Cuarta Filípica: El Dominio del Miedo

Relaciones Internacionales

I. Introducción: De la Razón Burocrática a la Ley de la Selva

Si vis pacem, para bellum. Permíteme la licencia del latinajo que, lejos de invocar al demonio, evoca una contradicción que lleva rigiendo las relaciones internacionales desde que se fundaron las sociedades.

No sé si alguna vez te has dado cuenta de que cuando miras una estrella y la ves brillar en el firmamento, no estás mirando esa estrella, sino el recuerdo de lo que queda de ella. Porque la distancia que hay entre la emisión de la luz y la recepción que tiene tu ojo hace que, en muchas ocasiones, esa estrella hace tiempo que se apagase.

Algo muy similar a lo que ocurre con nuestro compañero Vegecio, que fue el que escribió Si vis pacem, para bellum. Esa famosa frase que se le atribuye a César erróneamente, es, en realidad, el eco de una verdad histórica que ya no existe.

Dicho esto, y antes de entrar en materia, te pido recuerdes lo visto en la anterior Filípica: desmantelamos al Leviatán Burocrático que nos asfixia con reglamentos. Hoy tienes que enfrentarte al Leviatán Primigenio: el sistema mundial regido por la ausencia de Ley y el dogma del miedo.

Tras ver cómo el Sofisma de la Complejidad fomenta la Pereza Existencial en casa, debemos preguntarnos: ¿Es la anarquía internacional un destino fatal, o es el resultado de un Gran Sofisma que nos obliga a renunciar a la Horizontalidad?

El paradigma dominante de la política global es el Realismo Político. Este es, en esencia, la aplicación del Determinismo Estructural a la esfera internacional, y debes rechazarlo.

II. El Gran Sofisma Global: La Inevitabilidad del Conflicto

El Realismo, fundado por pensadores como Morgenthau, postula que la naturaleza humana es egoísta y que los Estados se comportarán siempre bajo la lógica de la lucha de poder. En la arena internacional, la ausencia de un gobierno central (anarquía) convierte el miedo y la fuerza en la única ley.

Te tengo que decir que en el caso de Vegecio, debemos ser claros con la realidad de su tiempo. Si bien voy a seguir dando la turra con el Imperio Romano, porque considero que es un referente ineludible para nuestra historia, nuestra filosofía, nuestra cultura y nuestra política, te pido mirar al contexto:

Vegecio, con su tratado para la guerra (De Re Militari), no invocaba una regla de oro de la conquista, sino que señalaba la ineficiencia y la corrupción. El problema que él veía era la falta de disciplina y la falta de capacidad de un imperio que ya se había partido en dos. El Leviatán se pudría desde dentro.

  • El Falso Dilema Geopolítico: Este paradigma nos impone un Falso Dilema brutal: «O vives bajo la perpetua amenaza de la guerra O te sometes a la hegemonía de un poder superior». No se concibe una tercera vía de cooperación basada en la Ley Racional.
  • El Fatalismo de la Pereza: Esta tesis es un poderoso inductor de la Pereza Existencial. El ciudadano, al creer que el conflicto es un destino ineludible (el Determinismo Estructural en acción), renuncia a exigir soluciones éticas. delegas la Responsabilidad Radical en el Estado, permitiendo que la Razón Instrumental (la fuerza militar y económica) actúe sin contrapeso ético.

III. La Perversión de la Provisión: La Guerra como Justificación del Estado

Hay que ver, por ejemplo, cómo esta lógica de conflicto es autorreplicante y se manifiesta históricamente. Pero en vez de estar hablando de historia por una vez, te voy a hablar de algo que acaba de ocurrir.

La autorización que le ha dado Estados Unidos a Corea del Sur para que pueda volver a desarrollar submarinos con propulsión nuclear se hace bajo la premisa de que China se está militarizando. También se le ha dado permiso para aumentar el gasto militar a Japón. Además, nos consta que Corea del Norte no solo tiene una bomba atómica, sino que también está intentando trabajar en esos submarinos de propulsión nuclear. Hazte a la idea: ese contexto es tener el arma de proyección marítima más importante.

La justificación de este rearme sigue siendo la frase aquella de Vegecio de Si vis pacem, para bellum. Y es que la remilitarización de Japón y la inversión en submarinos nucleares a Corea del Sur se hace bajo el contexto donde las potencias orientales —las que están en auge económico— son las que están marcando la pauta sobre los posibles puntos de tensión bélicos.

¿Por qué estoy haciendo tanto hincapié en estas exportaciones? Pues muy sencillo, porque la realidad es que el único benefactor de la guerra es el Estado, algo que no digo yo sino que me apoyo en un pensador contemporáneo, como es el gran profesor Miguel Ancho Bastos.

En esta lectura, nos damos cuenta de que, en el plano internacional de la Realpolitik, todo se moverá para que todo se mantenga, aunque se cambie todo para no cambiar nada. La forma de justificar el sueldo que tienen los cargos públicos es recordando continuamente que la guerra está en las puertas.

Esto también se puede ver a nivel histórico en casos como, por ejemplo, la Segunda Guerra Púnica, donde Fabio Máximo se aprovechó de la situación para socavar el Poder Popular e intentar ser dictador de Roma. El conflicto, en manos de la Verticalidad, siempre es una herramienta de acumulación de poder.

IV. La Horizontalidad como Desafío: Ley Racional vs. Fuerza Bruta

La única respuesta a este Dominio del Miedo es la defensa de la Horizontalidad Virtuosa en la esfera global.

  • El Humanismo como Ley: Si bien hemos hablado del humanismo como ley, como señala Hannah Arendt en esa lectura que hace del juicio de Núremberg, o la cooperación del riesgo como señalan Camus y Sartre, aquí es donde quería hacer otra clase de historia y hacer una reflexión respecto a la lectura.

Y esta vez, mi amigo lector, si eres español, por favor, ten la benevolencia de ver lo que planteo desde una perspectiva neutral y sin sesgos.

La Nación y la internacionalización de los conflictos están igual de unidos que los dos cantos de una moneda. El 20 de noviembre que se recuerda como la fecha en la que Franco murió, tiene otras efemérides que se deben tener en cuenta: la efeméride del 20 de noviembre del 36, el fusilamiento sumario de José Antonio Primo de Rivera en el contexto de los primeros años de la Guerra Civil.

La Segunda República fue advenediza porque se constituyó sobre unas elecciones locales y la huida del monarca. Esta situación demuestra que Arendt tiene razón: la paz no es la ausencia de guerra, sino el marco fuerte y rígido de la Ley y la Justicia.

En el momento en que los «proto-revolucionarios» decidieron «tomar el cielo con las manos,» abrieron la caja de Pandora… El conflicto interno (la Verticalidad fratricida) surgió de la anulación de la Ley Racional que debía haber protegido a la minoría.

Al hilo de esto y la guerra, tenemos la contraparte de lo que se aportó en 1975 como fue el modelo de la Transición, que es el ejemplo de salir de un régimen autoritario a uno democrático con plenas garantías. La máxima de «de la ley a la ley» se convierte en la simiente para constituir naciones fuertes estructuralmente hablando.

Más allá de eso, algo que también hay que destacar es lo que simbolizaron los Juicios de Núremberg. Se entendió que a la guerra, que permitía el «todo vale», hacía falta ponerle normas.

Entonces, si nos damos cuenta de que la guerra como individuos no nos interesa y huimos sistemáticamente de la violencia, ¿por qué permitimos que la ejerzan contra nosotros estas estructuras nacionales e internacionales?

V. La Globalización en el Sofisma: La Incoherencia de la Verticalidad

ves la paradoja: una globalización que busca quitar fronteras, ¿por qué se sigue armando y preparando un eventual conflicto? ¿Por qué se busca recuperar el orgullo nacional, si se crean figuras supranacionales que hablan y dictan cómo tienen que trabajar los estados, colocando más losas en los hombros cansados de sus ciudadanos?

Observa el derecho internacional: el propio reconocimiento de una nación depende de que la reconozcan sus pares. Hemos llegado al punto en el que una población no puede decir que tiene patria si otras naciones deciden que no lo es —caso de esto es Kosovo, Palestina o el Sáhara—. eres la Razón, y debes exigir el porqué.

La Verticalidad global te intenta señalar que el problema es la economía, que hay intereses económicos de personas malvadas que están detrás de todo. Pero ¿y si las empresas solo quieren sobrevivir y los que realmente están buscando mantenerse y lucrarse del conflicto son los que tú votas?


VI. Conclusión: El Despertar de la Razón Global

El Leviatán Burocrático y el Leviatán Global te han vendido la mentira de que la anarquía es inevitable para justificar su propia existencia y su sueldo. no eres un peón en un juego sin reglas; eres la Razón y la Responsabilidad Radical.

Debes exigir que el Leviatán Burocrático y el Leviatán Global se sometan a la Horizontalidad de la ética. La Razón Instrumental solo es moral si sirve al Humanismo y a tu dignidad, no a la acumulación de poder del cargo público.

En la próxima entrega (Filípica V), llevaremos la crítica a la escala histórica más amplia: el Auge y Caída de Imperios, para ver cómo la renuncia a la Horizontalidad ha sido siempre el preludio al colapso de las grandes Verticalidades.


Bibliografia.

Arendt, H. (1974). Los orígenes del totalitarismo. Taurus.

Bastos, M. A. (2018). Capitalismo: Curso de introducción. Unión Editorial.

Hobbes, T. (2017). Leviatán: La materia, forma y poder de un estado eclesiástico y civil. Alianza Editorial. (Obra original publicada en 1651).

Juliá, S. (2007). Vida y tiempo de Manuel Azaña (1880-1940). Taurus.

López Rodó, L. (1990). La larga marcha hacia la monarquía. Plaza & Janés.

Morgenthau, H. J. (1986). Política entre las naciones: La lucha por el poder y la paz. Grupo Editor Latinoamericano. (Obra original publicada en 1948).

Preston, P. (2011). El holocausto español: Odio y exterminio en la Guerra Civil y después. Debate.

Vegecio, F. (2005). Epitome de la institución militar. Cátedra. (Obra original publicada en el siglo IV d.C.).

Waltz, K. N. (2015). Teoría de la política internacional. Prometeo Libros. (Obra original publicada en 1979).

Filocafé: ¿A qué tememos?



LECTURAS RECOMENDADAS:

El miedo(so) que estoy gobernando. El poder del miedo por Marcos Represas

La cultura del miedo en medios: efectos psicosociales artículo de Álvaro Soler Martínez

La normalización del miedo en el capitalismo artículo de Álvaro Soler Martínez


El miedo es un sentimiento de impotencia, un verse amenazado por un mal inminente que es más poderoso que nosotros. Don Quijote sabía que «uno de los efectos del miedo es turbar los sentidos y hacer que las cosas no parezcan lo que son».

Es una respuesta fisiológica innata, cuya función principal es garantizar la supervivencia de la especie. Por tanto, es considerada una emoción básica y fundamental en diversos animales, incluido el ser humano.

Pero solo el ser humano le otorga un papel que va más allá de su propia supervivencia. El miedo puede ser una forma de violencia contra la paz, puede marcar la diferencia entre la verdad y la mentira, el limitante de nuestra libertad, de nuestra felicidad, de nuestra expresión, la angustia por la muerte y el futuro.

¿A qué tenemos miedo? ¿Podemos enfrentarnos al miedo? ¿Podemos convivir con nuestros miedos? ¿Es consciente o inconsciente?


BIBLIOGRAFIA RECOMENDADA

 Castany Prado, Bernat  Una filosofía del miedo. Editorial Anagrama, 2022

Hobbes, T. Leviatán o la materia, forma y poder de una república eclesiástica y civil.

Horkheimer, Max y Adorno, Theodor Dialéctica de la Ilustración. Cap. «Concepto de Ilutración» (1947)

Marina, José Antonio Anatomía del miedo. Anagrama, 2006

Tizón, Jorge L. El poder del miedo. Editorial Milenio, 2011

Kishimi, Ichiro, Atrévete a no gustar. Zenith, 2018

Bourke, Joanna, EL miedo: una historia cultural. Reedición 2005

Soler Martínez, Álvaro Manual de un sociólogo insociable. Uno editorial (2022)

¿Qué es el miedo? -Grupo 4 – 7 años

¡Hola! Me gustaría saber vuestros nombres. Me da miedo preguntar […] Es muy raro que alguna vez le pregunte algo a alguien. No se por qué. No tengo una buena razón. Simplemente me da miedo. (ELFIE, M. Lipman)

¿Cuál es el significado de miedo en ese contexto?

Vergüenza, por ejemplo hablar con alguien, cantar en público,… –Dice Nuria

+¿El miedo se relaciona solo con la vergüenza?

No, por ejemplo, si la lámpara hecha fuego, podemos tener miedo y salimos corriendo o nos tiramos por la ventana. -Aram

+ Bien, miedo al peligro, ¿no? Pero, ¿podríamos relacionarlo con algo más?

Si, por ejemplo, cuando es de noche y entra luz por la ventana de la luna y pensamos que hay un zombie mirándonos y nos va a comer y nos va a atacar- dice Antia

También cuando vemos un fantasma por la noche. -dice Pablo

+ Bueno, en ese caso, tenemos miedo a lo que percibimos por los sentidos, que a veces nos pueden engañar, como es en el hecho de creer ver un fantasma o un zombie, cuando no está, por el reflejo de la luz y las sombras. ¿Podríamos definir miedo?

Miedo a la oscuridad, a la vergüenza, a algunas cosas de los sentidos,… todo eso es miedo -Marc

No se puede definir, tiene muchos significados, como ha dicho Marc, hay muchos tipos de miedos, y no hay una única definición para miedo. -Nuria

+ Bueno, podríamos decir, que el miedo es una sensación de angustia causado por algo, como por ejemplo la oscuridad, el creer ver algo que nos asusta, el sentido de la vergüenza por miedo a la humillación,… haciendo que nosotros mismos, nuestro organismo, entre en alerta y sepa reaccionar de alguna manera. Pero, tener miedo es necesario.

No, no lo es, lo pasas mal, por ejemplo cuando quiero ir al aseo por la noche y no puedo, porque tengo miedo. -Mariella y Antia

+Estoy de acuerdo, lo pasas mal, pero es necesario para que nosotros mismos podamos ser personas precavidas, es decir, saber actuar con precaución con cautela, ser personas prudentes.

El miedo suele aparecer en los niños de entre 3 y 6 años, cuando el niño aún no entiende el mundo que le rodea, por ello hay que ayudarle a que intente entender el mundo, saber diferenciar y separar lo real de lo imaginable, y, así, superarlos.

Aunque ha sido un tema que se ha tratado por encima, en las próximas sesiones seguro que se trabajará más a fondo. Pues al tratar el tema del miedo junto con el engaño de los sentidos, y el intento de separar la realidad de la imaginación, nos ha llevado a tratar el tema de la imaginación y del conocimiento, a partir de la premisa de Sócrates: «Solo sé que no se nada», tratándose de otro tipo de miedo: El temor de no saber nada