la verdad de la mentira, la realidad de la ficción.
  • Mi cabeza sabe que el rey no pintado es más real que el del cuadro. Mi cabeza sabe diferenciar, pero mis sentidos no. Mis sentidos ven y oyen lo que ven y oyen. Pero es mi cabeza lo que lo interpreta. (¿puedes poner un ejemplo?) Por ejemplo, cuando yo juego al Minecraft, mis sentidos viven en el mundo de Minecraft, pero mi cabeza sabe que el mundo de Minecraft no es real, que solo es un juego.

Algunas conclusiones:

La realidad es cuando sentidos y cabeza se juntan. No todo lo que vemos es real. La cabeza es la que nos tiene que ayudar para saber diferenciar la realidad de la mentira. Pero, a veces, la cabeza está loca, y no sabe diferenciar lo real de lo no real. En ese caso, tenemos que preguntarnos qué vemos con más luz y más claro. Sentidos y cerebro son importantes para conocer.  (Martín 7 años)
Los sentidos nos engañan a veces, pero nos engañan más si no podemos hacer las cosas con libertad ni pensar con libertad. Como el pintor, que no es libre porque hace lo que le mandan. Es como los sentidos. Que a veces no podemos ver las cosas bien porque nos engañan y estamos bajo sus órdenes. (Xabier 9 años)
Me quedo con la idea de opinión y sombra, porque esto es lo que no nos permite ver las cosas claras. Necesitamos de la luz para conocer la verdad, no de la oscuridad y la sombra. (Mariella 9 años)
Nada. Esto no es nada. No podemos conocer nada. (Nora 6 años)

La era de la Posverdad

La era actual, una era en la que la información está al alcance de todos, una era donde la información sufre modificaciones de toda índole, donde la mayoría prefiere moverse en el terreno de las opiniones más que en el de los datos. Esta era actual es lo que se conoce como la era de la posverdad; donde los bulos abundan de manera deliberada; donde los bulos son percibidos como verdad por 6 de cada 10 personas.

Estas “verdades” están formadas por una información y desinformación que se transmiten a través de las pantallas, a causa de lo conocido como la era digital. La ideología de los bulos se realiza con el fin de conseguir mayor poder económico y social. Los medios más utilizados para difundir los engaños son a través de las redes sociales como Twitter, Facebook y Whatsapp. A través de estas redes sociales se muestra Twitter como una red transparente con la información; por otro lado, Facebook, se muestra como una red mucho más opaca desde que su propio fundador instaló un plugin contra las noticias falsas;  Y, por último, Whatsapp, que es una red sin restricciones, se trata del agujero negro de la información, a partir de él se puede transmitir mensajes de toda índole sin llegar a ser denunciados, por ejemplo, mensajes xenófobos que incitan al odio, o por el contrario, mensajes animalistas que te muestran la realidad.

Otro aspecto a comentar dentro de la pseudoverdad, es lo conocido como “Fake news”, un tipo de bulo que consiste en un contenido pseudoperiodístico que se difunde a través de los medios de comunicación y redes sociales, cuyo objetivo es la desinformación y la credibilidad de la información para el resto de los ciudadanos. Contra las “Fake News” aparece la página web “maldita.es” una asociación de periodistas que luchan contra este pseudoperiodismo, y otorgan consejos para identificar estas falsas noticias, como, por ejemplo, el uso de títulos sensacionalistas con temas escandalosos, errores ortográficos, la no aparición de las fechas de publicación, enlaces a páginas webs con fuentes no fiables o sospechosas, entre otros.

Dentro de estas fake news podemos encontrar ejemplos como el caso de un restaurante japonés en Japón que servía carne humana, una fake new que se utilizó para atacar a ese restaurante y a la dieta de un grupo étnico, la japonesa. También se pueden encontrar ejemplos dentro del ámbito político, siendo uno de los más comentados el caso de la previa candidatura de Donald Trump. Esto fue sobre la capacidad que tuvo para apelar a lo emocional y a las creencias personales durante toda su campaña electoral. Sus posverdades tuvieron una capitalización muy rentable para el gobierno de Estados Unidos. Durante las semanas previas a las elecciones estadounidenses, se pudo leer y escuchar que el Papa Francisco apoyaba a Trump, al igual que Denzel Washington. También se dijo que el desempleo aumentó durante el mandato de Obama y que los inmigrantes son un foco de delincuencia y empobrecimiento. De esta manera Trump se manifestaba a través de la prensa con la emisión de estas noticias falsas; en el momento que la prensa es consciente de la falsedad de Trump, empezó una guerra contra él. A pesar de estas mentiras pintadas de verdad fueron suficiente para empujar a las urnas a unos convencidos votantes que veían en Trump su salvación.

Dentro de este entramado falso poder de un sistema transparente, aparece la pseudocracia. La política, que podría ser considerado un ejemplo de ello, vemos en ella un asentamiento de bulos para conseguir el poder, donde los ciudadanos son cómplices engañados dentro de este juego. En contra de esto, aparece el Estado Francés que con el uso de verificadores independientes lucha por proteger a los ciudadanos de la mentira política.

Para concluir, me gustaría hacer referencia a la actualidad, pues nos encontramos en tiempos de elecciones y con ello en la cima de la pseudoverdad. Cabe señalar la situación de estas bajo este contexto, donde nos encontramos tanto una derecha como una izquierda, cuyo programa electoral se basa más en una buena publicidad, en ocasiones basada en la mentira, que, en la autenticidad del debate, que no es sino la esencia de la política para conseguir una sociedad más democrática y libre bajo el sistema de la verdad. No una sociedad democrática sumisa basada en la mentira. Hay que informar con calma, datos y veracidad en esta etapa que se muestra tan confusa. Para evitar esta pseudoverdad, en estos días electorales, necesitaríamos de un gobierno que pudiera defender al ciudadano de discurso baratos, tramposos, irracionales y ridículos que hacen la mayoría de nuestros políticos. Unos políticos que se basan en la exhibición y la manipulación ¿Qué gobierno podría ser ese? Por ahora ninguno.

Autor Alex (16 años - Asturias)

Los crímenes de Oxford

De lo que no se puede hablar, mejor hacer silencio”, tal como dice el enunciado de Wittgenstein varias veces repetido en el film por uno de sus protagonistas principales.

Elijah Wood le da vida a Martin, un joven norteamericano, estudiante de lógica y matemáticas que llega a Oxford para terminar sus estudios de doctorado bajo la tutela del profesor Arthur Seldom (John Hurt).

«¿Podemos conocer la verdad?» El calado filosófico de la cuestión que plantea Seldom es innegable. Inspirado en la filosofía de Wittgenstein especialmente a su obra Tractatus logicus philosophicus, comienza un continuo de proposiciones que va desencadenando la idea de la realidad y del mundo a partir de hechos, y la relación entre lenguaje y pensamiento.

Varios son los momentos de la película en la que se producen discusiones entre Martin y Seldom respecto las certezas matemáticas y las certezas empíricas. Así mismo, la posición de Martin puede relacionarse en mayor medida con el realismo platónico y pitagórico sobre la existencia de los números y las ideas abstractas, en contra, la postura de Seldom, que se muestra mucho más escéptico ante esta postura.

La película, no únicamente se centra en problemas lógicos y epistemológicos, sino que emergen cuestiones y dilemas morales.

La historia de Los crímenes de Oxford parece mostrar que sí, que las preguntas filosóficas sobre la verdad y la muerte pueden abordarse desde proposiciones del entendimiento lógico.

De lo que no se puede hablar, mejor hacer silencio”, tal como dice el enunciado de Wittgenstein varias veces repetido en el film por uno de sus protagonistas principales.

 

Fuente: Tras las pistas filosóficas

Teoría de las Ideas

El punto de partida de la filosofía platónica se apoya en la distinción entre apariencia y realidad propuesta en el debate entre Heráclito y Parménides. Este problema puede explicarse mediante la dicotomía que se establece entre el ser y el conocer, donde la realidad del mundo sensible es cambiante, en el que solo cabe la opinión; mientras que la realidad del mundo inteligible es inmutable, eterna y donde se encuentra la auténtica realidad (más adelante será explicado esta visión dualista del conocimiento)

Platón parte de la búsqueda socrática de las definiciones universales, y considera que estas tienen que corresponder a unas realidades que sea eternas, inmutables, únicas, perfectas e inteligibles. Sobre esta reflexión centra Platón su teoría de las Ideas, constituyendo así el tema principal de la filosofía platónica y el sustrato de todos los temas que la componen.

Para Platón, Idea es una realidad extramental con realidad objetiva y no una mera construcción mental, con existencia solo en la mente. Las ideas representan el verdadero ser de las cosas y son el objeto de la ciencia, son la causa de la existencia de la multiplicidad de los objetos sensibles que se vinculan a ellas. Así pues, esas ideas o eidos serían la esencia única de la múltiple y cambiante realidad sensible. El mundo accesible a los sentidos no sería más que una copia o imitación imperfecta y material de esos modelos eternos y universales.

Las Ideas son eternas, no nacen jamás, son inmutables, en contraposición de la materia que nacen, son mutables y perecederas, es por ello, que las Ideas tienen verdadera existencia. Por otro lado, las Ideas son aprehendidas por el entendimiento, puesto que los sentidos nos muestran esa realidad cambiante, sujeta al devenir, por lo que lo que se conoce a través de los sentidos es pura opinión. Y, por último, las Ideas se encuentran en un entramado jerarquizado, donde existen tantas Ideas como cosas participan de ellas, por lo que son infinitas, como lo pueden ser las cosas del mundo físico. Pero, para Platón, al igual que existe un cierto grado de perfección en las cosas sensibles, también lo es en las Ideas; así pues nos encontramos en un primer nivel los objetos matemáticos, seguido de la esencia de los seres, valores estéticos y éticos, y en la cúspide, está la Idea de Bien, que Platón la identifica con la Idea de verdad y belleza. Lo bueno, por ser bueno, es al mismo tiempo verdadero y bello.

Sobre este entramado de la Teoría de las Ideas, Platón defiende un dualismo ontológico, en el cual postula la existencia de dos ámbitos: El mundo inteligible y el mundo sensible.

Por un lado, en el mundo inteligible, es donde se encuentran las Ideas, formas, esencias y modelos de la realidad material, poseyendo así las características de las Ideas -anteriormente comentado- y no puede ser percibido por los sentidos, sino que solo es cognoscible por el entendimiento.

Por otro lado, el mundo sensible estaría formado por la gran diversidad y multiplicidad de objetos materiales, perecederos, sometidos al devenir, al cambio constante, y que existen en la medida en que imitan (mímesis) o participan (méthexis) de los modelos ideales de las formas inteligibles. Por tanto, son dependientes ontológicamente de las formas y cognoscibles por los sentidos.

Estos dos mundos se encuentran conectados, es por ello que Platón recurre a una figura mitológica, el demiurgo o dios artesano, se trata de una divinidad que modela la realidad sensible a partir de las formas inteligibles.

De esta manera, Platón, alcanza su objetivo, demostrar que la verdad existe y es accesible únicamente a través de la razón. Esta visión dualista del conocimiento, Platón también la ejemplifica con el famoso “Mito de la caverna”, así como “el Símil de la línea”, se trata de una analogía donde expone brevemente la teoría ontológica y epistemológica.