La vuelta al mundo en 80 días – FpN 3-6 años

El taller que se realizó tuvo como base la didáctica realizada por Lourdes Cardenal con el mismo nombre «El jardín del Edén», pero adaptada a los niños y niñas de entre 3 y 6 años. En este caso se adapto la idea de la didáctica y el juego: «La vuelta al mundo en 80 días»


La ecosofía se alza como una disciplina crucial para comprender y preservar la interconexión entre los seres humanos y el planeta que habitamos. Para comprender la ecosofía, empezamos trabajando el concepto de raíces. Estas raíces como vimos no se refieren solo a las conexiones familiares o culturales, sino también a nuestra conexión primigenia con la naturaleza. La ecosofía nos invita a reconocer nuestra dependencia fundamental de los ecosistemas y a reconectar con nuestras raíces ecológicas. Al profundizar en esta comprensión, desarrollamos una mayor conciencia ambiental y un sentido de responsabilidad hacia el planeta. Esta conexión con nuestras raíces nos lleva a apreciar la diversidad y la belleza de la naturaleza, inspirándonos a cuidarla y protegerla.

Continuaremos nuestro viaje hacia la obra literaria de Julio Verne, «La Vuelta al Mundo en 80 Días». En esta novela clásica, el protagonista, Phileas Fogg, se embarca en una audaz aventura para dar la vuelta al mundo en un plazo de 80 días. Aunque en un principio puede parecer ajena a la ecosofía, esta historia nos invita a reflexionar sobre la exploración y el descubrimiento de nuevos horizontes. En la travesía de Fogg, encontramos la representación de nuestra curiosidad innata por comprender y apreciar la diversidad.

¿Sería posible adaptarnos a vivir en cualquier lugar del mundo si diéramos la vuelta al mundo en 80 días? ¿Qué sucedería con los animales y las plantas en cada uno de esos entornos? Estas preguntas nos llevan a reflexionar sobre la capacidad de adaptación humana y la interdependencia entre los seres vivos y su hábitat.

  • Podríamos conocer la torre de Arabia Saudí.
  • Conoceríamos muchos océanos y mares, y veriamos muchos plástico en el agua.
  • Veríamos muchos animales y muchas personas.

¿Te has preguntado cómo se denomina el lugar donde los animales de una misma especie coexisten y encuentran todo lo necesario para su supervivencia? Este lugar se conoce como «hábitat». El hábitat se define como el entorno o tipo de lugar en el que vive un organismo. Cada hábitat se distingue de otros por las características específicas del medio ambiente y la vegetación predominante. Podemos encontrar una amplia variedad de hábitats en la naturaleza, como lagos, praderas o charcas, cada uno con sus propias particularidades y condiciones que proporcionan el sustento y refugio adecuados para diversas formas de vida.

Establecido el concepto de Hábitat, trabajamos a partir de unas cartillas una serie de hábitats y clasificamos las imágenes de algunos animales y plantas que van sacando los niños y niñas de un sobre. ¿Por qué los animales viven en diferentes hábitats? ¿Cómo se adaptan los animales a su hábitat? ¿Qué ocurre con las personas?

  • La ballena va en el mar, porque en una selva no podría vivir. Le falta comida y no tiene piernas. -Pero puede reptar como una serpiente, ¿no?- Pero la ballena no puede vivir en la selva porque necesita respirar del agua y es el sitio donde tiene que vivir.
  • El caballo en la granja. Porque en la granja tiene manzanas y zanahorias. En el boque no hay tanta comida como en una granja.
  • Las personas pueden vivir en cualquier lado, porque utiliza su imaginación para poder vivir en cualquier sitio (sabe adaptarse a las condiciones), porque piensa cómo puede vivir y después lo fabrica. Por eso hay que imaginarlo primero.

Algunas de la cuestiones que acompañaron al diálogo:

¿Por qué es importante proteger los hábitats naturales de los animales? ¿Qué podemos hacer para ayudar a los animales que viven en hábitats amenazados?

¿Qué pasaría si un animal fuera llevado a un hábitat diferente al que está acostumbrado? ¿Cómo afectaría esto al animal?

¿Cómo se comunican los animales en su hábitat? ¿Cómo se relacionan los animales en su hábitat?

¿Si tuvieras que elegir tu hábitat cómo sería?
Los niños trabajaron su hábitat ideal. Para ello debían en primer lugar dibujarlo y después pegar o dibujar los animales, plantas y personas que consideraban oportunas. Al mismo tiempo, se le va ayudando a los niños y niñas a identificar los elementos necesarios para el hábitat que han elegido, asegurarse de que los incluyan en su dibujo y cuestionarles el por qué de esa decisión.

Para finalizar, pedir a los niños que presenten sus hábitats y expliquen por qué eligieron ese hábitat y qué animales y plantas incluyeron en su dibujo. De esta manera se fomenta la discusión y la capacidad de sintetizar sobre lo trabajado en la sesión.

Plantilla utilizada

-Yo pongo a mi familia en mi hábitat porque es muy importante para que yo pueda crecer.

-Yo pongo el sol y muchas cosas en mi hábitat porque así todo puede crecer, además hay agua, para los peces, hay bosques,… todos los animales y personas pueden vivir en mi hábitat. Y los niños también, porque así pueden jugar entre ellos y ser felices.

Yo pongo el planeta. Porque todo el planeta es un hábitat. Si en el planeta no hay hábitat yo no puedo existir porque no habría agua ni árboles para poder vivir, y nadie me puede cuidar y yo no puedo vivir si nadie me cuida. Cuando sea mayor puedo cuidarme yo solo, pero ahora no puedo cuidarme solo. Por eso en mi hábitat tiene que ser todo el planeta.


¡Quiero la raíz!- FPN 3-6 años

La ecosofía es el camino que nos permite redescubrir y reconectar con el jardín del Edén perdido. Al explorarla, desenterramos las semillas de armonía y equilibrio que yacen en nuestro interior, cultivando así un paraíso terrenal donde florecen la naturaleza, la sabiduría y el respeto hacia todos los seres vivos.

Necesitamos la raíz para poder transformar nuestro jardín, nuestro mundo. De ahí que en esta primera sesión se trabaje el concepto de RAÍZ.

En esta primera sesión trabajamos con el libro ¡Quiero la raíz! de Ángelica Sátiro.

Libro de Ángelica Sátiro

Antes de sumergirnos en la lectura del libro, planteémonos y reflexionemos sobre la razón por la cual el protagonista del libro anhela su raíz. Esta pregunta nos conduce a un cuestionamiento aún más profundo: ¿Qué representa realmente una raíz?

Una raíz es algo que necesitan las plantas para vivir. Si una planta no tiene raíz no puede vivir, estaría seca, no se podría alimentar de las cosas que tiene el suelo para que crezca. (Definición unánime)

Una vez establecida la idea de raíz nos introducimos en la lectura del libro. A medida que vamos leyendo van surgiendo cuestiones interesantes como:


¿Qué tipos de raíces conocemos? ¿Solo las plantas tienen raíces? ¿Pueden las personas tener raíces?

  • Las raíces solo son de las plantas. Sin ellas no pueden crecer y para que crezcan las plantas necesitan agua y sol.
  • El agua y sol son importantes para que crezca la planta, pero sin raíz no puede.
  • Solo las plantas pueden tener raíces. Porque la raíz es lo que hace algo crezca desde el suelo.
  • Las personas no pueden tener raíces porque no somos plantas.

A medida que exploramos estas preguntas, descubrimos algo sorprendente: LAS PERSONAS TAMBIÉN TENEMOS RAÍCES. Pero nuestras raíces no son como las de un árbol, son diferentes. Nuestras raíces hablan de nuestro origen, de nuestros antepasados. Cuando hablamos de raíces, hablamos de historia y herencia, y no solo las personas tienen historia y herencia, ¡todo lo que nos rodea también la tiene! Desde cosas inanimadas como una piedra hasta seres pequeñitos como un microorganismo.

Hablemos ahora sobre algo llamado «árbol genealógico». Un árbol genealógico nos muestra a nuestras familias y cómo estamos relacionados con nuestros padres, abuelos y más parientes. ¡Es como un mapa de nuestras raíces!

Ahora viene otra pregunta: ¿Cómo te hace sentir la idea de tener raíces como una planta? ¿Crees que nuestras raíces nos ayudan a ser quienes somos?

  • Me hace feliz, porque por la raíz yo también he podido nacer como una hoja. (cojo esta idea de nacimiento y verse como un ser que ha nacido gracias a la raíz, pido que explique esa metáfora). Pues que gracias a la raíz ha podido nacer toda mi familia, y todos somos hojas que han ido creciendo de diferentes ramas que al final es mi hoja que soy yo (5 años)
  • Me hace feliz porque todos estamos en el mismo árbol, y así nos queremos, aunque mi tatatatatatatataraabuela esta muerta

Como actividad de cierre, se les invita a los niños a utilizar el papel proporcionado para dibujar las cosas que consideren más importantes para que su «planta» crezca y se desarrolle saludablemente. Después de explicarles que una raíz es la parte de una planta que se encuentra debajo de la tierra y ayuda a la planta a crecer y obtener nutrientes, se les anima a dejar volar su creatividad y plasmar sus ideas en el dibujo.

Plantilla utilizada para la creación.

A medida que los niños van dibujando, se les hace preguntas para fomentar su reflexión y expresión de pensamientos, como: ¿Por qué crees que lo que has dibujado es importante para que la planta crezca? ¿Qué función cumple en el desarrollo saludable de la planta? ¿Cómo crees que ayuda a obtener los nutrientes necesarios?

De esta manera, se les anima a pensar en la importancia de diferentes elementos como el sol, el agua, el suelo fértil, el aire limpio, los insectos polinizadores, entre otros, y a reflexionar sobre cómo estos elementos son esenciales para el crecimiento y bienestar de una planta. Al mismo tiempo, se fomenta su capacidad de expresión y razonamiento sobre la interdependencia entre la naturaleza y el desarrollo saludable de las plantas.

Una vez finalizados los dibujos y como actividad de cierre, se les permite que compartan y comenten sus creaciones en grupo, destacando lo que consideran más importante de su planta.

  • Para mí, lo más importante es el agua, pero no mucha agua, solo la justa, para que no se ahogue y pueda crecer.
  • Para mí, lo más importante es el sol porque sin el sol no puede crecer la planta.
  • Para mí, es la tierra. Porque sin tierra no puede tener agua y tampoco sol.
  • Para mí, es todo. Mi planta necesita todo para que pueda crecer. No se puede decir solo una cosa. Eso no está bien para mi planta.
  • Para mí, la casa, porque la he pintado bonita y porque las personas también tienen raíces.

Damos por finalizada la sesión. Una sesión en la que se ha reflexionado sobre la importancia de las raíces para el crecimiento y desarrollo de las plantas, destacando que así como las plantas necesitan raíces fuertes para crecer sanas, nosotros también necesitamos tener raíces sólidas en nuestros valores y acciones para cuidar y proteger nuestro hogar, la Tierra.


Dos ejemplos de imágenes creadas:


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¡Quiero la raíz!, Angélica Sátiro. Proyecto Noria
Mi árbol genealógico de kamala Williams

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El jardín del Edén – Ecosofía FPN 3-6 años

El taller que se realizó tuvo como base la didáctica realizada por Lourdes Cardenal con el mismo nombre «El jardín del Edén», pero adaptada a los niños y niñas de entre 3 y 6 años.


Hacia un mundo mejor.

Todos hemos soñado alguna vez con estar en un lugar perfecto, sin contaminación, con las aguas limpias y cristalinas, rodeados de naturaleza y tranquilidad, sin sirenas de ambulancias, cláxones de coches o zumbidos constantes del móvil.

En este taller, los niños y niñas trabajarán la importancia de la naturaleza que tiene en nuestras vidas, el respeto que todo ser vivo merece y una concepción del ser humano más humilde y consciente de nuestro papel en la gran cadena del mundo y de la responsabilidad que para la conservación del planeta tenemos. Se trata de acercar la Ecosofía a nuestros niños y niñas.

¿Qué es la ecosofía?

La palabra «ecosofía» combina dos raíces etimológicas: «eco-» y «-sofía».

El prefijo «eco-» proviene del término griego «oikos«, que significa «casa» o «hogar». Este prefijo se utiliza para hacer referencia a la relación entre los seres vivos y su entorno, destacando la interconexión y dependencia mutua.

El sufijo «-sofía» también proviene del griego y se traduce como «sabiduría» o «conocimiento». Es utilizado para denotar una disciplina o campo de estudio que busca comprender y profundizar en un área particular del conocimiento.

La ecosofía es una rama de la filosofía que nos ayuda a comprender cómo todo en la naturaleza está interconectado y cómo nuestras acciones afectan al medio ambiente. Nos enseña que la Tierra es como una gran casa que compartimos con muchos otros seres vivos, como animales, plantas y microorganismos, y que todos dependemos unos de otros para vivir. También nos habla de la importancia de la justicia social y de construir una sociedad más equitativa y sostenible. Nos anima a vivir en armonía con la naturaleza, a cuidar del medio ambiente, a construir una sociedad más justa y sostenible para proteger nuestro planeta y asegurar un futuro mejor para todos.

Incentivar el conocimiento sobre el medio ambiente a través de un pensamiento filosófico y crítico puede llegar a empoderar a las generaciones futuras para que tomen decisiones orientadas a la acción, conscientes de su capacidad para lograr un mundo mejor. Los niños y niñas tienen una gran empatía con la naturaleza, y conjugando emoción y conocimiento se les puede “encaminar” hacia la acción.

La ecosofía es el camino que nos permite redescubrir y reconectar con el jardín del Edén perdido. Al explorarla, desenterramos las semillas de armonía y equilibrio que yacen en nuestro interior, cultivando así un paraíso terrenal donde florecen la naturaleza, la sabiduría y el respeto hacia todos los seres vivos.

En este taller trabajaremos en 5 sesiones LA VISIÓN ECOLÓGICA. Cada sesión queda dividida de la siguiente manera:


Sesión 1: ¡Quiero la raíz!

Sesión 2: La vuelta al mundo en 80 días. 

Sesión 3: Verde que te quiero verde.

Sesión 4: El plástico se pregunta: ¿Soy reciclable o solo una bolsa de problemas filosóficos?

Sesión 5: El jardín del Edén.

LA FILOSOFÍA PRESOCRÁTICA: ESENCIA, ORDEN Y ARMONÍA

La filosofía puede ser considerada en su origen como una crítica de la “sabiduría popular” y como una nueva visión de la realidad que tiende a suprimir los supuestos irracionales del mito.

Toda la filosofía presocrática surge de la convicción profunda de la unidad del cosmos, pese a su aparente multiplicidad.

Nuestra experiencia del mundo es la permanente percepción de lo múltiple (multiplicidad de objetos, multiplicidad en el tiempo de cada objeto sometido a los procesos de cambio); sin embargo, lo cierto es que podemos percibir también la constancia. En la naturaleza hay características que se repiten con una absoluta regularidad. El agua hierve siempre a los 100 grados centígrados, por ejemplo. Las estaciones del año se suceden con pasmosa regularidad y siempre al día le sigue la noche y a ésta un nuevo día.

Pero si observamos bien, nosotros cambiamos con los años pero seguimos considerando que somos los mismos; el agua puede solidificarse en forma de hielo pero seguimos diciendo que es agua. Es decir, hay una constancia profunda de los objetos naturales, constancia que va más allá de los cambios aparentes que percibimos.

Esto lleva a los filósofos a tratar de conciliar en un único sistema la antítesis que a primera vista se da entre nuestra Razón (que nos proporciona conocimiento racional, hablándonos de la permanencia y la constancia en la naturaleza) y nuestra experiencia (que nos provee de conocimiento sensible, haciéndonos ver el cambio y la multiplicidad de la naturaleza). En esto consistiría alcanzar la verdad, es decir, acceder al conocimiento de aquello que resulta ser necesario, que no puede ser negado.

La investigación sobre la unidad profunda del cosmos lleva a afirmar la existencia de una raíz común a todo. Los griegos le dan el nombre de arché, al que podemos definir, entre otras cosas, como la causa última de la unidad real de lo que se muestra a nuestros sentidos como múltiple. A partir de él se generan los seres del universo, constituye lo permanente, el sustrato último de la naturaleza y es causa, y por tanto explicación, de las transformaciones del universo: es causa del movimiento y del cambio.

Todas las escuelas presocráticas parten de esta premisa fundamental que es la necesidad de conciliar razón y experiencia para alcanzar la verdad. También parten de una concepción común de la naturaleza (physis), que tendría como características principales las siguientes:

1.- Es un todo ordenado, es decir, un cosmos, y no un desorden o caos.

2.- Es la naturaleza de cada ser la que determina su lugar en el cosmos, del que forma parte.

3.- La naturaleza es un cosmos dinámico.

4.- El movimiento es intrínseco, propio de la naturaleza misma. No le viene de fuera, sino que tiene en ella su origen y fundamento. Se concibe el cosmos como un organismo vivo, más que como una máquina, cuyo movimiento es iniciado desde el exterior.

El término “naturaleza” (physis) tiene una segunda acepción, ya que se utiliza también para denominar aquello que cada cosa es, por lo que se identifica con el concepto de “esencia”. Es decir, preguntar por la naturaleza de una cosa es preguntar por su esencia, o lo que es lo mismo, preguntar por lo que esa cosa es, para a partir de ello conocer y explicar sus movimientos y procesos. Para los griegos la Naturaleza se compone de cuatro elementos: agua, aire, tierra y fuego, siendo todo resultado de las mezclas entre ellos según distintas proporciones.

El arché es la naturaleza o esencia de las cosas, porque a partir de él se generan los seres del universo, constituye el sustrato último de todo, es decir, aquello que es permanente en las cosas y en el cosmos, y además es capaz de dar cuenta de las transformaciones que en las cosas se dan, puesto que es causa de esas transformaciones.

Los primitivos pensadores griegos se preguntan, por el arché como manera correcta de acceder a la verdad, de conocer lo permanente en el mundo, que al mismo tiempo es la explicación del cambio. Es una pregunta radical, ya que pretende llegar a la raíz de la naturaleza y de todas las cosas. Por esto, también podemos decir que se trata de una pregunta universal.

Mapa presocráticos y sofistas.
Fuente: https://auladefilosofia.net/2010/10/08/indice-de-presocraticos/

¿Qué es ser responsable?

A partir de la siguiente imagen y dando respuesta a unos de los puntos de la carta de Filippa (leer aquí), se trabajó el concepto de la naturaleza (por encima) y la responsabilidad. 
En este caso, hablaron sobre el papel de cada uno de los niños de la imagen y sobre qué ocurriría si alguno de los niños que aparecen no cumple con su función. Lo que nos llevó a preguntarnos sobre las siguientes cuestiones (entre otras): 

¿Qué es la responsabilidad?

  • La responsabilidad es cuando sabemos que tenemos que cuidar de algo y que a esa cosa no le pasa nada– Matilda (6 años)
  • La responsabilidad es una manera de cuidar a los demás – Nuria (7 años)

¿De qué cosas somos responsables?

-Yo no soy responsable de nada. -dice Mariella 
+ Sí, tú tienes que ser responsable de algo, todos somos responsables de algo. Aunque no siempre de las mismas cosas, pero tienes que pensar. -Le anima Nuria a participar. 
Soy responsable de mis gafas y de no caerme para no romperlas, también de avisar a mis papas si mi hermanito llora o le pasa algo. -Mariella
+ También somos responsables de cuidar nuestros juguetes, de ordenar la habitación, de ponernos la chaqueta si hace frío, de cuidar la naturaleza – Matilda 
Claro, somos responsables de muchas cosas. Pero lo más importante es que somos responsables de nuestra propia vida. Si no somos responsables de nuestra vida. A ver, ¿Qué pasaría si no fuésemos responsables de nuestra vida? -Dice Nuría
Pues que podemos morir -Antía
+¡Claro! no tendríamos miedo y haríamos cosas de riesgo -Matilda
– Como yo soy responsable, no me voy a tirar de la silla (estando de pie encima de ella) de cabeza
-Mariella
+ Además somos responsables, porque tenemos normas, y debemos ser responsables para cumplirarlas. Aunque, a lo mejor, es la responsabilidad la que hace las normas. Claro, si queremos ser responsables hacemos normas -Matilda
+ ¡Eso es! ser responsables es una forma de cuidarnos y de cuidar a los demás, por nosotros mismos o porque tengamos normas. Por ejemplo de nuestros hermanos o hermanas pequeños, de ir al cole, de darle de comer al perro, de cuidar la naturaleza, ¡de muchas cosas! -Nuria

Una sesión increíble, no solo porque ha sido una sesión de lo más fluida, activa y amena, sino porque mi intervención ha sido mínima, entre ellas, se ayudaban continuamente para definir:

LA RESPONSABILIDAD