Alumno de 4º ESO realiza una carta en la asignatura de Valores Éticos, donde critica duramente el estado social actual, un estado basado en la hipocresia. Una carta donde acata los principios de la libertad de expresión, explicados en clase. Así lo relata:
Según la RAE se trata del fingimiento cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan. Una persona hipócrita es por lo tanto un actor o una actriz de la vida cotidiana.
En nuestra época hay más que nunca lobos disfrazados de corderos. Cada día que pasa recibimos más noticias sobre este tema, que si tal persona dice defender la democracia y después carga contra la policía a grito de «No es mi presidente», que si tal partido critica a otro porque no realiza primarias y después nunca respeta el resultado de las suyas, que si mientras el partido que se hace llamar el de la unidad ni siquiera tiene un secretario general teniendo, eso sí, hasta tres planes distintos…Así, día a día, se repite una y otra vez.
Existen dos maneras principales de ser una persona hipócrita, cada una, si cabe, más vergonza que la otra.
- Indirecta, obviamente se tratará de ocultar la información.
- Directa, se manifestará sin ninguna tapadera, «yo sí, tu no».
Porque no. No tiene sentido defender el aborto y estar en contra de la tauromaquia. No tiene sentido trabajar en negro y acusar a tal político de ladrón y corrupto. No tiene sentido arremeter contra un cardenal por utilizar su libertad de expresión y defender a unos titiriteros que realizan apología al terrorismo.
Existen ideas que no pueden convivir. Se debe elegir de manera profunda entre las diferentes posibilidades existentes y no emplearlas todas según convengan en cada momento. la hipocresía es corrupción. Corrompe el derecho a obtener una información completamente verídica y objetiva, y llega en los casos más extremos a tratar de manipular las leyes existentes.
Se deben seguir las leyes. Es cierto que, por lo general, el legislador las realiza con un fin, su objetivo, pero una vez implantadas en el sistema las leyes pierden la subjetividad que el legislador les había dado, convirtiéndose, así, en objetivas. Esto quiere decir que, la hipocresía, además de corrupción es manipulación. Afecta a casi todos los seres humanos. Es muy fácil ser hipócrita, tanto de palabra como de obra. Pero sobretodo la hipocresía es mentira. Miente a todo aquel que cree en la falsa faceta que la persona presenta. Siempre ha estado presente en nuestra sociedad.
Mahatama Ghandi maltrataba a su esposa y era racista, así lo admite en su autobiografía. También le escribió cartas a Hitler llmándole «amigo» y trantándole como a un posible aliado. Creía en la igualdad, la paz y el respeto a sus semejantes, a excepción de su esposa y los africanos.
Otro caso. Patrick Henry dijo: «Dadme libertad o dadme la muerte». Pese a esto encerró a su esposa en el sótano de su casa familiar.
Jefferson denunció públicamente las relaciones interraciales, mientras mantenía una con su esclava Sally Hemming.
Edison no fue una persona tan brillante como pretendía hacer creer, le robó un gran número de ideas a Tesla.
Steve Jobs, considerado un gran hombre, estafó a su socio Steve Wozniak.
Churchill avalaba masacres en la India y en Sudáfrica para mantener el moribundo Imperio Inglés.
Bob Marley y Jhon Lennon eran vistos como figuras de paz, sin embargo, golpeaban y maltrataban a sus esposas. Eran personas violentas.
Leonardo Dicaprio afirmó que viajaría a lo largo de todo el mundo en su jet privado para concienciar sobre el calentamiento global. No es necesario decir cómo se creó aquí la polémica.
Paris Hilton protagonizó una campaña para animar a los jóvenes a votar, ella no lo hizo.
Miley Cyrus afirmó: «Las drogas son para los idiotas», poco después se descubriría su afición por ellas.
Esto no son personas extremadamente malvadas pero si manipulan y engañan a todo aquel que se encuentra a su alrededor. Pero ¿quién no lo hace? Prácticamente nadie. ¿Por qué no somos sinceros? ¿No nos atrevemos a serlo?
Debemos atrevernos a expresar nuestras verdaderos pensamientos. No debemos utilizarlos ni sacar provecho de ellos. Las ideas de cada persona le definen. No hay dos personas que coincidan en todo.
La hipocresía debería ser un delito, debería ser castigada duramente. La hipocresía lleva países a la catástrofe, hunde personas… a pesar de ello, jamás desaparecerá, pero podemos reducirla y regularla. Una persona hipócrita no está hecha para vivir en sociedad, y, ya que la mayoría lo somos, tal vez sea la sociedad la que se deba adaptar a nosotros. Debemos adaptarla hasta que se considere a la mentira como algo completamente injustificado.
Las personas debemos mostrarnos tal y como somos, sin tapaderas. Todas las ideas han de ser aceptadas mientras no ataquen a los derechos y libertades de los demás. Esto ayudaría a concienciar a las personas. Les haría ver que no pueden decir o fingir que sienten una cosa cuando la realidad es otra. No se debe fingir, puesto que, puede destruir a las personas y llevarles a situaciones confusas. Una mentira descubierta hiere al mentido, mientras que, una aún no descubierta tortura al mentiroso.
Curiosamente, Martín Lutero dijo: «La superstición, la idolatría y la hipocresía tienen grandes pegas, pero la verdad tiene que mendigar».